La Joven Cuba
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Autor

Jorge Fernández Era

Jorge Fernández Era

Periodista, editor y humorista

Al revés en victoria

Al revés la victoria

por Jorge Fernández Era 15 agosto 2021
escrito por Jorge Fernández Era

―¿Me llamó, jefe?

―¿Y a quién si no acudir? Acaban de orientarme que hay que ampliar el alcance de tu ilustre idea.

―¿Cuál de ellas?

―La de nombrar «Victoria Popular» al tira y encoge del 5 de agosto del noventa y cuatro.

―Lo fue, ¿no? Poco faltó para que se declarara la República Independiente de Centro Habana.

―Menos mal que se atrasó la construcción del Frigorífico del Este. Si no…

―No entiendo…

―¿Serás burro? A la brigada del Contingente Blas Roca que levantaba esa obra hubo que movilizarla por una semana, repartirle pulóveres nuevos, mejorarles la dieta y poner en su función a diez entrenadores de bateo.

―A propósito, tengo en mi despacho una carta de reclamación de la FCBC.

―Querrás decir «del» Fondo Cubano de Bienes Culturales.

―Negativo: la Fábrica de Caguairanes y Bates Conexos, la que elabora los toletes de marabú para defendernos de las trompadas de los confundidos.

―¿Qué piden?

―Mejor salario. Quintuplicaron la cifra de trancas y no les han pagado ni tranca.

―Buen momento para informarles que está prevista una mayor autonomía como empresa socialista. Podrán incluso exportar sus producciones a Chile y Colombia, naciones muy interesadas en la experiencia cubana de represión ecológica.

―Idea suya esa, para ser justos. La de la exportación digo.

―Exacto. Cuando el Gobierno termine de encadenar productivamente a los manifestantes del 11 de Julio, haremos una cartica a ver si nos aumentan, pues seguimos varados en idéntica escala salarial.

―¿Y qué se nos exige allá arriba?

―Pensar en otras victorias populares. Mantener a la gente entretenida en caravanas, regatas, mítines mañaneros y reuniones con cancioncitas. Quién quita que hasta se organicen tiros de laguer.

―Llamémosles expendios, jefe. Eso de «tiros» daría lugar a disímiles interpretaciones.

―Estás clarísimo… Ahora al grano: definamos acontecimientos dignos de rescatar en cuanto a convertir reveses en victorias.

―¡La Zafra de los Diez Millones!

―¡Qué lástima…!

―Fue una lástima, sí, el papelazo de…

―No, me refiero a que lo de celebrar la Zafra del 70 debió ocurrírsenos antes. Hubiésemos guardado para la ocasión el kilogramo de azúcar brasileño que se distribuye por núcleo como parte de las donaciones. Perdimos la oportunidad de introducir un toque simbólico.

―No se preocupe, el mundo ayudará mientras las cosas estén jodidas. Habrá más donativos. Propondremos que la próxima zafra se nombre de los Diez Millones… de Onzas.

―¿Cuánto es eso en toneladas?

―Doscientas ochenta y ocho… Parece alcanzable.

―Vale la osadía. Tomo nota. Celebraremos además los aniversarios del Cordón de La Habana, de la desecación de la Ciénaga de Zapata…

―…de la Tarea Revolución.

―¿La Revolución es otro fracaso?

―Qué va, me refiero al plan para el desarrollo de las plantas proteicas.

―En diez años las vacas no se han convencido de que pueden engordar con esa mierda.

―Usted me perdona, jefe, pero antes de organizar campañitas con los aniversarios de esas batallas (que conste: no pongo en entredicho que hayan sido batallas victoriosas todas), deberíamos concentrarnos en la más trascendental.

―¿Más trascendental que el fracaso setentón que nos puso a comer de la mano del CAME?

―Positivo.

―Suéltalo.

―…Las manifestaciones del 11 de Julio.

―Coño, sí… Si a lo del 5 de agosto de hace veintisiete años lo calificamos como victoria popular, el 11 de Julio habrá que declararlo Fiesta Nacional o Día de la Independencia. No creo se contradiga con el día más alegre de la historia.

―Y que el Ministerio de Trabajo y Seguridad lo anuncie feriado.

―¡No me digas! ¿Para que nos acusen luego de promover que mucha más gente se tire a la calle?

15 agosto 2021 10 comentarios 2.823 vistas
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Una Dos Tres

Uno dos tres

por Jorge Fernández Era 8 agosto 2021
escrito por Jorge Fernández Era

Por cuanto: el presidente del Tribunal Supremo Popular metió la delicada pata de refrendar en conferencia de prensa el derecho inalienable de los ciudadanos, ciudadanas, campechanos y campechanas de manifestarse libre y públicamente.

Por cuanto: no puede dejarse a la espontaneidad ese precepto constitucional cuando seguimos insistiendo en que los miles y miles de manifestantes del mes pasado se dejaron manipular y salieron a la calle confundidos, pensando que fue trasladada la fecha de los carnavales.

