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Yadira Albet

Yadira Albet

Ex académica, ex profesora, escritora ocasional, podcaster y madre

Acceso a la universidad Cuba
Ciudadanía

El acceso a la universidad, ¿privilegio o derecho?

por Yadira Albet 19 septiembre 2023
escrito por Yadira Albet

Como parte del sistema educativo de un país, la universidad se encuentra condicionada históricamente, porque responde a las exigencias e imperativos de una época; económicamente, por cuanto se le demanda en el proceso productivo, y científica y culturalmente, por lo que la época referida, el sistema imperante y las necesidades de la ciudadanía, le planteen como metas de desarrollo.

En un contexto donde se reconoce el papel de una educación superior de calidad en el desarrollo sostenible de los países, la institución universitaria enfrenta desafíos que a veces la rebasan. Estos abarcan desde la preparación que demanda de sus estudiantes, tanto para acceder como para graduarse, la calidad de su profesorado, la cantidad y competitividad de sus graduados y la sostenibilidad de sus programas, hasta su impacto social, cultural y político.

Del 18 al 20 de mayo del 2022, en Barcelona, España, se realizó la Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior, organizada por la UNESCO en colaboración con el gobierno español, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona, y en alianza con Global University Network for Innovation / Asociación Catalana de Universidades Públicas (GUNi/ACUP).

El evento se desarrolló en el período posterior a la pandemia, y pretendía abordar los desafíos y perspectivas futuras de la educación universitaria. Las conversaciones se centraron tanto en los sistemas de educación superior (normas, políticas, estructuras, partes interesadas), como en las instituciones (universidades, entidades especializadas, redes).

Una de las cuestiones pendientes de análisis era la necesidad de modificar el paradigma de la presencialidad ya que esta, durante la pandemia, quedó suspendida en todos los niveles de educación debido a la cuarentena. La práctica demostró que, al menos en el nivel superior, la no presencialidad y la semipresencialidad eran formas factibles de organización del aprendizaje. Este evento planteó desafíos notables en cuanto a la metodología y los recursos materiales y digitales para este nivel educativo.

La pandemia de covid, a nivel mundial, llevó a muchas instituciones a adaptarse y rediseñar su docencia para llegar a su estudiantado, privilegiando la formación a distancia y el uso de plataformas de e-learning. Esto era coherente con las normativas que algunos países habían comenzado a asumir en sus sistemas de educación superior, con planes de estudio ajustados cada vez más a una formación en la que un por ciento de las horas se dediquen a la presencialidad y, el resto, a la preparación individual o autogestión del conocimiento y la acción, mediante la práctica preprofesional.

Educación a distancia durante la pandemia en Cuba /Foto: ONU

El encuentro buscaba además compartir y generar nuevos conocimientos, alianzas creativas de ideas innovadoras y producir una coalición amplia y revitalizada en apoyo a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que la conforman, los cuales constituyen aspectos primordiales en el logro de una educación superior inclusiva, ética, crítica y sostenible: demandas aún no cumplidas para la mayor parte de la población mundial.

De esta manera, la conferencia reunió a todos los actores pertinentes para definir y preparar una hoja de ruta encaminada a la nueva era de la educación superior. Como resultado de los conversatorios entre 1 800 delegados de 130 países, afloró la propuesta de mejorar la contribución de los sistemas e instituciones de educación superior en el mundo, por lo que se plantearon una serie de principios universales como sustento de la educación superior en el siglo XXI, que abarcaban aspectos tales como la equidad, la libertad académica, la inclusión, el pensamiento crítico, la creatividad, la ética y el compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social.

Estos principios colocan una carga de responsabilidad sobre la institución universitaria, que exige de sus protagonistas y gestores, altos niveles de creatividad, flexibilidad y previsión, y además, demanda que la educación superior sea inclusiva, ética, crítica y sostenible.

Los caminos de acceso a la universidad en Cuba

El proceso de ingreso a la universidad en Cuba exige al aspirante ser graduado de nivel medio superior, en alguno de los institutos preuniversitarios disponibles. Los egresados de la enseñanza politécnica deben alcanzar su nivel de duodécimo grado en la Facultad Obrero Campesina (FOC). En todos los casos, el nivel debe estar acreditado por título o certificado emitido por centros del Sistema Nacional de Educación.

Además de los aspirantes graduados de los Institutos Preuniversitarios y los cadetes de las escuelas militares Camilo Cienfuegos, pueden optar por carreras los desmovilizados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), beneficiados con la Orden 18 del Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias; los que aprueben los exámenes de concurso del Ministerio de Educación Superior (MES);  los atletas de alto rendimiento de las Escuelas Superiores de Perfeccionamiento Atlético (ESPA); los cadetes insertados en el Ministerio del Interior (MININT); los egresados de cursos técnicos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) que opten por el curso por encuentro de las licenciaturas en ciencias de la Salud; los estudiantes universitarios que soliciten el traslado de carreras según lo dispuesto en el Reglamento de Organización docente de la Educación Superior, excepcionalmente; los provenientes del servicio militar voluntario, de las escuelas de iniciación deportiva y de la Escuela Nacional de Arte (ENA) en su nivel medio.

