La Joven Cuba
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Autor

Jorge Fernández Era

Jorge Fernández Era

Periodista, editor y humorista

Ian

Ian sin nada

por Jorge Fernández Era 2 octubre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¡Ese noticiero no aprende! ¡Ni reuniéndome con ellos todas las semanas logran darme un respiro! ¿Tú viste el de hoy al mediodía, cuadro?

―¿Qué pasó?

―Que los mexicanos nos enviaron el primero de una decena de aviones con cien toneladas de insumos para restablecer el sistema eléctrico.

―Está bien divulgarlo, ¿no?

―¡Pero a quién se le ocurre poner a una funcionaria del aeropuerto de Varadero declarando sin más que «Cuando arribaron estas aeronaves, ustedes vieron que estaba lloviendo fuerte, y además coincidía con el cambio de turno de los trabajadores: los que salían por la mañana y los que entraban». Más fuerte que la lluvia fue imaginarme a la nave aérea dando vueltas y vueltas sobre Matanzas hasta quedarse sin combustible, en espera de que un turno relevara al otro.

―Peor fue perder la oportunidad de celebrar el aniversario 62 de los CDR con una gran caldosa donde la gente echara la comida que tenía en los refrigeradores. Total…

―Hay que tomar medidas. Comunícate con el presidente…

―¿Con Canel?

―…del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba. Que unifiquen los cambios de turno en todos los aeropuertos, y que en base a eso las compañías aéreas reestructuren sus horarios de llegadas y de salidas… o cualquier día ocurre una desgracia.

―¿Más desgracia que esa mujer diciendo tal barbaridad?

―No fue la única. Si el presidente…

―¿Del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba?

―…del Consejo de Estado y de Ministros, que se supone que es el presidente, ha dicho más de una vez que para resolver el problema de la vivienda hay que construir una diaria por municipio…

―…y nadie le hace caso.

―¿Cómo van a dejar que aparezca el director de la vivienda en Pinar del Río expresando que alrededor del sesenta por ciento del patrimonio habitacional de la provincia ha sido dañado por el huracán Ian, es decir, más de cincuenta mil viviendas? ¿Nadie saca cuenta de que, aun cumpliendo con Canel, y con once habitáculos diarios, la provincia no resolverá el problema ni en una década? ¿Será que no aterrizan?

―Por el cambio de turno. Se demuestra que no es lo mismo una visita del presidente al barrio La Guayaba, que una guayaba del presidente.

―La propia periodista confesó que Pinar del Río, desde otros ciclones, arrastra un déficit de seis mil viviendas. ¿Pensará ese que en el futuro no habrá más meteoros en la región occidental?

―No es por justificar al director de Vivienda de Pinar, pero si el primer secretario sugiere que hay que construir más consistentes las casas de tabaco, es loable que alguien se preocupe por las casas de los que se lo fuman.

―¿Se te ocurre algo en esa dirección, alguna propuesta que pueda ser considerada un aporte a la resistencia creativa?

―No sé si sabe, jefe, que en materia de viviendas tenemos cuatro tipologías constructivas. La tipología 1 se constituye de paredes y cubierta sólidas.

―Las nuestras.

―Tipología 2, con paredes sólidas y cubierta de tejas francesas o criollas.

―Las de La Habana Vieja.

―Tipología 3, paredes sólidas y cubierta ligera.

―Volaron sus techos en la mayoría de los casos.

―Y la cuarta tipología, de paredes de madera de quinta categoría y cubierta ligera inclasificable.

―Las que perdieron todo. ¿Según tú la solución es construirlas con tipología 1?

―Con tipología 5.

―No mencionaste esa.

―Habría que inscribirla a nombre nuestro como innovación. Cogemos la tipología 4 y le adicionamos en los cimientos un refugio. Los vietnamitas tienen experiencia en eso. Marrero anda por allá y podría pedirles asesoría.

―No está mal.

―Le quitamos medio metro a cada habitación y agregamos al proyecto arquitectónico un altar, para que la gente rece ante cada parte meteorológico.

―Magnífico. Ayer mismo pensaba en todas esas familias sin techo y se me ocurrió, fiel a nuestra divisa de convertir los reveses en victoria, que entre los ministerios de Educación y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente podría firmarse un convenio para crear en dichas comunidades Círculos de Interés de Astronomía, aprovechando que cada uno de esos hogares, de cierta manera, se ha convertido en un planetarium.

―¿Y si la población no entiende?

―La mandamos a 23 y M.

―¿A la televisión?

―No, a la sede del Partido Provincial de La Habana. Que Torres Iribar los atienda. ¿No es él quien dice que protestar es un derecho?

2 octubre 2022 9 comentarios 1k vistas
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Antojo

Antojos

por Jorge Fernández Era 25 septiembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

La Dirección General de Tropas Guardafronteras del Ministerio del Interior, de conjunto con las autoridades partidistas y gubernamentales de los municipios costeros del archipiélago, hacen saber que desde el pasado miércoles 21 de septiembre se ha visto incrementada en cifras alarmantes la cantidad de personas que acuden a nuestras costas y otean en las aguas próximas a estas, no precisamente como integrantes de los destacamentos «Mirando al mar», ni siquiera como futuros componentes de los contingentes «Voy tumbando en lo que sea».

