El tema de la desigualdad y la pobreza en Cuba es de suma importancia y actualidad, aunque es casi tabú para las autoridades cubanas. Estas han asumido una postura triunfalista y negacionista, amparada en los efectos esperados de políticas sociales generales.
Las investigaciones relacionadas con el asunto, realizadas desde los años ochenta por especialistas en diversas ciencias sociales, no han tenido suficiente visibilidad ni el impacto necesario en las políticas públicas.
Sin embargo, el fenómeno está presente con mayor crudeza desde la década de los noventa del siglo pasado. A partir del 2008, en que inició el proceso de reformas conocido como Actualización del modelo económico y social cubano, se ha incrementado exponencialmente e incorporado nuevos segmentos de ciudadanía y localidades. Cuba pasó a ser una sociedad muy desigual desde antes de la pandemia del Covid-19.
Tales problemáticas se pueden constatar tanto a escala de sectores sociales específicos en condiciones de vulnerabilidad, como relacionadas con el racismo y la violencia, y con dificultades de vieja y nueva data; entre ellas, la crisis económica, sociodemográfica, desigualdad en los ingresos, de acceso a fuentes de empleo, remesas, desequilibrios regionales, migración interna y marginación secular en ámbitos urbanos y rurales.
Interesados en profundizar y visibilizar en el tema y poner rostro a estos fenómenos sociales, en pos de generar propuestas de soluciones endógenas y sostenibles, el equipo de La Joven Cuba decidió promover la referida línea de investigación, de la cual ofrece ahora este resultado preliminar.
Investigar y escribir en tal sentido implica llegar a los lugares, involucrarse, identificar valores y dificultades que en muchos casos se han reproducido por varias generaciones en un espacio compartido, y promover soluciones desde los diversos actores sociales.
Llegar a comprender a las personas allí donde se presentan y convergen condiciones socioeconómicas, profesionales e incluso políticas desventajosas; expresiones religiosas históricamente estigmatizadas; familias en riesgo de pobreza y donde se constatan evidentes brechas de equidad y diversas formas de exclusión, resulta inevitable para la transformación social y el mejoramiento humano sostenible.
A eso invitan tres prestigiosos escritores e investigadores sociales cubanos: Gisela Arandia Covarrubias, Alberto Abreu y Roberto Zurbano, quienes ofrecieron sus experiencias en barrios de La Habana y Matanzas. Puede acceder al texto a través de este link:
Barrios, desigualdad y estrategias en Cuba
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Este dossier forma parte de nuestro proyecto «Desigualdad, pobreza y sectores vulnerables en Cuba». Si desea colaborar, puede enviarnos recomendaciones, testimonios, ideas, al correo jovencuba@gmail.com, con el asunto: «Cartas al Proyecto».
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