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Osmany Sánchez Roque

Osmany Sánchez Roque

Geógrafo. Profesor en la Universidad de Matanzas. Fundador de LJC

hombre

El deber de un hombre

por Osmany Sánchez Roque 14 noviembre 2018
escrito por Osmany Sánchez Roque

Durante años Lejb Domb, más conocido por Leopold Trepper organizó y dirigió la red de espionaje soviética conocida como La Orquesta Roja en la lucha contra el fascismo durante la segunda guerra mundial. Los propios servicios secretos alemanes calculaban que esa red costó más de 300 000 muertos a Alemania. Al concluir la guerra, Trepper regresó a la Unión Soviética y cumplió 10 años de prisión antes de que se demostrara su inocencia.

No es mi intención explicar los antecedentes, sugiero que, para tener más información, leer La Orquesta Roja del escritor francés Gilles Perrault o El Gran Juego, escrito por el propio Leopold Trepper. Tampoco pretendo adentrarme en los errores del socialismo en esa etapa y sus consecuencias porque lo que motiva este post es una frase Gilles Perrault para describir a Trepper al salir de la cárcel:

“Dejó la cárcel tan comunista como antes de ingresar a ella y aunque nosotros no somos comunistas, nos gusta que haya mantenido su fe porque la derrota de un hombre a quien sus vicisitudes llevan a arrojar sus convicciones como un fardo demasiado pesado, es la derrota de todos los hombres…”

Cuando leí esta frase me vinieron a la mente varios nombres de personas que confundieron el problema de un día con el de toda la vida y los sucesos acaecidos con una persona con todo el sistema. Se fueron de Cuba varias décadas después de la UMAP, pero justifican su decisión con la existencia de estas. Hoy dicen God Bless America y olvidan que en los años en que en Cuba existía la UMAP, en Estados Unidos había baños para blancos y baños para negros y estos últimos estaban luchando por su derecho a votar.

Aquel que pierde sus convicciones tan fácilmente es que nunca las tuvo. Puede tratar de convencerse de lo contrario, pero no puede obligar a los demás a que le crean. Reducir la Revolución al policía grosero, el médico indolente, el administrador corrupto y el funcionario obtuso, es una grave simplificación. El proyecto que estamos construyendo, tiene errores pero también muchas virtudes que pasan inadvertidas por ser cotidianas. Se recuerda más a un mal policía o médico que a los muchos buenos que nos encontramos antes.

Hay que ser consecuentes con nuestras ideas, un funcionario que comete un error o injusticia no es la Revolución. La costumbre de endilgarle al sistema político cada uno de los males sociales, se aplica convenientemente a los países de izquierda. Quienes dicen que la Revolución les falló o el Socialismo no funciona por un evento determinado, luego buscan explicaciones no ideológicas cuando quien les falla sistemáticamente es el Capitalismo.

El deber de un hombre es ser consecuente a sus ideas y no andar buscando pretextos para aborrecerlas. La victoria de Leopold Trepper fue esa, estar por encima de cualquier error o injusticia, y seguir su propio camino.

14 noviembre 2018 57 comentarios 383 vistas
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Confiar en los jóvenes

por Osmany Sánchez Roque 24 octubre 2018
escrito por Osmany Sánchez Roque

Para conocer Cuba hay que caminar sus calles, viajar en transporte público, sentarse en las gradas de un estadio de pelota o hacer la cola en una tienda. Escuchar a las personas, sus criterios, vivencias, esa es la Cuba real, no la que se presenta desde la oposición al gobierno.

En Cuba, una universidad es una representación de la sociedad a pequeña escala. En la misma aula están sentados juntos los hijos de los que tienen mucho y los que tienen poco. Tener el privilegio de hablar a diario con esos jóvenes e intercambiar con ellos, es una posibilidad para conocer la realidad cubana en toda su extensión.

El reciente debate del Anteproyecto de Constitución, dejó claro que para entender el auge de la derecha en América Latina, no es necesario ir a esos países porque parte de su lógica está presente en nuestra sociedad.

En Argentina un millonario dice que va a traer el cambio y la gente le cree y vota por él. En Brasil un candidato abiertamente racista y admirador de dictaduras militares dice que va a acabar con la violencia y la corrupción, la gente votará por él.

El gran logro de la derecha ha sido engañar al pueblo con un discurso que jamás será llevado a la práctica. Hacerlos votar por alguien que representa y defiende los intereses de una clase social a la que ellos no pertenecen.

La gente vota por esos candidatos porque les proponen soluciones a sus problemas cotidianos y el pueblo dice “vamos a probar”. La suma de las campaña de desprestigio de la prensa corporativa por un lado y los errores de la izquierda por otro les hace votar por alguien contra el que estarán protestando unos meses después.

La clave con la juventud cubana no es limitarse a decirles que nuestro sistema es más justo que aquel que nos quieren imponer, hay que convencerlos de que es capaz de resolver nuestros problemas. Hay que hacerles ver que tenemos más razones para creer y defender en el proyecto que estamos construyendo que para destruirlo.

Dejar los eufemismos. No podemos seguir llamándole “indisciplinas sociales” a los actos de vandalismo. A la corrupción hay que llamarla por su nombre.

Cuando un joven te dice que no quiere perder los logros del socialismo pero que hay que coger “lo bueno de esto y de lo otro” es que no entiende realmente como funciona lo “otro”. La esencia de lo “otro” no permite que tengamos lo mejor del nuestro.

El objetivo de la oposición es vendernos la promesa de un cambio que no beneficiará a la mayoría. Cuenta con la complicidad del bloqueo y la necesidad de cambios que vive el país, condicionando así la voluntad natural del pueblo. No basta con denunciar sus planes, hay que superarlos con un proyecto mejor.