Al indagar con los aludidos el motivo de comportamiento tan sospechoso, se ha conocido que el día de marras fue publicado en el diario Granma un artículo en el que se anuncia que el Centro Internacional de Buceo María la Gorda y el Parque Nacional Guanahacabibes, con el apoyo del Acuario Nacional de Cuba y el Centro Nacional de Áreas Protegidas, organizan la VI Campaña de Control y Manejo del Pez León, a realizarse ―que quede claro― entre el 4 y el 6 de noviembre.

Aunque en las bases de la campaña se informa que los participantes pueden ser profesionales especializados, pescadores y buzos nacionales e internacionales, y que los equipos que le irán con todo al Pterois antennata estarán conformados por dos integrantes, se ha conocido de la composición de verdaderos trabucos de entusiastas que competirán por hacerse de la mayor cantidad de especímenes, dado que en la prensa se cometió el error de agregar que acudiría también «la comunidad local» y ―más preocupante― que dichos peces son comestibles y podrá presentarse un plato con los ejemplares capturados, con el objetivo de promover su consumo entre la población y los turistas.

A los ciudadanos ―acampados sobre arrecifes, manglares y sustratos movedizos― se les ha impuesto sobre el peligro de la picadura venenosa de esos vertebrados de llamativas aletas pectorales y comportamiento irritable. Sus  glándulas (las de los peces) inoculan una toxina que puede causar parálisis respiratoria, insuficiencia en la circulación y fiebre. Insuficientes han sido las fuerzas del orden, no han logrado la parálisis de la circulación hacia la costa en lo que se presume una nueva fiebre de captura. La respuesta de los involucrados en el irresponsable episodio ha sido más irritable que la del pez. Han hecho colocar sobre las uvas caletas pancartas que rezan: «¡Que venga la fiera, que la estoy esperando!». No se sabe si están dirigidas al pez león o a los agentes.

«Los especialistas estiman que la invasión del pez león es probablemente el peor desastre ecológico artificial jamás visto, está dejando fuera de competencia a las poblaciones de peces nativos de otras especies marinas, por su capacidad de sobrevivir mejor, procrear más rápidamente y conseguir alimento con más éxito», ha dicho el periódico. «De nuestra capacidad de sobrevivir, mejor ni le hablo ―declara uno de los pescadores furtivos―. ¿Podemos procrearnos si no hay cómo conseguir alimento con más éxito?».

El pez león tiene un alto valor nutricional, con una proporción importante de grasas omega 6 y omega 3, de ahí que se especule que los miles de ciudadanos que se han situado en nuestras costas a la espera de la aparición de los espinosos seres hayan sido influidos también por la lectura de otro artículo, replicado por Juventud Rebelde, donde se menciona un estudio que ha revelado «la conexión interna entre cerebro e intestino», por la cual la grasa que llega a este «desencadena una señal que es transmitida al cerebro por medio de los nervios y provoca el ulterior deseo de volver a ingerir comida grasa. Eso que podríamos llamar coloquialmente como un antojo».

A contrapelo de que «estas observaciones abren la puerta a la posibilidad de interferir en esa conexión intestino-cerebro, para cortar el deseo de más grasa, ayudar a elegir opciones más saludables y abordar el creciente problema mundial causado por el exceso de comida», y de que «los investigadores han concluido que también con el azúcar se activa el mismo mecanismo intestinal hacia el cerebro», nuestro país, en espera de «modos farmacoterapéuticos de interrumpir esa conexión intestino-neuronal», hace ingentes esfuerzos para cortar el deseo no solo de más grasa y más azúcar, sino de cualquier cosa masticable.

«Vivimos en tiempos sin precedentes, en los que el consumo excesivo de grasas y azúcares está causando una epidemia de obesidad y trastornos metabólicos», así que urge evitar que se propague María la Gorda.

Llamamos a todos los que hoy se aglomeran en playas, salientes y deltas de los ríos a que abandonen el antojo. La VI Campaña de Control y Manejo del Pez León tendrá como sede únicamente al Parque Nacional Guanahacabibes, en el extremo occidental, que forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. En sus zonas está prohibido todo tipo de pesca comercial, deportiva, recreativa y submarina, salvo para… profesionales especializados.

En momentos en que nuestro pueblo acude a dar el sí por un documento que en su capítulo II del título III establece las pautas sobre la obligación legal de dar alimentos, pedimos a los posibles involucrados en el delito de pesca ilegal de especies marinas que concienticen en que serán quince mil crías las que quedarán abandonadas a su suerte por cada hembra leona que sea ensartada por los arpones. La familia Scorpaenidae también merece su Código.

25 septiembre 2022 9 comentarios 1k vistas
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Homilía

Homilía

por Jorge Fernández Era 18 septiembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―El país avanza, la filosofía también.

―De lo primero ya sabía, pero ¿podrías argumentar lo segundo?

―Que Marx, Engels y Lenin ya nos van quedando chiquitos. El socialismo cubano sigue dando que hablar.