Es necesario que los aspirantes a cursar carreras que ofrece el Curso Regular Diurno, provenientes de la formación preuniversitaria, demuestren dominio de los objetivos académicos, medidos por el acumulado cuantitativo de los tres años cursados en ese nivel de enseñanza y por los resultados de las pruebas de ingreso. Por otra parte, quienes aspiran a matricular en carreras del Curso por Encuentro (CPE) o la Educación a Distancia (EaD) del sistema de enseñanza superior, deben vencer un examen de suficiencia, que se convoca cada año, en la sede de la universidad de la provincia del país donde residen.

Primer día de clases en la Univerisdad de La Habana

Primer día de clases en la Univerisdad de La Habana /Foto: cmhw

Durante muchos años la universidad cubana exigió requisitos especiales para el ingreso a algunas de sus carreras, cuyos claustros evaluaban cualidades y habilidades específicas mediante las llamadas pruebas de aptitud, cuyo fin era descartar a aquellos aspirantes que carecieran de las cualidades para desempeñarse en determinado perfil profesional, como por ejemplo, estabilidad mental y capacidad de escucha para entrar a Psicología; buena expresión oral y escrita para estudiar una carrera pedagógica; autorregulación ante situaciones de emergencia y vocación de servicio para optar por Ciencias Médicas. Sin embargo, la inmensa mayoría de estos exámenes fueron eliminados hace poco más de una década, por decisión del MES, que solo dejó el sistema de selección para las carreras de Periodismo, las de la Universidad de las Artes y el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI).

René Sánchez, director de Ingreso y Ubicación Laboral del MES, en exclusiva para un reporte especial de la revista Alma Mater aseguró que la decisión de eliminar estos exámenes no se tomó en un día. «Fueron tres años de estudio, de análisis y de escuchar opiniones (…) La disposición estuvo sustentada en dos elementos principales: los problemas de logística que representaban, pero, sobre todo, la injusticia que generaban. Eran una barrera más en el camino hacia la Universidad».

Esta medida fue objeto de críticas por parte de profesores y alumnos, y ha resultado contraproducente ya que en ocasiones ha sido notorio que una parte del alumnado no es el ideal para su desenvolvimiento en la carrera elegida, en comparación con los resultados de los años 80 y 90, cuando se instituyeron exámenes de aptitud para carreras del campo de las Ciencias Médicas, Diseño, Arquitectura, Psicología, Lenguas Extranjeras, Pedagogía, Ciencias Nucleares y Comunicación Social.

Desde hace décadas el requisito académico se ha evaluado a través de los exámenes de ingreso que miden las competencias y los conocimientos de los aspirantes, con el objetivo de verificar si poseen el nivel necesario para estudiar un programa de educación superior. Durante un tiempo, estos se realizaron por grupos de asignaturas, en correspondencia con el área de las ciencias seleccionada por los estudiantes. De este modo, aunque Matemática era obligatoria para todas las opciones, los estudiantes que habían elegido carreras técnicas o de Ciencias Exactas realizaban también las pruebas de Física y Química; los que optaban por Ciencias Médicas o Biológicas, los de Biología y Química; mientras, los que aspiraban a estudiar carreras de Ciencias Sociales, Pedagógicas o Económicas, examinaban además Historia de Cuba y Español.

En años posteriores al 1999, se realizaron ajustes a este proceso y quedaron solo los exámenes de Español, Matemática e Historia de Cuba. En diferentes momentos se ha planteado la suspensión definitiva de este requisito como condición de ingreso a la educación superior; sin embargo, hasta ahora solo se han pospuesto o repetido, excepcionalmente.

Pruebas de ingreso a la universidad

Pruebas de ingreso a la universidad / Foto: ACN Cuba

El proceso de preparación para el ingreso a la educación superior, aunque tenga un momento de máxima actividad en los 3 años previos a la convocatoria de los exámenes, abarca al menos 12 años de formación escolar que a veces no cumplen con los estándares necesarios para que un alumno enfrente los desafíos de la formación superior. Esto puede incidir negativamente en los resultados globales de la educación universitaria, incluso en su sostenibilidad, al igual que las circunstancias que enfrente el estudiantado en su cotidianidad formativa.

Una mirada a la evolución del acceso a las carreras universitarias en Cuba puede dar algunos elementos para comprender su situación actual, que ha pasado por varias etapas, marcadas por la situación económica y los sucesivos cambios en el sistema de educación superior.

Una parte de los profesionales graduados en los años 70 se beneficiaron de la movilidad social. Esta generación contó con programas de estímulo a la formación en el nivel universitario. Ellos, que estudiaron y se graduaron en ese periodo, vivieron la Reforma Universitaria, la cual estableció los principios que guiarían la nueva universidad cubana.

Con una representación mayor en la capital del país y en las cabeceras provinciales, muchas familias centraron sus esfuerzos en crearle a sus hijos las condiciones necesarias para entrar y graduarse de la universidad. El horizonte profesional parecía prometedor y durante un tiempo lo fue. Estudiantes de orígenes muy humildes lograron apropiarse de los saberes necesarios para acceder al nivel superior, gracias a los programas educativos de la época, a un profesorado experto en la formación y al estímulo gubernamental y ciudadano que colocaba la profesionalización en escalones priorizados.