Por cuanto: «¿Por cuánto?» es frase recurrente en el mercado negro, uno de los mecanismos de distribución no socialistas que pululan en nuestras calles e incentivan actos vandálicos como los del 11 de julio, que dejan a Gaesa, Cimex y al Ministerio de Comercio Interior desvalidos y sin posibilidad de cumplir el compromiso contraído de asegurar en las tiendas cuarenta y siete productos de amplia demanda popular.

Por tanto, en uso de las atribuciones que me han sido conferidas, dicto a continuación el:

Reglamento para manifestarse pacíficamente en Cuba

Artículo 1: Los reclamantes portarán un documento que haga constar que las inquietudes esgrimidas ya fueron planteadas al sindicato o en reuniones de los Comités de Defensa de la Revolución, Asambleas de Rendición de Cuentas, Estados de Opinión de las organizaciones políticas y de masas, y trabajos voluntarios en organopónicos, y que las respuestas no fueron lo suficientemente exhaustivas como para que no comprendieran que las cosas están como están porque todos no halamos parejo y pretendemos exigir a nuestros dirigentes lo que no somos capaces de hacer nosotros mismos; que son muchos los sacrificios que hace el Estado (así, con mayúscula) para lograr satisfacer a un pueblo (así, con minúsculas) cada vez más instruido e inteligente gracias a que la educación es gratis y la salud también, y… no sigo, porque me encabrona la gente malagradecida.

Artículo 2: Se realizará una petición formal de autorización ante las autoridades competentes e incompetentes (Policía Nacional Revolucionaria, Departamento de Seguridad del Estado, Defensa Civil, Cuartel de Bomberos, Oficoda y Partido Comunista de Cuba) que incluya una Certificación de Antecedentes Penales, un bono de participación en marchas contra el bloqueo y fotos del cantero familiar Siembra tu Pedacito.

Artículo 3: Avisar a la prensa con anticipación de no menos de cuarenta y ocho horas, en aras de evitar que los medios de difusión masiva esperen orientaciones de arriba o solo posean imágenes de la respuesta revolucionaria a las provocaciones de un grupo de vendepatrias que no se sabe cómo demonios recibió autorización de las autoridades competentes.

Artículo 4: Se presentará una declaración jurada en cuanto a que cualesquiera sean los trancazos, bastonazos, directos al mentón y técnicas de lucha antidisturbios que reciban por parte de las fuerzas actuantes, los manifestantes estarán convencidos de que nunca será como en Chile.

Artículo 5: Solo se permitirá virar un carro de la policía si los delincuentes demuestran poseer ―debidamente adquiridas en las tiendas en moneda libremente convertible o importadas con certificación expedida por la Aduana General de la República― las piezas de repuesto necesarias para dejar el vehículo tal y como se encontraba al minuto de comenzar el jaleo.

Artículo 6: Será considerado un sinsentido clamar libertad si ya la estamos brindando para vociferar cualquier tipo de sandeces. No se permitirá referencias a personas del primer grado de consanguinidad ni utilización de palabras ordinarias que conlleven supresión de caracteres. Y si de canciones se trata, las de Pimpinella son lo suficientemente contestatarias y entretenidas como para hacer menos tediosa la protesta.  

Artículo 7: Las áreas para manifestarse deben estar bien delimitadas e informadas. No está bien que alguien se traslade portando un cartel de Alto Cedro para Marcané, llegue a Cueto y siga a Mayarí.

Artículo 8: Las manifestaciones individuales no necesitarán de permiso y serán reprimidas con el debido respeto.

Artículo 9: Las manifestaciones de agrupaciones de individuos estarán autorizadas a portar un solo celular, en pos de hacer más factible y expedita la tarea de Alpidio.

Artículo 10: Las manifestaciones multitudinarias recibirán apoyo en transporte rápido y seguro hacia áreas de desconcentración.

Artículo 11 (y último, no habrá 12 posible): Serán consideradas manifestaciones individuales las de una persona, de agrupaciones las de dos y manifestaciones multitudinarias las de tres o a más estirar cuatro desgraciados mercenarios asalariados del imperio.

8 agosto 2021 23 comentarios 2.827 vistas
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Jaleas Corpus

Jaleas Corpus

por Jorge Fernández Era 1 agosto 2021
escrito por Jorge Fernández Era

―Buenas tardes.

―¿Viene a hacer una denuncia?

―No exactamente. Le explico: estuve detenido aquí durante una semana, cuando los sucesos del 11 de julio…

―¡Muchachooo…! Ya decía yo que tu cara me era conocida. Me acuerdo hasta de tu mamá, que se puso en tremenda petulancia y tuve que propinarle una galleta. ¿Está bien ella?

―Sí, ya se incorporó al trabajo.