―Por hablar no hay quién nos gane. El blablablá se ha convertido en alma y sustento de la nación.

―Olvidas que el tránsito hacia una sociedad más justa es un proceso traumático en el que es necesario despojarse de muchos lastres.

―Hay que ver una libreta de abastecimiento de los años setenta para constatar la cantidad de lastres que ya no llegan a la bodega. Vaya, que el que dio en el clavo con la Cuba que vendría después fue Lenin con aquello de «Un paso adelante, dos pasos atrás».

―El principio de distribución socialista ha sido superado.

―Más bien fuimos superados por él. A nadie se le paga según su trabajo, no hay condiciones para que pueda rendirse según la capacidad. «Más das, más te quito», parece decir la filosofía criolla. Aumentaron los salarios, a una pila de gente comenzaron a pagarle a destajo, pero aumentaron los precios y de inmediato el dinero se redujo de un tajo.

―Ni el marxismo, ni el sistema presupuestado de los sesenta, ni el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas, ni la actualización económica son nada cuando se les compara con las ideas que leí recientemente. Un mesías, no puedo sino llamarle así, ha dicho que «nuestra perenne preocupación por la repartición de lo que se tiene, que ya sabemos no es óptima, y muchas veces ni siquiera es buena, deja fuera en la mayoría de las ocasiones el paso previo: el de la creación de esa riqueza».

―¿Qué riqueza?

―Se refiere etimológicamente a cosa suntuosa o de gran valor, no importa si desaparecida. Escucha lo que sigue: «Podríamos hasta parafrasear ese principio, para recrear otro tan o más necesario: a cada cual, su trabajo». Lo bautiza como «principio de producción socialista».

―Es como decir «a cada cual la vida», para después encontrarnos con que esto no es vida ni nada que se le parezca.

―Tu blasfemia la responde alegando que «en no pocas oportunidades es más fácil exigir lo que deseamos de las instituciones o del resto de las personas, que ubicarnos en lo que a cada quien le toca hacer».

―Es al revés: a las instituciones y a quienes las dirigen les es más fácil exigirnos cada vez más que abrir oportunidades para que a cada cual le toque lo que debía tocarle.

―«Pensemos en qué mejor de los mundos viviríamos, cuánto beneficio recibiríamos si cada individuo hiciera lo que le corresponde en función de los demás», continúa.

―Muy lindo. Marx se hubiera partido de la risa. Meterse años escribiendo tomos y más tomos de pura teoría revolucionaria para que venga otro a decir que si me das la mano y danzamos se acaban los conflictos de clase. Otro que quizás no fue a la clase.

―Dice también que «Ello no quita que hay responsabilidades administrativas y políticas en las personas y estructuras que deben propiciar condiciones favorables para que todas y todos podamos cumplir con nuestras tareas. Pero ya sabemos que repartir culpas y reiterar lamentos no produce prácticamente nada, salvo irritación y descontento».

―Eso es hablar de allá para acá y no a la inversa. No somos precisamente nosotros los que nos la pasamos repartiendo culpas, creando irritación y descontento. Desde arriba indican que «hay que producir azúcar, es lo que el país necesita», «buscar cada día cómo enfrentar los problemas con pasión revolucionaria, pensando y actuando con creatividad e ingenio», como si los trabajadores fueran responsables de que los centrales casi desaparecieran cuando Trump preparaba su reality show El Aprendiz hace ya dos décadas.

Pareciera que Fernando Buen Abad cita a los verdaderos culpables cuando señala en Cubadebate que «en muchas obras la ignorancia se vuelve procaz y hace de las suyas para convencer a los autores de que el público es igual, o peor, de ignorante, y que cualquier cosa puede deslizarse como obra cumbre del genio o del ingenio bajado de los cielos por obra de las musas o del iluminismo extraterrestre».

―Eso: ¿no te parece iluminista desafiar a Marx?

―Carlitos expresó que «el valor de la fuerza de trabajo se determina por el valor de los artículos de primera necesidad imprescindibles para producir, desarrollar, mantener y perpetuar la fuerza de trabajo». 

―Difamas de quienes son fieles a la filosofía de avanzar sobre cualquier dificultad, con firmeza ideológica, en la búsqueda de ideas compartidas con el pueblo, para hacer posible que el país alcance sus metas en todos los frentes.

―No creo estés hablando de Francisco, el de Roma. En una de sus homilías ha expresado que «dejándonos llevar por las emociones, nos ponemos en las manos de quien con destreza y astucia sabe manejar esa situación, aprovechando los miedos de la sociedad y prometiéndonos ser el “salvador” que resolverá los problemas, mientras en realidad lo que quiere es que su aceptación y su poder aumenten, su imagen, su capacidad de tener las cosas bajo control». Dios, agrega, «no instrumentaliza nuestras necesidades, no usa nunca nuestras debilidades para engrandecerse a sí mismo, no quiere seducirnos con el engaño, no quiere distribuir alegrías baratas ni le interesan las mareas humanas».

―Me refiero a Francisco, sí, pero el del periódico Trabajadores.