Aún no se había instituido el acceso a través de pruebas de ingreso, pero en los institutos de segunda enseñanza fundados después del 59 y reestructurados a partir de principios de equidad y calidad educativa, existía un riguroso sistema de acumulados y exámenes por niveles, y algunas carreras ya contaban con pruebas de aptitud.

Los egresados de la siguiente década aún se beneficiaban de la experticia del profesorado y de los programas priorizados para el desarrollo de la segunda enseñanza. Las familias estimulaban la profesionalización en su descendencia, más si uno de los progenitores, cuando no ambos, habían cursado la universidad o el nivel técnico profesional. Los procedimientos de ingreso a la educación superior habían cambiado, poniéndose énfasis cada vez mayor en los exámenes, especialmente en la segunda parte de los años 80. La admisión a los estudios superiores era un resultado del desempeño académico en el nivel preuniversitario, y particularmente, de las notas obtenidas en los exámenes de ingreso y de los resultados de los exámenes de aptitud, también específicos del campo académico solicitado.

La calidad de la preparación dependía de las instituciones preuniversitarias donde se cursara el nivel, suponiendo más competentes a los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas, mientras el sistema de preuniversitarios en el campo era considerado uno de los peor preparados. No obstante, algunos de estos eran reconocidos por familiares, evaluadores y alumnos como excelentes espacios de formación, con buenos métodos de enseñanza y profesores de excelencia.

Sin embargo, ya hacia los años 90, con la emergencia de la crisis económica que impactó en todos los ámbitos del desarrollo nacional, la educación también sufrió retrocesos que marcaron el acceso al nivel superior, tanto en la calidad de la preparación previa del estudiantado como en su permanencia en las carreras. Las áreas afectadas abarcaban desde el suministro de libros de texto, la calidad de la docencia, la adquisición de métodos adecuados de estudio, la sustentabilidad del claustro en las instituciones preuniversitarias, las condiciones de vida en ellas, el apoyo familiar y la motivación de los jóvenes para acceder a la universidad. Las alternativas de instrucción, representadas por la enseñanza técnica profesional, obrero calificado y de oficios, también experimentaron un retroceso debido a carencias específicas para la formación de especialistas y obreros.

A inicios de los 2000, con el fin de recuperar terreno perdido e incorporar a la educación superior a una gran parte de los jóvenes desvinculados del estudio, el Estado destinó fondos para la formación de trabajadores sociales, de maestros emergentes y de enseñanza artística, y se implementó el Programa de Municipalización Universitaria  —posteriormente llamado Universalización de la Enseñanza ̶—, mediante el cual muchos jóvenes que estaban desvinculados del estudio accedieron a la universidad. Asimismo, fue una época en la que se imprimieron textos importantes para la formación en las carreras, de los cuales había pocos ejemplares en existencia en años anteriores, comenzaron a diseñarse las carreras de ciclo corto y se emprendió la integración de las universidades y la creación de los colegios universitarios.

Programa Universidad para Todo / Captura de Pantalla Youtube

Actualmente está en marcha la implementación del Plan E, con mayor peso en la autogestión del conocimiento y cuatro años de formación. También se está explorando en la modalidad de Educación a Distancia. No obstante, los esfuerzos por alcanzar los estándares de calidad que proponen los planes, entre el éxodo de profesores, alumnos y egresados, las dificultades económicas tanto personales como institucionales y un clima sociopolítico complejo, la entrada, permanencia y promoción de la educación superior en Cuba constituyen temas desafiantes para docentes y alumnos.

La equidad y las motivaciones en el acceso a la universidad

En los años 70, el IPVCE Lenin recibió la visita de un funcionario del Partido de Vietnam. Le mostraron las instalaciones, las actividades; le hablaron de los excelentes resultados, de la diversidad de estudiantes, del derecho a la educación.

«¿Y cómo le va a los hijos de los obreros?», preguntó. «¿Cuántos hay? ¿Hay balance entre hijos de profesionales y de obreros? ¿Hay tantos alumnos negros como blancos? ¿Tantos humildes como privilegiados económicamente?»

Estaba hablando de equidad, de ejercicio del derecho, de motivaciones, de condiciones para el desarrollo y de privilegios. Aspectos todos que actúan de forma determinante en si un estudiante accede a la educación superior, se mantiene en ella y se gradúa.

La calidad en la formación de los maestros, la cobertura docente y los niveles de exigencia y rigor desde los primeros años de vida estudiantil, son aspectos que varían en cada centro de formación y lugar de procedencia de los aspirantes. Eso impacta en su preparación para acceder a la universidad. A estos, se unen otros factores como la disponibilidad de bibliografía, la procedencia social y geográfica, el origen del aspirante (si viene de preuniversitario o de alguna de las otras fuentes de ingreso), el contexto familiar y económico y el interés personal. Todo esto implica desigualdades e inequidades en el ingreso y la permanencia en la educación superior. También existe una jerarquía motivacional por las carreras a las cuales acceder y, precisamente, entre las menos demandadas y con menos requisitos de ingreso están aquellas vinculadas a las Ciencias Pedagógicas, lo cual es contraproducente ante la importancia que tiene la formación de recursos humanos en docencia, para garantizar la continuidad de la enseñanza en todos los niveles.