―¿Y qué te trae por aquí?

―Nada, que en el programa Hacemos Cuba oí que de surgir cualquier irregularidad en el actuar de las fuerzas del orden se esclarecerían las circunstancias en las cuales sucedieron los hechos y se tomarían las medidas correspondientes, ya sea en el orden disciplinario si fuera un combatiente, o en el penal si la conducta llegara a ser violatoria de la ley. Me quedó claro en la conferencia de prensa de la fiscal general de la República y el presidente del Tribunal Supremo Popular que había que presentar pruebas y evidencias concretas… Vine a buscarlas.

―Pues, claro, no faltaba más, estamos para servir a la población. ¿Tú recuerdas en qué circunstancias te trasladaron hasta aquí y cuántos policías te cayeron a gaznatones?

―Con claridad recuerdo a tres, pero eran seis los que me dieron tranca.

―Espérate, déjame hablar con los gallos finos…

―Ah, ¿porque son miembros de la Brigada Especial Nacional?

―No, les dicen así porque tienen una valla en las inmediaciones… ¡Eh, atiendan! ¿Quiénes de ustedes abusaron de este ciudadano, el de los conceptos raros del otro día?… ¿Ves que ni tú estás claro? Dices que fueron seis y son ocho. Ya anoto sus números… El de la derecha declara que tú tampoco eres un santo, que te les resististe. Apunto ese detalle, pues puede ser que te hayan pegado en defensa propia… Investigaremos, se darán a conocer los resultados y, de encontrarse violaciones, se tomarán las medidas que permitan la restitución de la legalidad.

―Agregue ahí que mi mamá estuvo cuatro días dando vueltas por toda la ciudad y nadie le daba mi paradero. Si no se pone dura…

―¡Tampoco así! La gente exagera: se pierde un joven durante cinco días y ya dicen que está desaparecido. El mío tiene dieciséis años y son muchas las veces que he tenido que ir a buscarlo a casa de la pelandruja de su novia. La muy desgraciada me denunció una vez porque la amenacé con caerle a tiros… ¿A ti te falta algún diente?

―No, ¿por qué?

―Porque en la celda donde estuviste se encontró un colmillo. Coméntaselo a tus socios por si es de alguno de ellos. Está en perfecto estado, un buen odontólogo lo coloca de nuevo… ¿Llevas encima el celular?

―Aquí lo tengo. Apagado, para que no digan que filmo o grabo algo.

―No, hombre, era por si querías ir a la celda y tirar algunas fotos, quién quita que encuentres alguna que otra mancha de sangre.

―Voy a agradecérselo, sí.

―Te insisto en que nos debemos al pueblo. Tenemos como principio, y es lo que caracteriza la actuación de las autoridades, el derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho a la preservación y seguridad de las personas. Y el que así no crea, tiene derecho a reclamar… Mira, me indica uno de los ocho policías que va a facilitarnos la tabla con que te dio en la rodilla, a ver si conserva tu ADN. ¿Cuándo se ha visto tanta transparencia?

―A mí fue en la rodilla, pero a un amigo mío por poco le parten el calcañal.

―¡Qué fácil se dice eso! ¿Tú crees que en un escenario en que las turbas viran autos patrulleros ruedas arriba y lanzan piedras puede exigírsele a un guardia que coja puntería con un madero?… Anota aquí tu nombre y apellidos, carnet de identidad, dirección, correo electrónico y número del móvil.

―¿Para qué?

―¿Cómo que para qué? Contamos con diferentes canales para facilitar la comunicación de nuestro órgano con la población. Ya sea de manera presencial, vía telefónica, correo, portal web o redes sociales, nuestro personal está dispuesto a dar una respuesta y a investigar cualquier irregularidad denunciada.

―Ah, qué bien… Si puedo ayudar en algo…

―¿Ayudar? Claro que puedes. Tus ocho amigos represores están ahí porque a su pelotón le toca el matutino el viernes. Ve a ver si tú, que eres universitario, puedes tirarles un cabo… ¡Caballeros!… allá va el muchacho, desea cooperar.

―Para servirles, compañeros.

―¿Usted se sabe la estrofa esa: «No sé por qué piensas tú…», la de Nicolás Guillette, el bardo que está que corta?

―…No se llama así.

―Ya sabía yo que no era Nicolás, pero eso no importa. Acá discutíamos dónde es que está soldado el tipo del poema.

―…

―Ayúdenos, camarada, estamos para socorrernos mutuamente. Y si para reforzar se le ocurre alguna otra frase… ¡No vaya a salirme con la que puso en el grafiti: «Coopere con la policía: golpéese usted mismo»!