18 septiembre 2022 10 comentarios 1k vistas
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Fallos

Fallos

por Jorge Fernández Era 11 septiembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¿Tampoco hay capacidades para ese ómnibus? ¡Desde ayer estoy en la Lista de Espera y la cola de fallos no camina!

―¿Acaso es culpa nuestra que la demanda supere la oferta?

―Es su deber atender las demandas a esa oferta.

―¿Qué pretende? ¿Inventar un fallo para que usted viaje?

―Que no haya invento. La guagua de Santiago vino con seis asientos vacíos y se fue llena.

―Tuvimos que priorizar un turno médico, dos empleados y tres más que alegaron ser técnicos que van a la Renté a echar a andar todas las unidades de esa termoeléctrica para que usted, yo y esta terminal no suframos más apagones.

―Otro fallo, y no precisamente a favor de los que estamos en la lista.

―¿Insinúa que somos un Estado fallido?

―¿Qué tiene que ver la Lista con el billete? Absténgase de cuestionamientos morales.

―A eso iba. ¿No escuchó el discurso de Morales Ojeda en el aniversario 65 de la sublevación de Cienfuegos, cuando fustigó a los que sueñan con otro alzamiento en Cuba?

―Dijo también que «tenemos dificultades, desabastecimientos y carencias innegables, dolorosas algunas, que constituyen cada día la principal preocupación y el desvelo de los que asumen responsabilidades en el Partido, el Estado, el Gobierno»… y la Lista de Espera de Ómnibus Nacionales.

―Nos encontramos, enfatizó, «ante un diseño de guerra económica concebido para generar carencias de todo tipo, que provoquen desesperación en el pueblo».

―Y en los que llevamos aquí más de un día.

―¿Ve como cae solito? El secretario de Organización y Política de Cuadros lo retrató cuando dijo que hay cínicos que «despliegan una feroz campaña mediática de descrédito hacia el socialismo» y «tildan de incapaz al Gobierno y de que no ha sabido encaminar el desarrollo del país, tratando de imponer la idea del Estado fallido».

―¿Cínico porque señalo los fallos de una lista de fallos que no da fallos?

―Pero arremete contra los que «tenemos la responsabilidad histórica de demostrar, en medio del bloqueo y las agresiones, que el socialismo, además de ser el sistema social más humano y justo, puede producir y prestar servicios con calidad y eficiencia». Lo dijo Ojeda.

―Para aceptar a continuación que «Es difícil». «Mi trabajo es usted» es una cantaleta que estamos oyendo hace décadas. Todavía quieren que entonemos «Nadie va a quererte como yo», un éxito de José Valladares de hace cuarenta años. Lo cantó Ojedita.

―Eso es lo que les duele a usted y a unos cuantos: los éxitos de un país que avanza.

―Y de una cola que no lo hace.

―Hay dificultades que, para su solución, necesitan de medidas que ya se tomaron, se toman y se tomarán, pero «requieren inevitablemente de un proceso escalonado y de tiempo para que sus resultados puedan apreciarse».

―¿Más tiempo del que llevo en este recinto?

―Más gente que se apriete el cinto… y menos odiadores. Usted demuestra ser uno de ellos.

―¿Porque reclamo mi derecho a reclamar?

―Porque se rebela y arrastra a sus congéneres a la subversión ideológica, habiendo mil lugares donde protestar, como asegura Con Filo.

―¿Y dónde están los otros novecientos noventa y nueve?

―Donde haya que estar para combatirlos a ustedes. Cualquier cosa les parece mal: ahora critican el duelo oficial por la muerte de la reina Isabel.

―Fue muy decente esa decisión, pero le confieso que me gusta el chiste de que «la calle Reina muere donde comienza Carlos III».

―Nada de extrañar en su persona. No crea que me pasó inadvertido que por la madrugada disfrutó en su celular a la Massiel: «Voy gritando libertad y no quieren oír», menudo llamamiento para otro 11 de julio; «Di que no, di tú también que no», a pocas semanas del referendo del Código de las Familias; «Toma la piedra, deja la flor», un llamado a prescindir de desfiles con rosas y asumir el acto vandálico como norma.

―Conoce bien a esa cantante española. ¿Se la copio?

―Mejor no. Capaz de que me dé una canción, luego haga un discurso sobre su derecho a hablar… y sabotee la Lista de Espera.

―El «sabiotaje» hace más daño, ese que nos imponen los sabios que se las saben todas, cometen errores una y otra vez, y no rinden cuentas de su larga lista… de fallos.

―«¡Vendrán mejores tiempos! ¡Se ha trabajado para eso! ¡A seguir!», ha exclamado el presidente.

―¿Seguir cometiendo fallos?

―Usted no tiene reservación ni reserva su odio para emprenderla contra todo. Regrese a su asiento si no quiere que lo elimine de la lista.

―¿Me impedirá viajar?

―Tómelo como desee. Me arrogo la potestad de regular la salida y entrada de pasajeros desde y hacia el territorio nacional.

―Vaya toque de democracia.

11 septiembre 2022 10 comentarios 1k vistas
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Credenciales

Credenciales

por Jorge Fernández Era 4 septiembre 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―Voy a perder el vuelo. ¡Cómo vas a llamarme a tu oficina tres horas antes!