Existen ciertos privilegios que no siempre se tienen en cuenta al calificar los resultados del acceso y la permanencia en el nivel superior de educación. Uno es la ubicación de la institución educativa de origen, tanto en cabeceras provinciales, como en municipios céntricos de la capital, que ofrece al estudiantado la posibilidad de acceder a instituciones culturales, a recursos materiales, asesorías especializadas, un profesorado mejor capacitado y motivado para el trabajo de enseñanza y a los colegios universitarios, en el caso de los estudiantes de pre. Los aspirantes que residan en zonas menos céntricas no se benefician de estas posibilidades, y a menudo deben hacer un esfuerzo mayor para acceder a la preparación que requieren para cumplir con los requisitos de ingreso.

También juega su papel el desarrollo económico y cultural de la región, que impacta en los intereses formativos de los jóvenes en edad de acceder a la educación superior, estimulando estos intereses o creando otros, que poco tienen que ver con la vinculación al estudio.

La familia favorece u obstaculiza la preparación para el ingreso a la universidad. Esto lo determinan las condiciones del hogar, la motivación hacia los estudios superiores y los recursos que se destinen para ello, ya que una vía importante de preparación extraescolar son los repasos privados y el acceso a dispositivos tecnológicos, bibliografía general y otros materiales de estudio.

Anuncio de repasos para pruebas de ingreso en la plataforma Revolico

Por ejemplo, los repasos rondan entre 960 y 1 200 CUP, o incluso más, por 12 horas mensuales, en dependencia del grado del estudiante y del nivel al que se aspira. En los casos en que la cobertura profesoral sea deficitaria y la calidad de la enseñanza y de la preparación docente no sean óptimas, estos repasos son prácticamente la única oportunidad de obtener resultados de moderados a buenos en el nivel. Este fenómeno refleja la brecha de desigualdad entre las familias con más recursos económicos y aquellas que tienen una ardua tarea para sostenerse.

Factores como el género, la edad, el color de piel, el número de hermanos, el origen social y la presencia de profesionales en la familia, han dejado de ser los únicos que determinan si se accede o no a la universidad. En tanto, otros como la calidad del aprendizaje en el nivel primario y secundario, las expectativas familiares y personales hacia la formación profesional y los intereses de emigrar o de dejar los estudios para incorporarse a alguna actividad productiva, se suman y terminan de conformar el panorama actual del acceso a la formación universitaria en Cuba. Ya en la carrera otros elementos de carácter social, cultural y económico pueden incidir en la permanencia del estudiantado, la calidad de la promoción y la culminación de estudios.

19 septiembre 2023 3 comentarios
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Embarazo adolescente en Cuba
Género

El embarazo adolescente en Cuba: cifras, riesgos y responsabilidades

por Yadira Albet 3 agosto 2023
escrito por Yadira Albet

En el mes de abril del 2022 se realizó la Encuesta Nacional de Fecundidad (ENF-2022), la cual permite obtener resultados con representatividad nacional, por zona urbana y rural, y para todas las regiones del país. El levantamiento de la información estuvo a cargo de las direcciones provinciales de la Oficina Nacional de Estadística e Información en cada provincia, y fue ejecutado y supervisado por los Departamentos Provinciales de Demografía, Censos y Encuestas.

Los resultados fueron publicados en julio del año en curso y arrojan una situación que se puede calificar de alarmante. No solo preocupa la cuestión de las bajas tasas de fecundidad y natalidad, cuyo comportamiento impacta de forma negativa en el recambio poblacional, sino la elevada incidencia del embarazo adolescente.

Este es un índice propio de países subdesarrollados con insuficientes políticas preventivas en salud y educación sexual. Las consecuencias para el desarrollo socioeconómico en general, y físico y psicológico en lo individual, inciden negativamente en la situación de la mujer y la infancia. En adición, tienen un impacto en el futuro de la nación.

El peso de un embarazo adolescente

A nivel mundial, el embarazo en la adolescencia sigue siendo un impedimento para mejorar las condiciones educativas, económicas y sociales de la mujer. En el caso de las jóvenes, el matrimonio y la maternidad precoz limitan en alto grado las oportunidades de educación y empleo, elevan su nivel de vulnerabilidad a la violencia de género, la precarización y la imposibilidad de beneficiarse de la movilidad social para ascender en estatus, preparación e ingresos. Esto a su vez compromete la calidad de vida y las perspectivas de desarrollo de su descendencia. 

El embarazo no deseado, no solo implica un gran costo para los adolescentes y sus familias, sino que además es una carga económica enorme para las sociedades. El coste social incluye la asistencia pública para las madres con dificultades financieras, la implementación de programas educacionales y de desarrollo de habilidades para capacitarlas y acompañarlas en que logren independencia económica, además de la pérdida de ingresos tributarios a causa de menor empleo y ganancias.

