Cartas a La Joven Cuba es una sección de correspondencia cuya intención es visibilizar quejas y solicitudes de nuestros lectores, así como recepcionar las respuestas de las instituciones involucradas en darle seguimiento y solución a los problemas aquí planteados, si las hubiese.
A diferencia de otras secciones de igual índole existentes en la prensa cubana –«Acuse de recibo» de Juventud Rebelde, «Cartas a la dirección» de Granma, o «Buzón abierto» de Trabajadores, por ejemplo– nosotros únicamente ofreceremos nuestro espacio para hacer públicas situaciones que requieran la atención de las instancias pertinentes, no las tramitaremos directamente con estas.
Igual que es usual en las referidas secciones, La Joven Cuba no se responsabiliza por la veracidad de las quejas que recibimos. Comprobar si son reales es deber y facultad de las autoridades competentes. Por nuestra parte, siempre que alguna institución u organismo nos escriba declarando que una queja no tiene razón, nos comprometemos a publicar su réplica con la mayor prontitud posible, del mismo modo que publicaremos todas las otras que puedan llegarnos.
Para comunicarse con la sección, los lectores pueden escribir a este correo electrónico: cartasalajovencuba@gmail.com
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La agonía de una madre

(Foto: Nester Núñez)
Mairiobis Zamora Hechevarría es presa de la desesperación. Esta madre de 39 años, residente en un árido paraje a las afueras de la ciudad de Matanzas, —el Castillito, finca Monticelo, Canímar— lucha todos los días para intentar asegurarle a los suyos lo básico. En esta familia de siete hijos, el esposo albañil recibe un salario mínimo; el mayor de los vástagos, Adriano Cabrera, de 23 años, tiene retraso mental; y el niño de ocho, Robeisi Parra, es epiléptico y sufre crisis de ausencia. Los otros pequeños tienen doce, siete, cinco y tres años, además de una bebé de apenas tres meses.
Cuenta Mairiobis que en agosto de 2019 fue a pedir ayuda para reparar su muy precaria vivienda a los encargados de atención a los casos sociales. Allí habló con Marisol, quien en ese entonces se ocupaba de las madres con más de tres niños menores. Esta le tomó los datos y los envió a la Dirección Municipal de la Vivienda, donde le dijeron que, efectivamente, debía recibir ayuda, pero que la provincia de carecía de recursos.

(Foto: Nester Núñez)
En el mes de enero del 2020, Mairiobis fue a la Dirección de la Federación de Mujeres Cubanas de su provincia. La atendió Niurka, quien recibió de sus manos los documentos necesarios para demostrar la precariedad de su situación, así como reportes de la FMC, del PCC, y del delegado de su circunscripción que explicaban el caso. Niurka tomó todos los datos y le aseguró que lo plantearía. Nunca hubo respuesta
En el mes de febrero del mismo año, fue visitada por una trabajadora social para tomar nota y ser testigo ocular de las condiciones de la vivienda. En junio, estando embarazada de su hija más pequeña, una trabajadora de la Dirección Municipal de la Vivienda la contactó para anunciarle una cercana visita que aún espera. En resumen, desde febrero del 2020 a la fecha la han visitado cuatro trabajadores sociales y una de la salud. De ningún lugar ha llegado respuesta.

(Foto: Nester Núñez)
Su caso reapareció durante una reunión efectuada en el Gobierno Municipal de Matanzas en el mes de agosto del 2020. Al planteamiento del Intendente de que ya se había dado atención a todas las madres con más de tres hijos, respondió el entonces jurídico de Vivienda, de nombre Idalberto —que es vecino de Mairiobis— el cual alertó que en su barrio quedaba una compañera que teniendo siete hijos y una precaria situación, no había sido atendida.
Después de un encuentro con el Intendente, al que fue citada, este ordenó a una funcionaria, de nombre Yanelis, que pusiera el expediente de Mairiobis de número uno, pero meses después, ante la insistencia de la desesperada madre, la funcionaria en cuestión le respondió que allí no existía tal expediente, sino que estaba en la oficina encargada de «los casos sociales». No hay respuesta hasta el momento, ni de un lugar ni de otro.

(Foto: Nester Núñez)
El pasado 4 de enero, aprovechando que tuvieron que ir Mairiobis y su esposo al Ministerio de Trabajo en Matanzas, decidieron pedir un préstamo para poder adquirir la canasta básica, sumamente cara para nueve personas de acuerdo con los nuevos precios. Fueron atendidos por Yannara que los remitió al puesto de mando, donde debieron hacer una declaración jurada solicitando el subsidio para los alimentos. La respuesta debió llegar en tres semanas, pero solo el miércoles pasado, cuando el esposo fue a ver al delegado, conocieron que su solicitud había sido denegada pues no los consideraban un núcleo vulnerable.
Según les dijeron, la negativa está dada porque uno de los siete hijos tiene 23 años y puede trabajar. La cuestión es que ese hijo tiene retraso mental y fue recientemente sancionado. Salió a buscar trabajo en la reparación de vías férreas, pero como ni siquiera tiene sexto grado, y para esa función necesita al menos el duodécimo, le fue negado. Por gestiones de la UJC, volverá a estudiar cuando la situación epidemiológica lo permita.

(Foto: Nester Núñez)
De acuerdo al delegado Héctor Almeida Fernández, él ha planteado la situación en todas las reuniones. Lo mismo ha hecho Xiomara, quien atiende la FMC en su barrio. Ninguno ha obtenido respuesta.
Hasta ahora, la única «ayuda» que Mairiobis ha recibido es una cuna de tosca hechura que, para colmo, le costó 140 pesos. Ella recuerda que en junio pasado, en el espacio informativo Buenos días de la matancera TV Yumurí, un funcionario al frente de la obra constructiva del reparto Gelpi, cercano a la zona donde reside con su numerosa prole, aseguró que estaban previstas 64 viviendas para madres con más de tres hijos, como parte del programa nacional monitoreado directamente por el Presidente Miguel Díaz-Canel, pero ignorado aparentemente por algunas autoridades matanceras.
Ante tanto desamparo, esta madre no deja de preguntarse: «Si me toca una ayuda, ¿por qué no me la dan?».

(Foto: Nester Núñez)
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Súmese a la iniciativa del Consejo Editorial de La Joven Cuba y firme la Carta Abierta al presidente de Estados Unidos solicitando el fin de las sanciones contra Cuba.