―Por priorizar el contenido de las maletas, seguro no has leído Cubadebate.

―Si algo hubiera pasado, ya mi mujer lo sabría. No paraba de exigirme que si la camisa esta o aquella, que no me olvidara de comprar en Barajas las vitaminas para la niña.

―Economía de subsistencia. ¿Será posible que los cuadros estén pendientes de bagatelas y no ausculten que el futuro de la nación está en la superestructura?

―Ya eso lo vimos ayer. Mi principal tarea luego de presentar mis cartas credenciales como embajador ante la Unión Europea es pedir créditos de donde sea, no importa si de amigos o enemigos. Como si es de Ucrania, vaya.

―Pues no, hay cambio de estrategia: Europa acaba de llegar al capitalismo de escasez.

―¿Y las vitaminas para mi hija?

―Hablo de una situación de hace solo tres días, imposible hayan instaurado el tarjetón. Pensemos como país. Cuando se te pidió ser proactivo con cuanto empresario, financista  o suministrador de donaciones te encontraras, no creíamos que la situación del viejo continente fuera a llegar a esos límites.

―«Capitalismo de escasez», mira tú. En Cuba tuvimos escasez de capitalismo… hemos ido rectificando.

―No es achacable a territorios, sino a estructuras sociopolíticas. Quién iba a decir que «el sistema-mundo capitalista está en una fase crítica de cambio y cronificación de la crisis económica», «hacia un modelo de regulación capitalista donde la escasez y el racionamiento sean la norma social».

―¿Entonces? ¿Aplazarán mi viaje hasta que regrese el socialismo a Europa?

―Más despacio. El hecho de que «la actual crisis inflacionaria y bélica demuestra que los derroteros de la gobernanza capitalista apuntan hacia un modelo de escasez marcado por la pobreza y proletarización crecientes» y de que se vive «un periodo de transición hacia algo nuevo», no significa que vayan a instaurar la libreta. Ahí entra a jugar nuestra experiencia, ¿entiendes? ¿Imaginas lo feo de que un país como Cuba, que hace rato pasó por eso, vaya a pedirle ayuda a países que están en una situación más dramática?

―Entiendo. Es hora de que conversemos con ellos mirándolos desde arriba.

―Ahora mismo, en Reino Unido, el kilo de mantequilla llega a las diez libras esterlinas, horrible grado de indefensión para una isla tan isla como la nuestra, a la deriva en un continente inestable…

―¿La mantequilla hace que se deslice?

―Fue una alegoría. Hablo de una situación sin paralelo en las últimas décadas. Fíjate que la calefacción representará el pago de hasta 3244 al año. La contingencia energética se hace más grave según pasan los días.

―¿De qué bloque hablas?

―Del Reino Unido y Europa, por supuesto. «El capitalismo se acerca a lo que podemos llamar sus límites biofísicos», «es el momento de exigir respuestas a los políticos», se dice en Cubadebate.

―¡Ya! Llego yo y aconsejo a la Unión Europea que lo más factible para mantener a la gente sin preguntas es que los políticos no tengan que ofrecer respuestas.

―Por ahí va la cosa. Aprovechas también para introducir una comparación elemental: mientras los ciudadanos europeos emplean una cuarta parte de sus ingresos en pagar la electricidad, en Cuba, en los últimos tres meses, ese monto ha disminuido casi a la mitad de lo que se cobraba antes. Y saltas para otro tema, no vaya a ser que te pidan explicaciones.

―Podría hablarles de las 243 medidas que aplicó la administración Trump desde el segundo semestre de 2019, y de otras tantas dictadas por nosotros para atenuarlas.

―De las nuestras ni hables, hay que ver que han pasado dos campañas de primavera y ni siquiera el verano hace producir viandas y vegetales con las 63 de la agricultura implementadas en abril de 2021. ¡Caballero, que la mayoría de la frutas, verduras y carnes que consumen los rusos provienen de Argentina, Brasil y Uruguay, con lo bien que nos estamos llevando con los puñeteros soviéticos!

―Intentaré que las frutas, verduras y carnes que no compra Rusia en los países que la sancionan se desvíen del viejo continente hacia acá.

―La inflación en la Unión Europea ha alcanzado el 9,4 % y se teme que llegue al 12 %, se sentirán muy estimulados a vender sus producciones a un país que superó el 600 % de alza en los precios. Podremos negociar desde la hegemonía. Eso sí: revisa los párrafos cuatro al diez de tu informe, en todas las exportaciones se habla de compra de leche para los niños.

―Los inversores europeos compartirán «ideas timbradas por el cariño y el deseo de hacer buenas cosas en el país caribeño». Cariño rima con niño.

―No hay que exagerar, pensarán que por la sangre de los chamas corre lactosa… Y cambia ese título de «Interés y posibilidades para la inversión extranjera» por otro dirigido al Reino Unido. Los escachaos son ellos.

―¿Qué te parece «Creative resistance»?