Tomada de Dalia Empower

Asimismo, la gestación en etapas demasiado tempranas de la vida se asocia con algunos peligros médicos, como son: escaso y tardío control prenatal, incremento del aborto espontáneo y de las interrupciones voluntarias, complicaciones durante el parto, multiparidad precoz; mayor mortalidad materna, infantil y fetal, sumado a más complicaciones durante el proceso y el parto.

Además de superiores riesgos de morbilidad, el embarazo adolescente presenta otras complicaciones que se pueden clasificar por períodos. En la primera mitad se destacan el aborto, la anemia, las infecciones urinarias y la bacteriuria asintomática; en la segunda los cuadros hipertensivos, las hemorragias asociadas con afecciones placentarias, la escasa ganancia de peso con malnutrición materna asociada (síndrome de crecimiento intrauterino retardado), síntomas de parto prematuro (contractilidad anormal) y la rotura prematura de las membranas ovulares.

En el parto los problemas más frecuentes son las alteraciones en la presentación y en la posición del feto, que se relacionan con un desarrollo incompleto de la pelvis materna; lo que determina una incapacidad del canal del parto para permitir el paso del feto. Estas patologías, conocidas como distocias, provocan aumento de los nacimientos por proceso operatorio (fórceps y cesáreas), procedimientos que pueden comprometer la calidad de vida del hijo y de la madre, y las posibilidades de esta para concebir y gestar en el futuro.

Tomada de El Carabobeño

En el producto de la concepción prevalecen el bajo peso al nacer, tanto por prematuridad como por deficiente desarrollo para la edad gestacional; por ende, es un recién nacido propenso a presentar sepsis y otras enfermedades, que constituyen un alto riesgo y se convierten en un problema biológico y social. Se ha confirmado que la mortalidad infantil en este grupo duplica o triplica la de los neonatos de madres mayores de 20 años.

Durante la etapa de crianza temprana se refieren dificultades con la lactancia, bajo peso del nacido, sobrecarga de la familia con los cuidados y riesgos de negligencia en la atención del recién nacido.

En otro orden de cosas, el inicio de la actividad sexual sin protección expone a las adolescentes a una serie de riesgos que comprometen su salud sexual y reproductiva, además de su desarrollo psicológico y social, pues esta se comienza sin una adecuada orientación y sin conocimiento pleno de las complicaciones que les puede conllevar esa actividad sexual precoz sin la debida protección.

Embrazado adolescente

Tomada de Dribbble

Al inicio sexual en edades tempranas se relacionan diferentes factores que pueden conducir al desarrollo de un embarazo en la adolescencia; entre ellos: la ignorancia sobre la reproducción humana que tienen los adolescentes, una comunicación insuficiente con los padres, el desconocimiento sobre sexualidad, vivir con uno solo de los progenitores, ser hija o hijo de padres adolescentes, la influencia de los grupos de amigos, televisión, periódicos y revistas.

Son miles las adolescentes que por distintos motivos y circunstancias conciben un embarazo sin haberlo planificado, ya que entre sus prioridades no se encuentra la planificación familiar. La decisión que tome la adolescente de abortar o de continuarlo siempre va a repercutir en su vida futura.

Fecundidad y embarazo adolescente en Cuba. Qué dicen los datos

El comportamiento promedio de la edad de la fecundidad en Cuba está en las mujeres de menos de 20 años de edad. En las adolescentes entre las edades de 15 a 19 años mostró una tasa de 51,3 en el año 2009, en el 2010 se incrementó a un 52,9 y en el 2011 la tasa se elevó a un 57,3 por cada 1000 mujeres de la edad reproductiva. Esta elevación gradual alcanzó alrededor del 16% de los nacimientos aportados por madres menores de 20 años en el año 2019, según la subdirectora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la UH, DrC. Matilde de la Caridad Molina Cintra. 

Durante los años 2019, 2020 y 2021 estas cifras experimentaron un discreto descenso, en lo que pudo haber influido los cierres sanitarios de centros de recreación, de estudio y limitación de la movilidad. Sin embargo, luego de esto, continuó en ascenso gradual, sobre todo en zonas rurales.

La mencionada encuesta, arrojó que la edad media a la primera relación sexual tanto para la población femenina como masculina estudiada ronda los 16,5 años. Unido a esto determinó que el 10% de las adolescentes con 15 a 19 años ya ha tenido hijos en una edad que ronda los 16 años. Asimismo, que la proporción más elevada de mujeres que tuvieron su primer hijo con menos de 20 años (38%) corresponde a la generación de 20-29 años. 

En adición, La ENF-2022 evidencia que el 75% de las mujeres de 15 a 54 años han estado embarazadas alguna vez y de ellas 38 de cada 100 tuvo su primer embarazo en sus años de adolescencia, es decir, antes de cumplir 20 años. Igualmente, 20 de cada 100 lo hizo antes de cumplir los 18. Las interrupciones de embarazo, y en particular aquellos que ocurren en la adolescencia, así como el número de adolescentes que declararon no utilizar métodos anticonceptivos (más del 25%), revelan insuficiencias a tener en cuenta en las políticas y programas de planificación familiar, en los protocolos de atención preventiva de salud y en la educación sexual integral de niños, niñas y adolescentes.