1 agosto 2021 17 comentarios 2.502 vistas
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Atenienses

Atenienses a las consecuencias

por Jorge Fernández Era 25 julio 2021
escrito por Jorge Fernández Era

Ciudadanos de Atenas, Grecia toda:

Se producen estos disturbios mientras somos asolados por la peste, que ha traído desorden moral, pérdida de valores, pánico y la huida por Pireo, único puerto disponible, por donde entran los pocos productos que nos es posible ofertar en los mercados con moneda espartana. Quienes se han pirado por Pireo son los principales instigadores de la sedición, que acontece en momentos en que tenemos una incidencia mayor del virus, sobre todo en la Atenas, pero también en los que hemos logrado cinco pócimas para combatir la enfermedad que harán innecesarios los rezos y plegarias en pos de que los dioses perdonen a los pecadores.

Es doloroso decirlo, pero ni Artemisa quedó al margen de las protestas. Elementos de la peor calaña pretendieron tomar Atenas bajo el lema: «Tumba, que ahí viene la polis». Se acusa a las fuerzas del orden de utilizar mazas, picas y espadas para reprimir a las hordas que intentaron obnubilar la tranquilidad antiquísima de esta urbe, que es centro histórico principal de Ática, con su ciudad amurallada y campos de cultivo y pastoreo beneficiados con las últimas sesenta y tres medidas gubernamentales.

No hay que asombrarse de tanta afrenta: desde el surgimiento de los papiros sociales son muchas las campañas de descrédito fomentadas por nuestra enemiga Esparta. ¡Y lo que no pueden perdonarnos los espartanos es el haber construido una democracia ateniense a solo 130 millas de sus costas! Porque democracia viene de «demos», que significa «pueblo», y de «kratos», que nos remite a «poder». De ahí que esta asamblea haya adoptado como lema «El kratos del demos: ¡ese sí es kratos!».

Se veían venir estas revueltas desde que sofocamos de un manotazo aquella provocación hace unos meses de un grupo de jóvenes frente al Partenón. Se habían sentado en sus inmediaciones a leer los poemas interminables de Heráclito de Ésefo, el que teorizó acerca de un cambio incesante de la materia… ¡que no vamos a permitir! A muchos de ellos se les ocuparon tablones con pensamientos de esos dos filósofos que se nombran Tales de Mileto y Pitágoras de Samos.

Tales de Mileto dejó como legado ―¡oigan esto!― la Teoría del Cambio, llamado sutil a la contrarrevolución. Pitágoras de Samos es el creador del teorema que enuncia algo tan subversivo como que en todo triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos. A los dos hay que gritarles: ¡más hipotenusas serán ustedes!

Cuánto no hemos hecho en materia de inclusión social desde que venciéramos al Imperio Aqueménida, comandado por Jerjes y sus jerjenes. Los estamentos más pobres de la población se vieron motivados a opinar y ambicionar más derechos, exigiendo una mayor participación en el poder político que tuvo su cumbre con la aprobación por amplia mayoría de la Constitución de Solón. Los grupúsculos del odio salieron a las plazas el otro día con pretensiones similares, alegando que en esta asamblea muy pocos podemos hablar libremente y todo el mundo levanta mano aprobatoria ante nuestras imposiciones.

Hemos dictado prisión provisional para un tal Aristóteles, quien ha escrito que en nuestro sistema «la prioridad máxima es beneficiar a unos pocos, mientras que el beneficio de la mayoría es una cuestión dejada para último momento; no es una democracia verdadera, sino otra oligarquía que se preocupa solo por quienes ostentan el poder». De él también es esa perla que define: «El principio básico del régimen democrático es la libertad; un rasgo de la libertad es el ser gobernado y gobernar alternativamente».

En nuestros órganos de instrucción se procesa también a otro supuesto filósofo conocido como Platón, en cuya papirería hemos encontrado críticas a nuestro sistema de gobierno. Considera que ofrecer puestos como sorteo implica que «muchos cargos gubernamentales son ocupados por gente que no tendrá las capacidades de un buen gobernante». Critica también la figura de la persona democrática radical, quien «En su búsqueda de la máxima libertad, quita derechos a los demás». Parece un estribillo. Ya habrá rapsodas que le respondan contundentemente.

¡No nos dejemos influenciar por ningún mercenario! ¡Tampoco permitamos que nuestras tribus se hagan arrastrar por el memetismo de esas sátiras políticas realizadas por Aristófanes, Cratés y Cratinos, cretinos que quieren pasar a la historia como inventores de la gran comedia antigua!

Claro que no es operativo pedirles a los manifestantes que desfilen señalando: «Pericles, el primer ciudadano de Atenas, es un personaje con un comportamiento anómalo, maligno, siniestro, inaudito, avieso y paradójico», pues semejante frase no cabe en un papiro y resulta difícil pronunciarla a coro. ¡Pero tampoco aceptaremos el poder de síntesis del que se han valido algunos para denostar de mi persona!

¡Tendrán que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren ganar esta Guerra del Peloponeso! ¡La orden de combate está dada! ¡El ágora es de los revolucionarios!