4 septiembre 2022 7 comentarios 1k vistas
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Futuro Concentrado

Futuro concentrado

por Jorge Fernández Era 28 agosto 2022
escrito por Jorge Fernández Era

El Ministerio de Economía ―en uso de las atribuciones que le han sido conferidas― y el Ministerio de Comercio Interior ―en uso de las distribuciones que ya quisiera le confirieran― han decidido, como paso superior del proceso que desde el último año y medio afianza el crecimiento sostenido de los índices económicos del país, aprovechar los Mercados Concentradores ya levantados en las afueras de la capital y construir otros en todas las cabeceras provinciales, en aras de sostener la creación en breve de las Zonas Especiales de Subdesarrollo, primer peldaño para recibir en el año 2030, de manos del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, la bandera «País Próspero y Sostenible», primer paso de la emulación «Un mundo mejor es posible».

La idea central de estas ZESD es que a ella podrán concurrir todos los actores económicos a vender lo que les venga en gana: desde centrales azucareros hasta pares de chancletas, sin presentación de comprobantes que avalen la compra y sin impuestos por las operaciones comerciales.

Las Mercados Concentradores serán una extensión del recién restituido mercado cambiario, y ayudarán a aliviar las largas colas que existen hoy en las treinta y siete Cadecas designadas al efecto. Cada día se informará a los concurrentes la fluctuante tasa de cambio de las divisas extranjeras. Para la apertura está prevista la de un dólar norteamericano por cada 2,2 libras de malanga. El cambio de esta última por los demás artículos dependerá de la oferta y la demanda, además de no tener límites, por lo que perfectamente podría darse el caso de que un central azucarero, al terminar la jornada ―y para lo que sirve― sea regalado a cualquiera que desee asumirlo.

Será delimitada una extensa franja de terreno de alrededor de cincuenta kilómetros cuadrados para el crecimiento de las Zonas Especiales de Subdesarrollo, dando prioridad a aquellos proyectos que sean paladines de la nueva forma de gobierno sustentada en ciencia e innovación y generen expresiones del presidente como «Hay que seguir y no parar», «Adelante con esto» o «Está lindísimo». Ejemplo de ello es la pyme Más con Menos, que se propone, en los predios del Mercado Concentrador aledaño a calle 100, generar cien megawatts de electricidad con solo un galón de combustible y sin tanta chumacera, helicópteros ni Bernardo Espinosa en directo desde el Ministerio de la Industria Básica.

A propósito de la contingencia energética, se ha sido enfático en asegurar que las ZESD deberán adecuarse a los horarios de afectaciones de cada municipio, espacio de tiempo que no constituirá barrera alguna para el funcionamiento del Mercado Concentrador.

De ahí que las organizaciones políticas y de masas, guiadas por el Partido de las victorias, de los reveses convertidos en victoria y de los reveses convertidos en reveses que algún día generarán nuevas victorias, hacen un llamado a leerse en el periódico Trabajadores: «El apagón puede verse como ¡el vaso medio lleno!», que le levanta el optimismo a cualquiera con expresiones como: «No faltan quienes toman como patrón la rotación de bloques y en vez de anotar los horarios de apagones ante un déficit de generación, anotan los momentos en los cuales tendrán el servicio, porque centran el interés en saber cuándo pueden hacer lo que se puede con electricidad», «Si algún balance positivo queremos ver en estos duros meses veraniegos es el incipiente comienzo a la generalización de una cultura de adecuar la vida a los momentos de apagón», o «Cuando el anunciado apagón incumple su presencia, ya algunos lo extrañan».

A diferencia de otras experiencias que han sido probadas con dispares resultados en las desvencijadas y antiguas tiendas para la venta en CUC, en las Zonas Especiales de Subdesarrollo será permitido el accionar de coleros y de los batallones de lucha contra coleros, fundidos en un todo para hacerle más llevadero el despertar a quienes acudan a adquirir calzoncillos, bujías, melones, dipirona, flotantes, personal flotante y cuanto sea vendible o intercambiable para resolver las crecientes necesidades de la población.

Quedan eliminadas las actuales restricciones para el ejercicio de actividades productivas. Los ciudadanos podrán contratarse doble, triple y por ahí para allá las veces que su capacidad lo permita. Como novedad de la resolución que norma el funcionamiento de los nuevos Mercados Concentradores, se permite a ministros, viceministros y jefes de departamentos gubernamentales la realización de visitas adicionales a las ZEDS, en las que podrán cobrar sus siempre medulares consejos según el grado de efectividad con que logren convencer a los comerciantes de que el país está como está con independencia de su culpa.

No valdrá lo mismo decir que hay que «laborar como en familia, sin distorsiones e imprecisiones, y con mirada diferente», que expresar con cara de yonofuí: «Muchos de los problemas que se están solucionando hoy, incluidos salideros, baches y establecimientos cerrados, llevan ya mucho tiempo, provocando molestias a las personas».

Esta última decisión es una de las más revolucionarias que se toman a partir de la fundación de las Zonas Especiales de Subdesarrollo. Tal es la voluntad por destrabar la liberación de las fuerzas productivas, que a los Mercados Concentradores podrán acudir, incluso, aquellos que son felices abriendo una trinchera.

¡El futuro espera por nosotros! ¡Ya estamos en el punto B! ¡Nuestra meta es el C!… ¡Y llegaremos al punto Z!