La Revolución no es un mal menor sino una alternativa superior, no debe preocuparnos entonces hablar con franqueza de nuestras problemas. Confiar en los jóvenes y construir juntos, que el sentido común se impone cuando sabemos a dónde vamos y con qué contamos para llegar allí.

24 octubre 2018 122 comentarios 424 vistas
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anticomunismo

El anticomunismo del siglo XXI

por Osmany Sánchez Roque 12 septiembre 2018
escrito por Osmany Sánchez Roque

Durante decenas de años el comunismo ha sido presentado como algo que debemos temer. Los errores o desmanes de algunos comunistas del pasado nos son achacados hoy a todos como si por compartir los mismos principios -o parecidos- esto nos hiciera culpables por transitividad. Nunca he visto culpar a los gobiernos capitalistas actuales por crímenes – y son varios- cometidos por otros gobiernos de igual corte en épocas pasadas.

Hay grupos dedicados a mantener viva la histeria anticomunista. Hace poco se reunieron en La Florida -lo que no es de extrañar- para definir qué hacer con la seguridad del estado una vez que lograran derrocar al gobierno cubano. Sobre el contenido, nada nuevo, un grupo de lobos, disfrazados de ovejas, haciendo propuestas, tomando como casos de estudio a Rusia y Rumanía.

La noticia en sí poco aporta, lo que sí resulta muy interesante es la importancia que dan a “…educar a las futuras generaciones en los peligros para la sociedad del autoritarismo…” porque según expuso alarmado uno de los presentes, en Rumanía, más del 60% de los encuestados dijeron vivir mejor en 1989, o lo que es lo mismo, en el comunismo, que en la actualidad.

Según datos del Instituto Rumano de Evaluación y Estrategia (IRES) el 69% de los entrevistados consideran que se vivía mejor durante el comunismo. Según el estudio, los encuestados echan de menos sobre todo el empleo y el “vivir bien”  de su época comunista en comparación con la actualidad.

En el año 2014 el 66% de los rumanos votaría por Nicolae Ceausescu si se presentaba a las elecciones. En 2010 hubiese votado por él un 41%. En el 2014 la población rumana era de 19.908.979 habitantes. En los 10 años anteriores unos 3.000.000 de rumanos dejaron el país, por lo general gente joven, preparada, con ganas de trabajar y tener familia.

Rumania es el país con mayor pobreza infantil de Europa. Casi el 50% de los infantes en Rumanía viven sin los mínimos de nutrición, ropa y un cobijo en condiciones de ofrecer bienestar. Solo el 3% del PIB es invertido en educación.

Al socialismo usualmente le achacan sus culpas del pasado y se olvidan sus logros, con el capitalismo se hace todo lo contrario

Los participantes en el evento anticomunista en La Florida, aseguran que “el tipo de memoria que preservemos es importante para el país, pues si no se enfatiza en los valores morales que deben perdurar para que la democracia triunfe y el pasado no sea el futuro…” Es decir que hay que convencer a los rumanos de que a pesar del nivel de abandono y pobreza que sufren en la actualidad, deben ser felices porque viven en democracia.

Un paralelo a esto lo podemos ver en Libia, que era líder regional en servicios de salud y protección social sin embargo Estados Unidos y sus aliados bombardearon y destruyeron al país porque no había democracia. Hoy Libia es un caos y ninguno de los otros países se preocupa por sus ciudadanos.

Debemos tomar nota del caso rumano porque además no es el único. La solución a nuestros problemas está dentro del socialismo y no fuera de él. La única forma de contrarrestar las campañas anticomunistas es creando un país mejor. Un país que los jóvenes no quieran abandonar y muchos de los que están fuera, quieran retornar a él.

No intentemos convencer a los jóvenes sobre qué es el socialismo. En su lugar mostremos su mejor versión, tenemos que trabajar todos en construirla.

12 septiembre 2018 35 comentarios 872 vistas
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fuera

El capitalismo está allá fuera

por Osmany Sánchez Roque 24 agosto 2018
escrito por Osmany Sánchez Roque

Mientras en Cuba, la supuesta dictadura da la posibilidad de que millones de personas participen en la elaboración de su Constitución, en otros países del área -definidos como democráticos- los políticos se burlan del pueblo, con el silencio cómplice de los principales medios de comunicación.

Veamos algunos ejemplos:

Brasil: Temer vende el país a pedazos mientras se utiliza el poder judicial para detener el empuje de la izquierda, aun cuando no tengan pruebas.

Colombia: Juan Manuel Santos integra al país a la guerrerista OTAN. Los líderes sociales son asesinados a diario y como un avance de lo que viene, ya el nuevo presidente incumplió su primera promesa electoral.

Ecuador: El traidor Lenin Moreno sigue poniendo el país en manos de la derecha. Es necesario recordar que Moreno llegó a la presidencia con un discurso de izquierda y luego ha puesto en práctica las políticas de la derecha. Se utiliza el poder judicial para detener el empuje de la izquierda, aun cuando no tengan pruebas.

Argentina: El presidente Mauricio Macri ha endeudado el país por 100 años. Este es otro que también engañó al pueblo e incumplió varias promesas electorales. Se utiliza el poder judicial para detener el empuje de la izquierda, aun cuando no tengan pruebas.

El capitalismo tercermundista que nos tocaría a los cubanos no será nunca la solución a nuestros problemas. Nos quieren engañar con falsos discursos, pero viendo lo que ocurre a nuestro alrededor, bastaría con recordar aquella famosa serie de televisión: La verdad está allá fuera, y no es nada agradable.

24 agosto 2018 22 comentarios 410 vistas
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