25 julio 2021 29 comentarios 3.046 vistas
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Urbanismo

Urbanismo

por Jorge Fernández Era 18 julio 2021
escrito por Jorge Fernández Era

―¿Viste qué hermoso te ves en esa foto, gritando desgañitado y con el brazo en alto?

―Yo…

―Ya sé por dónde vienes: es una manifestación pacífica… ¿De cuándo acá te has puesto tan del Partido de los Verdes? ¿Ahora pediste la militancia? Aquí tengo copia de las actas de las dos últimas asambleas de rendición de cuentas de tu circunscripción. A la primera no asististe, y en la segunda estabas, pero no consta que hayas hecho planteamiento alguno, a pesar de que hubo críticas muy duras con el asunto de Comunales y la recogida de basura. Se habló de la cantidad de desperdicios que la gente tiraba en la calle… quién iba a pensar que año y medio después la que se tirara para la calle y sin desperdicio fuera la gente.

―¿Sabe por qué…

―¡Cállate! Debías estar ronco después de lo que gritaste el domingo. ¿Es que no has tenido la oportunidad de plantear las inconformidades en las reuniones de los trabajadores de tu fábrica, aquellas en que tan duramente se ha criticado el recrudecimiento del bloqueo norteamericano? Dime si en el buró sindical de la Casa Blanca le han dicho tan clarito las verdades sobre Cuba al presidente de los Estados Unidos.

―¿Y qué resuelve…

―¡No me robes la palabra, coño! Cuando miro tu expediente y veo que eres hijo del mejor ingeniero en minas que tuvo este país, gracias a quien se descubrieron los pocos yacimientos de oro que se hoy se explotan en suelo cubano, no hago más que acordarme de la cantidad de veces que coincidí con él en movilizaciones de la zafra y en marchas del pueblo combatiente: ¡eso sí eran protestas!

―A papá…

―¡Venme ahora con la historia de su jubilación y de que fue poco el apoyo que se le dio tras el peritaje! Acabo de interrogar a algunos vecinos, dan fe de la cantidad de veces que el director de la Unión de Empresas pasó a hacerle consultas técnicas a tu viejo en el mismo portal de la Esquina de Toyo donde se sentaba a vender maní.

―¿Y acaso…

―¿Acaso calculas la cantidad de minas de oro que hay que explotar para pagarle la carrera a desagradecidos como tú?

―¿Tengo que…

―¡Tienes que ser consecuente con la historia! ¡Esta Revolución no se hizo para señalarle las manchas y después alegar que no hay detergente para quitárselas! Cada vez que veo esa foto tuya, encabezando a ese grupo de jóvenes, ¡qué digo jóvenes!: vagos, maleantes, delincuentes, mercenarios, rateros de la peor calaña que salen de la universidad y hasta una ocupación segura tienen…

―Somos…

―¡Unos imbéciles! ¿Quién les dijo que tienen tamaño para opinar sobre lo que pasa en este país? Para eso está la generación histórica. ¡Empínate ante la estatura de esos ancianos, que, a pesar de dejar sus responsabilidades, aún siguen sumándose a las visitas gubernamentales!

―¿Y no es hora…

―¡Es hora de que cierres la boca, me tienen harto tú y tus compañeritos con su hipercriticismo! ¿Qué pretendían: que se cambie el Día de la Rebeldía Nacional del 26 para el 11?

―La Historia…

―¡La Historia está escrita y ustedes ni la repasan! Antes no se veían las cosas que se ven hoy: no ya un presidente o un ministro, ¡cuidado del que hablara mal de un primer secretario del Partido en un municipio!… A propósito: ¡procura que en algún video no salga a relucir que tú y tus amiguitos repiten la frasecita de la canción o gritan a voz en cuello que el presidente fue violado contra natura!

―La Constitución…

―¡Constitución tarro! ¡Cada vez que alguien saca ese librito yo se lo haría tragar! ¿En qué acápite el panfleto ese dice que pueden enarbolarse ofensas a nuestros dirigentes? No creas que no investigaré qué hay detrás de la acotación que escribiste en el libro de Economía Política que tenemos incautado: «Lapin Gaesa». ¿Y todavía te ríes? La gozadera se acabó el día 11, ¿entendido? Ya lo dijo bien claro el compañero Díaz-Canel cuando dio la orden de combate: ¡la calle es de los revolucionarios!

―…y nosotros estábamos en la acera.

18 julio 2021 27 comentarios 3.074 vistas
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Elsabrupto

Elsabrupto

por Jorge Fernández Era 11 julio 2021
escrito por Jorge Fernández Era

Fiel a la Resolución 41 / 2018 que me designó presidente de esta instancia municipal, informo a los organismos superiores sobre el saldo dejado en la localidad por la tormenta tropical Elsa.