28 agosto 2022 8 comentarios 1k vistas
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Cola

Cuadrar la cola

por Jorge Fernández Era 21 agosto 2022
escrito por Jorge Fernández Era

—¿Es el Departamento de Relaciones Públicas del Instituto de Información y Comunicación Social?

—Le dieron mal el teléfono. Somos el Instituto Cubano de Radio y Televisión.

—¡¿El ICRT?! Qué valientes: un año en la clandestinidad.

—¿De qué habla?

—Ustedes pasaron a mejor vida desde agosto de 2021, lo dice el decreto ley 41.

—Mientras sigan pagándome, poco importa si somos presupuestados o presuprestados.

—Me resbala en qué entresijo de la legalidad se encuentran. He llamado para comentar sobre «Cuadrando la caja», una propuesta televisiva «para debatir, cuestionar y llegar a consensos desde el socialismo cubano». Me cuadra, me encaja tanto como el socialismo cubano.

—Está bueno, ¿eh?… el programa digo.

—¿Que si lo está? Yo admiro a la conductora. Pararse ante las cámaras y aceptar que se llama Marxlenin, sin guardar rencor a sus padres… Vaya, que pudieron haberle puesto Enya, inspirados en Federico.

—Que quede entre nosotros: de chiquita le decían Malenita, fueron años felices para ella.

—Traumático pararse ante las cámaras el último domingo y preguntar dos veces sin inmutarse: «¿Son las colas un mecanismo de distribución?». Sus tíos políticos (Marx y Lenin) deben haberse revuelto en la sobrevida.

—Mi mamá marca a cada rato en la tienda de Toyo, y allí se distribuyen gaznatones de todos los colores.

—Porque hay gente que no aprende. Una mujer de 60 años declaró a la televisión desde el Mercado Único: «A lo mejor cuando das una vuelta para tu casa no cogiste nada, porque no puedo estar en la tienda el día entero, desde las cuatro de la mañana marqué, a ver si puedo. ¿Qué pasa?: que las personas marcan, pero unos se van, unos vienen, “delante de mí vienen cuatro”, “atrás de mí vienen cinco”, ¿qué vas a hacer?, el cubano es así».

—Estamos como estamos porque los cubanos somos cubanos.

—Así es. La periodista aseguró: «Algunas soluciones han sido más atinadas que otras. A pesar del desabastecimiento, en algunos lugares se han encontrado las vías para que las colas no sean el día a día de la población».

—Son el mes a mes. Solo puede comprarse una vez cada treinta días.

—«El almanaque de la Revolución tiene la capacidad de movilizarnos alrededor de la infinidad de hitos heroicos vividos a lo largo de estos sesenta y tres años», ha dicho Gerardo.

—Las colas son un hito.

—Y uno de los hitos del programa fue la intervención de un ingeniero en informática para hablar de la aplicación «colas.cu». Me estremeció saber que tienen el registro de 128 000 colas en 761 días en 671 puntos de venta, y («lo más contundente», apuntó el especialista): 1,5 millones de personas, con 3,8 millones de compras registradas.

—Casi tres productos por consumidor. Después hay que oír que la ciencia criolla no ha sido capaz de poner sus resultados en función del desarrollo socioeconómico del país.

—Claro que ese registro no refleja toda la riqueza del fenómeno, pues si dividimos las colas…

—Una cola dividida es un problema.

—…entre la cantidad de días arroja una cifra de 168 colas diarias para casi setecientos puntos de venta. Está flojo eso.

—Pa lo que venden…

—«Como último dato, y muy relevante, es que con el uso de la aplicación colas.cu, es decir, con la informatización de las colas, tenemos por el momento el dato de 522 000 beneficiados», explicó el tipo.

—Menos de la mitad de los que marcan. Los demás quedan marcados.

—Pero esos que regresan a casa cabizbajos, sin pollo pero sin pausa, lo hacen con la felicidad de participar de un análisis estadístico que será contenido de trabajo para decenas de centros científicos, y comidilla para los diputados, ¿entiende?

—Mejor si se convirtiera en almuercillo para todos.

—El clímax del programa fue la pregunta de la conductora: «Si se vende más, ¿cómo es posible que siga habiendo colas», y la posterior respuesta del ingeniero: «Algo a resolver con los economistas».

—¡¿Se está resolviendo el desabastecimiento?! ¿Son los economistas los que deben contestar esas preguntas?

—No se me ponga filosófica. Gracias a la aplicación, 83 000 personas (el cuatro por ciento de la población de la capital) pudieron comprar, pues fueron rechazados igual cantidad de individuos que son, según Marxlenita, «una de las molestias adicionales al problema de las colas»… Mire, acaban de reponerme la electricidad. Dijeron cuatro horas, se pasaron en nueve minutos.

—Esos nueve minutos representan la deuda de gratitud que a partir de hoy contraen las demás provincias con su circuito. En su caso, más que de solidaridad, puede hablarse de internacionalismo.

—Una pregunta adicional: esa última cola que se ha formado ¿es por 23 o por M?

—¿De qué cola habla?

—La que va del punto A al punto B.