Por su parte, el Anuario Demográfico de 2022, determinó que casi el 18% de los nacimientos se dieron a partir de madres con menos de 20 años; diez años antes ese mismo dato era aproximadamente de 15.8%. 

Embarazo adolescente en Cuba

Gráfico elaborado a partir de las cifras del Anuario demográfico 2022

En cuanto a la distribución regional, las provincias más afectadas son Holguín, Granma, Camagüey y Las Tunas con más del 20% de los nacimientos con madres menores de 20 años. Por el contrario, las menos —pero igualmente— afectadas fueron La Habana, Pinar del Río y Villa Clara, con un 15% de bebés paridos por madres en edades tempranas. 

Otro problema alarmante es la brecha de género, la cual sitúa un desbalance sustancial entre las madres y los padres adolescentes, quienes son menos en una proporción de 1 a 5. En 2022 los padres con menos de 15 años fueron solo 12, en contraste, las embarazadas que dieron a luz en estas mismas edades ascendieron a 397. En el rango de los 15 a 19 años la cantidad de hombres estuvo en los 2480, mientras que de mujeres llegó a los 14351. 

Si se cruzan las edades de padres y madres en los rangos de menos de 15 hasta 19 años se evidencia que la gran mayoría de las mujeres concibieron con hombres mayores, asimismo sobresale la cantidad de hijos nacidos sin padres declarados. 

Embarazo adolescente en Cuba

Gráfico elaborado a partir de las cifras del Anuario Demográfico 2022

Causas y responsabilidades

Existen numerosas experiencias en Cuba con programas de educación sexual para prevenir la ocurrencia de embarazos en adolescentes. La gran mayoría basan su estrategia en la entrega de información sobre la fisiología de la reproducción humana, y promoviendo el uso de métodos anticonceptivos. Pero no han tenido resultados muy impactantes, de modo que las tendencias en las tasas de fecundidad y de abortos en este grupo etario no se han reducido en la magnitud esperada.

La doctora Grisell Rodríguez Gómez, oficial de programa del UNFPA en Cuba, declaró a la prensa estatal que era importante mirar a las mujeres, adolescentes y niñas más allá de su capacidad sexual y reproductiva, «se trata de todo lo que ocurre antes de un embarazo, la información que no se recibe, la anticoncepción que no se utiliza y se desconoce, la falta de negociación entre las parejas, la coacción y cómo ejercer el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y el momento de concepción». 

Tomada de IPS

Según lo dicho por la DrC. Reina Fleites, profesora titular del Departamento de Sociología de La Universidad de la Habana, en el Congreso Internacional de Investigadores sobre Infancias, Adolescencias y Juventudes del año 2022, la maternidad temprana ocurre más en adolescentes mestizas y negras, residentes en entornos rurales, desvinculadas del estudio y el trabajo, y en viviendas con bajos ingresos y en condiciones precarias, lo cual coloca el centro de este problema en un grupo especialmente vulnerable dentro de esta franja etárea. Muchas adolescentes escogen un proyecto de maternidad a partir de la creencia de que esa puede ser una vía de migración, mejorar su bienestar, salir de la pobreza o de la familia de origen, incluso algunas creen lograr independencia, alerta la especialista.

El inicio temprano de las relaciones sexuales y una todavía deficitaria educación integral de la sexualidad, sumado a la baja percepción de riesgo sobre las prácticas sexuales sin protección, poca autonomía, sobre todo de las muchachas, y asimetrías de género diversas clasifican como otros elementos dentro de la multicausalidad de este problema. 

Embarazo adolescente en Cuba

Tomada de Cubahora

En este sentido cabe destacar que la Resolución 16/2021 sobre educación sexual en la institución escolar ha quedado pospuesta indefinidamente luego de las presiones de grupos religiosos. Durante las recién culminadas sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular la diputada Mariela Castro Espín expresó su preocupación por el detenimiento de su implementación, a lo que el viceministro de educación Eugenio Gonzáles Pérez respondió que no se podía aplicar de forma urgente y se necesitaba «experimentar». No obstante, el funcionario no dejó claro los plazos para la culminación de los «experimentos». 

En paralelo, no ayudan las dificultades e intermitencias en el acceso de métodos anticonceptivos en las farmacias, y la reconocida necesidad creciente de servicios de salud sexual y reproductiva ajustados a las necesidades específicas de estos grupos de edades.

***

No puede entenderse hoy una política de promoción sanitaria dirigida a los adolescentes, sin una visión intersectorial y multidisciplinaria de sus particularidades. Los niveles de participación alcanzan lo individual, familiar, comunitario y social, de manera que el sistema de salud y el de educación deben asumir roles de liderazgo que abarquen desde la producción de información necesaria sobre sus requerimientos, hasta la propuesta y ejecución de intervenciones educativas a nivel familiar, escolar, comunitario y en los medios. 