La susodicha nos visitó en un contexto marcado por la culminación de la reciente zafra azucarera, en la que el central Tres Libras ha logrado la hazaña de igualar la cantidad de azúcar obtenida en 1864 por el ingenio del que fue dueño el mayor general Teovigildo Espirragosa, héroe local y principal inspirador de las nuevas batallas a las que nos llaman el Gobierno y el Partido.

Conocida la cercanía de la depresión a la Isla, y de que el organismo tropical rozaba una peligrosa presión atmosférica de mil Héctor Pascal, se desató un movimiento anticiclón por parte de las organizaciones políticas y de masas, entre cuyas iniciativas estuvo un acto político-cultural en la escuela primaria Batalla de Mal Tiempo, con la presentación de la orquesta de cámara Vientos de Cuaresma.

A partir de esa fecha, el Centro Municipal de Gestión y Reducción de Riesgos no quiso arriesgarse a que Elsa nos cogiera reducidos, y gestionó con la Oficoda el aseguramiento, para los niños evacuados, de mirogurt, intento de yogurt que yo ni miro. A los mayores se les aprovisionó con una vaguada de mango producida por las mini-industrias del territorio.

Ante la inminencia del azote del organismo tropical sobre nuestra región, tomamos la determinación de evacuar hacia almacenes seguros un total de ochenta y tres toneladas de arroz, cincuenta y seis de azúcar, veintinueve de chícharos y treinta y seis de frijoles negros para ponerlas a buen resguardo… de la población.

Es justo señalar autocríticamente que los estudios meteorológicos locales se han tornado con cierta precipitación, y fueron nublados en estos días al no poder prever con exactitud el área por donde saldría Elsa hacia el Golfo de México, inicialmente prevista por nuestros investigadores para la zona conocida como Voye Chando. El error de cálculo puso en peligro la vida de los tripulantes de las treinta y seis embarcaciones que organizaron siete kilómetros más allá una regata en contra del acoso imperial, en áreas de la otrora cooperativa pesquera, hoy conocida (y reconocida) como la BABA (Base Acuática contra el Bloqueo y sus Acólitos).

La decisión más osada que se tomó días previos al paso de la depresión tropical por el municipio fue la de albergar a sesenta y ocho familias vulnerables en el hotel cuatro estrellas que se construye en Playa Jején. Tropas especiales del Minint pugnan hoy por sacarlos de allí, mas no nos arrepentimos: de no ser por el esfuerzo de las autoridades, nadie sabe qué hubiera pasado con los huéspedes de esas treinta y dos viviendas que en el día de ayer dejaron la condición de peligro de derrumbe y definitivamente fueron abajo. Hoy estaríamos hablando no ya del resto de la población, sino de sus restos.

No puedo dejar de mencionar la excelente actitud de la comunidad Primitiva, cuyos moradores accedieron a no abandonar las cuevas en las que viven evacuados desde el ciclón que nos asoló en el 2008, con estragos cercanos a aquellos que dejó el Flora cuando acabó con la fauna.

Fue suspendido el transporte público hacia las cabeceras de las demarcaciones aledañas, lo cual no se hizo ver. Ante la pertinente escasez en las farmacias para combatir altas y bajas presiones, nos vimos impelidos a fomentar la medicina verde… la de billetes ídem. Los familiares del norte han respondido y no dejan, a pesar del meteoro, de meter oro en nuestras desvencijadas arcas.

Sufrimos la pérdida de cincuenta y ocho cabezas de ganado. Pudimos contarlas gracias a que los lugareños las dejaron abandonadas y se llevaron la parte sustantiva aprovechando la confusión en la vaquería. La granja avícola tiene pienso para alimentar por cuatro días a las aves, y estas a su vez poseen carne para alimentar por solo dos a la población. Las goteras en dichos establecimientos surgen a cuentagotas.

Acabo de enterarme de que la Asamblea Nacional ha suspendido el séptimo período de sesiones, vaya desesión, y que en el Caribe oriental se formó la que se formó: la depresión tropical Gonzalo, que viene tras su consorte Elsa. El municipio, que ha dejado la fase informativa para regresar a la desinformativa, se repondrá de esas y de otras desgracias, y sabrá preservar los bienes y los males.

La población del invicto territorio nos invicta a proseguir, cual huracán, nuestro sinuoso recorrido, y se mantendrá atenta, a través de las palomo-conferencias y con la consigna «¡El que no oye al Consejo no llega a viejo!», a las orientaciones del Consejo de Defensa Provincial.

***

Si desea suscribir nuestra petición al gobierno para que flexibilice la entrada de medicamentos a Cuba, deje un comentario con su nombre en el post o escriba a nuestro correo electrónico (jovencuba@gmail.com)

11 julio 2021 13 comentarios 2.578 vistas
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Placebo

Comer es un placebo

por Jorge Fernández Era 4 julio 2021
escrito por Jorge Fernández Era

―¿Cómo va el informe? Mira que en las propuestas al Gobierno sobre las vías más efectivas de lograr la soberanía alimentaria nos va la vida.

