El pasado lunes, 5 de abril, con el título «¿Nueva enfermedad en Matanzas o falsa alarma ciudadana?», publicamos un llamado a las autoridades sanitarias a que aclararan los hechos que estaban teniendo lugar en algunos municipios y poblados del centro-sur de esa provincia.
A partir de numerosas denuncias en las redes sociales y mediante familiares y amigos de miembros del equipo que residen en los municipios de Jagüey Grande y Jovellanos, así como a través de familiares de algunos de los fallecidos, fue posible confirmar que en las últimas semanas habían muerto personas cuya sintomatología básicamente se manifestaba como la de una neumonía de rápido desarrollo, ante la cual las pruebas de PCR ofrecen resultados negativos.
Como dijimos hace tres días, «no tenemos los elementos ni las facultades para afirmar que se trata de una cepa diferente y más agresiva de Covid-19 o de una nueva enfermedad respiratoria, pero la situación requiere atención inmediata».
Ante las denuncias en redes sociales y tras la publicación del texto en La Joven Cuba, las autoridades sanitarias continuaban negando que sucediera algo fuera de lo normal y que se estuvieran realizando investigaciones en el área.
Sin embargo, en la tarde de ayer, 7 de abril, el Gobierno Provincial de Matanzas publicó en su página de Facebook los resultados de un estudio poblacional, encabezado por la Dra. Guadalupe Guzmán, jefa del Centro de Investigación, Diagnóstico y Referencia del IPK Cuba, que reveló la existencia de cinco variantes de SARS-CoV-2 y seis patrones mutacionales circulantes en Cuba.
En el caso de la provincia de Matanzas, confirmó la presencia de las cepas o variantes del SARS-CoV-2 conocidas como la sudafricana, la de California, Estados Unidos y la de Wuhan, según explicó el director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, Fernando Acevo Figueroa al Consejo de Defensa.
Especificó que en los municipios de Jagüey Grande, Colón y Jovellanos existe presencia de la variante sudafricana; mientras, la de California está registrada en Cárdenas.
La publicación concluye afirmando: «La circulación actual de estas últimas cepas provocan como particularidades mayor nivel de contagio, más letalidad y diseminación. También ocasionan mayor agresividad al organismo. En la provincia aumenta la cantidad de personas en estado grave, críticos, así como los fallecidos. Matanzas reporta en los últimos días como promedio cien casos».
Es un paso importante que las autoridades sanitarias y políticas hayan reconocido la existencia de estas cepas en esas zonas. No obstante, existen interrogantes que requieren ser esclarecidas:
- ¿Puede detectarse el contagio con esas cepas mediante pruebas de PCR? De ser negativa la respuesta, ¿cómo podrían diagnosticarse?
- ¿El tratamiento aplicado a los pacientes contagiados con estas variantes es el mismo que se usa con el resto de los positivos a la Covid-19?
- ¿Existen en Cuba los medicamentos para tratar a esos pacientes?
- ¿Nuestros candidatos vacunales son efectivos contra estas cepas?
- ¿Qué medidas se tomarán para evitar que se dispersen por todo el territorio nacional?
- Ahora que las cepas han sido identificadas, ¿podría comprobarse que los fallecidos por la neumonía letal y cuyos PCR eran negativos estaban contagiados con alguna de ellas? Si fueran positivos esos estudios, ¿se incorporarían a las cifras de muertes por Covid-19?
Esperamos que este tema sea tratado con la transparencia que requiere y que se realicen las acciones pertinentes para controlar la situación en esos municipios y evitar que se expanda a otras zonas del país.