Si bien la mayor responsabilidad radica en incluir el tema con la prioridad que corresponda en la agenda de todos los sectores, resulta imprescindible para esto contar con la voluntad expresa y actuante del Estado, no solo con palabras o voluntades, sino con la implementación de mejores programas, además de presupuestos destinados a garantizar, tanto la cobertura de anticonceptivos, como de una educación integral en la sexualidad que permita reducir las cifras que tanto nos alarman.  

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3 agosto 2023 7 comentarios
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Género

El mito de la transedad y Sound of Freedom

por Yadira Albet 21 julio 2023
escrito por Yadira Albet

En una reciente publicación de Facebook se hacía alusión al filme de este año Sound of Freedom (SOF), el cual ha generado polémica en el público y los medios, no solo por el tema abordado, sino por las declaraciones de su actor principal, Jim Caviezel, el productor Eduardo Verastegui y Timothy Ballard, CEO de las organizaciones Operation Underground Railroad y The Nazarene Fund.

Entre los análisis de ese post, y otros que abordan el acontecimiento mediático de Sound of Freedom, se hace alusión al tema de los adultos que manifiestan percibirse como menores de edad para abusar sexualmente de infantes.

La conducta aludida, que se conoce también bajo el término «transedad» (transage), no tiene un basamento científico sólido. Asimismo, contempla tanto comportamientos que están catalogados como patologías, como justificaciones que, deliberadamente, han esgrimido comisores de delitos asociados a la pedofilia para liberarse de su condena.

Síndrome de Peter Pan

Tomada de Neopraxis

El concepto en sí, no referido en los manuales de diagnóstico de enfermedad mental y que no se relaciona con el llamado «Síndrome de Peter Pan» —miedo a hacerse adulto e inmadurez emocional—, pretende catalogar a las personas que, presuntamente, no se sienten identificadas con su edad biológica sino con una mucho menor. Además de no estar sustentado por investigaciones psicológicas o médicas fiables, ha sido homologado por el discurso transfóbico a la identidad que asumen las personas trans, colocando en la misma línea de texto «transedad», «transgénero» y «pedofilia». La falsa analogía comúnmente utilizada es: «si permitimos que una persona que se siente identificada con otro género cambie sus documentos legales, también deberíamos permitir que pedófilo que se siente transedad pueda ser una niña y jugar y tocar a otras niñas».

No ayuda al desmontaje de este bulo que haya casos donde personas que han cometido delitos de pedofilia aleguen ser transedad. Uno de los más sonados en este sentido fue el de Joseph Roman, un estadounidense de 38 años, acusado en 2018 de violar a tres niñas, cuya defensa construyó el caso ante el juzgado bajo la alegación de que Roman era una persona «transedad» y se autopercibía como de 9 años.

Tomada de Chicago Tribune

A pesar del nulo éxito del alegato, varios medios de derecha aprovecharon el suceso para sembrar pánico en las familias, insinuando que, si las reformas progresistas vinculadas al reconocimiento de las identidades trans continuaban, un argumento similar podría funcionar en el futuro. Sobre esto, la periodista Gwendolyn Ann Smith, afirmó: «Los delincuentes inventan excusas para sus delitos. Hemos escuchado tantas malas excusas para el crimen, que muchas de esas historias se han convertido en leyendas». La también columnista de la revista Pride Source relata otros casos con defensas absurdas a delitos sexuales, que van desde la posesión demoniaca hasta culpabilizar al gato, por lo cual, el intento de Roman de librarse de la cárcel no sería muy diferente a estas.

En adición, un análisis muy elemental de este caso nos lleva a la caracterización psicológica de la edad infantil. según la cual, un menor de 9 años no estaría en condiciones de experimentar deseo sexual hasta el punto de llegar a la violación de otros menores.

Otro acontecimiento llamativo fue el de Stefonknee Wolscht, un hombre de 52 años que a los 46 decidió dejar a su familia para vivir la que consideraba su verdadera vida: la de una niña de seis años. Alrededor de esta persona se difundieron publicaciones donde se afirmaba que asistía a la escuela con menores, y podía tocarles y besarles sin prohibición alguna porque «se percibía como una niña». Sin embargo, la plataforma de factchecking Maldita desmintió estas noticias, y la foto difundida en las redes sociales en un supuesto entorno escolar, se trataba de una conferencia con adultos en la universidad George Brown College.

Transedad

Tomada de Maldita

Se podría afirmar que, dentro del campo de la psicología clínica, existe mucha más apertura y distintas corrientes críticas del racionalismo imperante (sistémicas, posracionalistas, gestalt), pero al no trabajar mayormente desde un enfoque de género y de complejidad, y persistir la desinformación sobre cuestiones relativas a la psicología cínica, se abre la puerta al surgimiento de otras corrientes seudocientíficas. Estas retoman algunos elementos y los reconfiguran para responder a criterios sesgados o teorías de conspiración. De ahí a acuñar términos que no se adscriban a teorías coherentes y fundamentadas va un trecho rápidamente salvable, al ritmo de la desinformación global de mano de influencers y figuras públicas.