21 agosto 2022 9 comentarios 1k vistas
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Medida

A la medida

por Jorge Fernández Era 31 julio 2022
escrito por Jorge Fernández Era

―¡¿Cómo que otro Ministerio?! ¿No te basta con tu propuesta de principios de siglo de instituir el Ministerio de Ideas?

―Aquella a la larga fructificó cuando se creó la Empresa de la Batalla de Hídeas.

―Sí, y terminó como terminó: todo el mundo tronado. Esos tipos sí que luchaban.

―A ver: qué más da que lo propongamos. Un Ministerio de Medidas urge en las actuales circunstancias. La población va a volverse loca: que si 63 para la agricultura, 43 para fortalecer la empresa estatal socialista, ahora 75 para arreglar las calles…

―¿Arreglar las calles?

―Salir del bache quise decir.

―¿Te quedan dudas de que Cuba llegará al 2030 con un socialismo próspero y sostenible?

―Si la sostenibilidad sigue insostenible y la prosperidad no prospera…

―Lástima que no hayas podido ir a la última visita gubernamental. Había que ver la variedad de proteínas que emanaba del estiércol de la granja a donde nos llevaron: vacas, chivos, carneros, conejos, faisanes, curieles cruzados con jutías… En la casa de visitas, la comida inmejorable, y para evitar la picada de los mosquitos una consola de tres toneladas.

―¡Pero es que la mayoría de las 75 medidas son más de lo mismo! Cuando la gente lea que hay que «Estimular la concurrencia directa de las formas productivas al mercado, eliminando un poco la figura del intermediario», «Implementar un programa para la disminución gradual del déficit presupuestario y alcanzar el equilibrio financiero interno del país», «Implementar medidas para incrementar la captación de ingresos en los municipios»… va a preguntarse qué coño se estuvo haciendo hasta ahora.

―Esa medida de «implementar medidas» suena redundante, sí. Hace falta que quienes las implementen no dicten una que exponga: «Hacer mediciones para medir en qué grado las medidas…».

―¿Y qué me dices de «Exigir a los equipos de dirección de las entidades sobre la necesidad de una adecuada formación de precios»? ¿Qué, vamos a proponerle a Torres Iribar que vuelva con la trova de que el amor esto y el cariño lo otro? ¿Fomentaremos la rebaja de precios convirtiendo a las empresas en posadas donde los directivos se amen y procreen utilidades ideológicamente protegidas?

―Ni me lo recuerdes: desde que el presidente convocó al amor para combatir la inflación hay un viceministro que no me quita los ojos de encima. Debe estar esperando a que en septiembre se apruebe el Código de las Familias para irme con todo.

―Yo tú lo pensaba… lo de eliminar las medidas redundantes digo. Fíjate que si lees los Lineamientos del 2011 vas a encontrarte con algunos cuya redacción es casi idéntica a la de estas últimas 75.

―Te equivocas, cuadro. El pueblo tiene que sentir que la actualización se actualiza y la renovación se renueva. No podemos aferrarnos a proyecciones que hoy se convierten, por cansonas, en trigo para el olvido. Los Lineamientos y el Ordenamiento, sustantivos sin sustancia que para colmo terminan en «miento», debemos ir olvidándolos. Ya lo expresó Díaz-Canel en Cienfuegos: «Nos interesa impedir que el pasado vuelva. El futuro no puede ser el pasado».

—A mí lo que más me impresionó de su discurso fue la sensibilidad de confesar sus más entrañables sueños: «Quiero que los pobres dejen de ser pobres. La gente tiene que dejar de pensar que a los pobres les gustan las cosas de segunda mano y la carne de segunda calidad. No, nos gusta todo primero. La gente quiere y debe comer bien, vestirse bien, ganar bien, salir a caminar, ir a un restaurante…».

—Eso lo dijo Lula, mijito. No oigas más el noticiero desde la cocina. En nuestro país, la etapa primitiva de reformas agrarias, colectivización de la tierra, planes alimentarios y guaraperas cuadra por cuadra y barrio por barrio ha dado paso a la de polos productivos como fase superior en la agricultura. Acabamos de publicar en la Gaceta Oficial la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, disposición primera de su tipo dada la ausencia…

—¿De carne?

—…en el ordenamiento jurídico cubano de normativas relacionadas con esta materia. Entrará en vigor en octubre próximo.

—¿En la primera o en la segunda novena?

—¿Cuál es el venenito? Ya quisieran los brasileños tener una ley como esa, que protege el derecho a una alimentación sana…

—Sin colesterol, sin azúcar, sin ácidos grasos, sin…

—…y poder fantasear con treinta libras de viandas y cinco kilogramos de carne por cabeza a todo lo largo del Amazonas.

—Ya lo tendrán si Lula gana y repatria a Betto.

—Mira, mejor termina de redactar las valoraciones sobre las medidas e incluye si te da la gana lo del Ministerio de Medidas, que ya los del Secretariado nos apuran.

―¿Tú crees que podría agregar otra propuesta?

―¡¿Más ministerios?!

―No, otra medida.

―El poder siempre puede poder. Suéltala.

―«Continuar continuando la continuidad».

31 julio 2022 15 comentarios 1k vistas
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