―No me diga nada, jefa. Me he zambullido tanto en el asunto, que veo jama por doquier. Hoy el Granma amaneció con un titular que dice: «Reinician producción de vendas enyesadas en Cuba». ¿Qué leí?: «Reinician producción de viandas y ensaladas en Cuba».

―Qué más quisiera una… Si es producto de alguna formulación de nuestro centro, vamos a salir en los noticieros con letras doradas. ¿Te imaginas?: «Logra el Instituto Logístico para la Ulterior Socialización de la Abundancia (ILUSA) propuestas de aumento anual sostenido de proteína interna bruta».

―Más sustancioso que esa entrega de réplicas de machetes que pusieron el otro día. Parece un llamado a portarse bien so pena de que te manden para la zafra, como le hicieron a mi padre en los setenta por pedir ordeñar en paz su vaquita, comercializar su queso, matarla y vender la carne.

―Eso fue un error o tendencia negativa que no pudo rectificarse en los noventa porque era difícil discernir si era error, tendencia negativa o rezago del pasado.

―Que existamos nosotros como institución ratifica la voluntad estatal por aliviar un tanto las rectificaciones que hará el Gobierno elegido dentro de cincuenta años.

―Exacto, y para apaciguar las que tendremos que hacer nosotros si no presentamos algo sustancioso en la próxima reunión con el presidente. Conviene vayas diciendo hacia qué recodo del futuro viaja la investigación tuya.

―Verá, compañera directora: la solución a corto o mediano plazo de la situación alimentaria está en el efecto placebo. Proviene del latín la palabrita, significa «agradaré», primera persona singular futuro de modo.

―De modo que si no explicas bien esa singular propuesta tuya, serás la primera persona que salga por techo.

―Allá voy. Un placebo es una sustancia que carece de acción curativa, pero produce un efecto terapéutico si el enfermo la toma convencido de que es un medicamento eficaz. Tiene el mismo aspecto, gusto y forma que un medicamento verdadero, pero está hecho de productos inertes y sin ningún principio activo. Si trasladamos el concepto a lo que nos interesa, pudiéramos concluir que un alimento placebo es aquel que carece de sustancia, pero produce efecto si el hambriento se lo embucha convencido de que es un alimento realmente eficaz.

―Me gusta eso… el placebo no, la idea.

―Piense que más del setenta por ciento de los alimentos que consumimos son importados, y que buena parte del presupuesto de la nación pudiera reservarse para futuras inversiones en la agricultura, con el fin de obtener más aprisa una digestión próspera y sostenible. No en balde el efecto placebo es la fe del enfermo en el medicamento y en el médico.

―La misma fe que nos ha sostenido por años.

―Será un suceso, ya verá, hay experiencias más que comprobadas. La más significativa es la de las croquetas placebo. El año pasado se obtuvieron 26 000 toneladas de croquetas de carne y 17 000 de pescado. En ambas se utilizaba, para su confección, un 0,1 por ciento de fibra animal. Este año eliminamos ese componente y lo sustituimos por el caldo que se obtiene de la hervidura para la confección de cartón corrugado. El efecto es idéntico vendiendo el producto como croqueta de carne que como croqueta de pescado.

El tipo de investigación científica de mayor calidad es el denominado «ensayo controlado con asignación aleatoria doble ciego», en el cual se comparan los datos observados en dos personas, una de las cuales recibe la croqueta de carne y la otra la de pescado. El término «doble ciego» se refiere a que tanto el individuo participante en la investigación como el dependiente que lo atiende desconocen si aquel recibe una u otra. Para conseguir el doble ciego, las dos croquetas deben ser idénticas visualmente. Solo una minoría no las encuentra deliciosas, hay gente para todo.

―No hay peor doble ciego que el que no quiere ver.

―Que el que no quiere ver la Mesa Redonda. Comprobado está el resultado del estímulo psicológico inducido por la comparecencia el año pasado del ministro de la Industria Alimentaria. Hay una reducción de síntomas negativos como resultado de la percepción de los consumidores: el efecto de las croquetas placebo produce modificaciones en variables tan objetivas como la presión arterial, la colesterolemia, la temperatura corporal y la frecuencia cardiaca, lo cual puede traducirse en cambios fisiológicos como la liberación de endorfinas y la reducción del dolor de dispararse una cola.

―Hermoso eso.

―Podría extenderse el experimento, he ahí la propuesta. Aspiramos a que en el cuarto trimestre de 2022, a sesenta años del momento más álgido de nuestra existencia, ya estén cubiertos al menos cuarenta y siete productos placebo en las hoy desabastecidas tiendas en CUP. Vaya, que no haya Crisis en Octubre.