En primer lugar, edad e identidad de género no son categorías iguales, aunque modelen las cualidades de la personalidad y la interacción del sujeto con otros y consigo mismo, tienen implicaciones psicológicas y legales totalmente distintas. Establecer un paralelismo entre ellas escapa a toda lógica. Sin embargo, eso justamente se hace en una de las líneas del discurso homo/transfóbico, lo cual contribuye a la exclusión y las posturas de odio hacia la comunidad LGBTIQ, y asocia en el imaginario popular estos movimientos por los derechos de una comunidad marginada a los grupos pedófilos.

Tomado de Fundación MxM

En segundo lugar, otras tendencias popularizadas y banalizadas por el discurso en redes (transespecie, transnacionalidad, transraza) han contribuido a la confusión y surgimiento de sesgos y criterios sin base que se viralizan entre el público.

Este tipo de discursos basados en errores de concepto o intención explícita de excluir minorías, está encontrando terreno fértil en la sociedad cubana donde, amén de la tendencia machista y la homo/transfobia que arrastramos históricamente, ha decaído la capacidad de análisis y valoración crítica debido, entre otras cosas, a un debilitamiento en la calidad de la educación institucional y social, a las campañas de desinformación emanadas de grupos fundamentalistas religiosos y a una recepción acrítica por parte de la población de los productos y mensajes generados y difundidos por los medios e internet.

La única forma posible de contrarrestar esta tendencia es difundir la información fiable, fundamentada, y promover el análisis crítico y la educación con enfoque científico. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más libre, igualitaria, informada e inclusiva, en donde nadie quede afuera por expresión, orientación e identidad, siendo la educación integral de la sexualidad un buen camino para vernos y reconocernos en nuestra diversidad desde un enfoque de ciencia, civismo y empatía.

Tomada de Codicemx

Ahora, concerniente al filme SOF, alabado por Mel Gibson, realizado por una productora cristiana (Angel Studios) y basado en la vida de Timothy Ballard, hay algunas cuestiones que conviene no perder de vista.

Cuando se hace una búsqueda en internet sobre filmes que aborden el tráfico de niños, la pornografía infantil y el abuso a menores, salta una gran variedad de propuestas de calidad en los últimos veinte años. Algunas, incluso, son basadas en investigaciones de hechos reales y conocidos donde se desenmascaran empresas, figuras políticas, artistas e iglesias. También aparecen series, documentales y cortos de campañas que alertan sobre el auge de la pornografía infantil, el tráfico y la violencia sexual contra las infancias y las luchas contra tales fenómenos.

Uno de esos productos, Los demonios del Edén (2005), documental basado en el libro homónimo de la periodista y activista mexicana Lydia Cacho, es una crónica muy valiosa sobre la lucha contra el tráfico de menores en Cancún. En este material, sin sensacionalismo y producto de una investigación seria y valiente, se revelan redes de tráfico, personalidades de la política y empresas involucradas y, con respeto y objetividad, se da voz a las víctimas.

Existen, otras propuestas audiovisuales igual de profundas y exhaustivas, de modo que con SOF no estamos ante un abordaje nuevo, ni siquiera el mejor, sobre el tráfico y la explotación sexual de menores de edad.

La polémica generada en torno a la propuesta fílmica tiene varios ángulos. Uno está en el espaldarazo recibido de parte de Qanon, organizaciones y personalidades que defienden posturas conservadoras allegadas a la extrema derecha y a la religión. Otro, es la supuesta «voluntad de desenmascarar una conspiración pedófila mundial» que queda en el sensacionalismo y la representación estereotipada de las víctimas del tráfico sexual y las redes delictivas que lo coordinan. La narrativa de SOF comparte puntos en común con el modelo americano del white man saviour (hombre blanco salvador) y el final feliz propio de todas las gestas de esta factura. No ahorra al espectador escenas realmente crudas y repulsivas, y muestra ingenuidad, falta de profundidad y poca elaboración en el diseño de algunos diálogos y situaciones. Es un producto olvidable que aborda un tema serio desde una perspectiva banal.

Sound of Freedom / Tomada de As Colombia

Existe una preocupación real sobre el tema de la explotación sexual a las infancias y el tráfico de menores de edad, pero… no todo el tiempo, ni por todo el mundo, y sobre todo: no con el mismo fin. Y aquí creo pertinente establecer la distinción entre la lucha legítima por los derechos y la protección a la infancia y quienes las instrumentalizan para descalificar a la comunidad LGBTIQ, a los feminismos y a otros movimientos por los derechos humanos. Entiéndase que el tema «proteger a la infancia» mueve —lo merece y exige— muchas sensibilidades, por lo que tiene un excelente reclamo de público, seguidores, personalidades que lo promuevan y hasta patrocinadores. No obstante, puede existir quien desee montarse en esa ola y dirigirla a donde quiera, no con el interés real de promover una transformación social a todos los niveles para combatir el flagelo, sino para sus propios fines, ya sean políticos, religiosos, publicitarios o económicos.

SOF es un ejemplo de esa manipulación de la ola, y como todo producto manipulador, se unirá a los «ejemplos» que utilizarán tanto quienes no posean un conocimiento profundo del tema como aquellos que tengan ideas muy definidas contra los movimientos progresistas bajo el manto de la divisa expresada por Caviezel: «Los niños de Dios no están a la venta».

21 julio 2023 10 comentarios
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