―Lo difícil será la información al pueblo. Está duro de explicar eso.

―Hay experiencias en el fomento de dirigentes placebos, pero deme tiempo para desarrollar esa investigación.

4 julio 2021 25 comentarios 3.217 vistas
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Palabras

Palabras a los intertextuales

por Jorge Fernández Era 27 junio 2021
escrito por Jorge Fernández Era

El director de la editorial me ha citado, desea entrevistarse conmigo. La editora del libro me adelantó que hay varios cuentos con «problemas políticos», y que si no los elimino me quedaré con ganas de publicarlo. Uno sobre todo será el centro de una reunión que se dibuja angustiosa. Lo titulé «Caperucita y los Tres Cerditos». En esta versión la chiquilla ha abandonado su matiz rojo y ahora se declara de centro izquierda. A la abuelita le ha sido otorgada la condición de vulnerable. Caperucita debe dar todos los días dos viajes al comedor del Sistema de Atención a la Familia, y luego partir al bosque con los pozuelos a llevarle la comida a la señora. La Dirección de Trabajo y Seguridad Social sospecha que la anciana los engaña, pues gracias a un raro pez con bigotes que habita en un arroyuelo cercano se han enterado que la susodicha fomenta un plan de desarrollo local para la cría de cerdos, y que ya posee tres. Debido a la pobreza de la vieja, los puercos tratan de construirse una cochiquera por esfuerzo propio, un leñador les vende los materiales a precios especulativos. El lobo se ha hecho de la vista gorda, pero no le gusta ni un poquito que se burlen de su poder, organiza un recorrido para chequear la implementación de los últimos acuerdos. Al llegar a casa de la abuelita, le pregunta quién ha autorizado ese proyecto de desarrollo endógeno. A la pobre vieja le da un infarto ante semejante palabreja. Caperucita llega justo cuando el lobo ha terminado de almorzársela, y ante las preguntas de la niña le plantea que no habrá diálogo mientras no le explique quién financia desde el extranjero esa cría de cochinos.

El tipo me hace pasar a su oficina. Hojea el volumen de cuentos y me comenta que están muy complacidos con el cuidado puesto en la ortografía y el claro dominio del lenguaje. Que si por ello(s) fuera, el texto íntegro tenía luz verde para ser enviado a imprenta, pero el problema estriba en que la libertad artística tiene sus límites y mi hipercriticismo se pasa de listo. Que el hipérbaton, como alteración del orden que las palabras tienen habitualmente en el discurso, está muy bien llevado en mi literatura, pero cuando ese orden se altera con manifestaciones como la del 27 («en la que sabemos que usted participó»), la cosa cambia. «Cambia tanto ―le respondí―, que de revolucionarios que fuimos a las veinticuatro horas, devenimos en mercenarios en menos de una semana». «Eres muy dado a la hipérbole ―apuntó él―, a la exageración de las circunstancias, los relatos o las noticias». «Eso hace todos los días la prensa ―le rebatí―, pero estamos tan acostumbrados…». Cité a continuación el proverbio chino que reproduzco en el libro: «“Impedir que se exprese la voz del pueblo es peor que detener el curso de un río”. Para qué sirve que cada vez tengan los ojos y las orejas más grandes, si no nos oyen ni nos perciben mejor. No es justo que haya seres humanos con derechos y seres “umapnos” sin ellos. No estoy por la división: si por mí fuera, Cuba se hubiera quedado con las seis provincias que tenía».

«Vayamos a ese cuento… ―alargó la frase como probando fuerza―. Se hace notoria la intención de recurrir a la intertextualidad para hacer guiños a un presente difícil, complejo, y que ustedes llaman contradictorio. No era necesario, por ejemplo, en una fábula donde confluyen varios animales de leyendas pretéritas, invocar al león y mencionar que con su anuencia están ocurriendo cosas feas en la selva. Tampoco decir que en la producción de carne se ha establecido un plan quinquenal gris y no se cumplen ciertos parámetros. Mucho menos, en la escena del consultorio, ante la frase de la enfermera de que esa vacuna, más que vacuna, es un país, poner en boca de Caperucita una expresión según usted antimperialista, pero de doble lectura y con muy mala leche: “Ay, enfermera, entonces no me ponga la Base Naval de Guantánamo”».

«¿No es magnífico que cada cual lo interprete como le venga en ganas, que no coincida lo que piense uno con lo que dilucide el otro?», pregunté. «Esa es la cosa ―dijo él―: necesitamos un arte con evidencias de otredad, pero hecho con buena fe. Se puede tener criterios diferentes siempre que se expongan en el momento y lugar adecuados, para que sean atendidos por los canales correspondientes».

No pude más y me fui, pidiéndole se metiera el libro por los canales correspondientes. Él engoló la voz para emitir una frase ya conocida que a mí se me antojó «Con la evolución todo, contra la evolución nada».

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