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Isabel Cristina Lopez Hamze

Isabel Cristina Lopez Hamze

Escritora cubana, Máster en Ciencias en Pedagogía

La responsabilidad del artista

por Isabel Cristina Lopez Hamze 5 marzo 2020
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Hace unos meses participé en un evento de historiadores y uno de los problemas que se trató fue la falta de investigaciones sobre la historia de la Revolución. Algunos historiadores alegaban que no les correspondía contar la historia reciente, pues el paso de los años es necesario para enfrentarse a una investigación desde el campo de la Historia. Otros hablaron sobre la imposibilidad, en algunos casos, de acceder a información correspondiente a sucesos recientes. Otros dijeron que sí era una deuda de los historiadores relatar, analizar y caracterizar esta época en la que vivimos. Una mujer sabia, Doctora en Historia alertó sobre otra gran carencia: no se ha hecho la historia social de Cuba. Esa historia que también indague en las repercusiones que han tenido los hechos y las políticas en la familia cubana. Una historia que cure las heridas y silencios que componen nuestra cotidianidad.

El éxodo por El Mariel, provocado por los sucesos de la embajada del Perú el 1 de abril de 1980, desencadenó una de las oleadas migratorias más importantes en la historia cubana en la que alrededor de ciento veinticinco mil personas salieron por el puerto. Si bien en los textos históricos y en los materiales sobre la migración en Cuba se hace referencia al suceso, lo cierto es que la mirada se enfoca en los hechos y no en el impacto emocional de los actos de repudio para las familias, los amigos, los hombres, las mujeres, los niños y niñas que se vieron sometidos a tal humillación. No existen espacios para debatir, recordar o analizar aquellos días complejos de tremenda confusión. El teatro lo ha hecho, al menos en cuatro obras publicadas y estrenadas en Cuba.

En la Editorial del Granma del día 7 de abril de 1980 se dictaba a todo el pueblo: “La exigencia, la disciplina y el rigor están reñidos con la blandenguería, la delincuencia, la vagancia y el parasitismo. Nuestro pueblo trabajador piensa unánimemente: «¡Que se vayan los vagos! ¡Que se vayan los antisociales! ¡Que se vayan los lumpen! ¡Que se vayan los delincuentes! ¡Que se vaya la escoria!».”

El teatro ha mostrado la otra parte de la realidad, ha mostrado a las familias, a la gente de un modo humano y sincero. Ha mostrado cómo muchos buenos y decentes se fueron por El Mariel y cómo muchos buenos y decentes tiraron huevos y asistieron a los actos de repudio, confundidos, adormecidos, temerosos, arrastrados por el furor de la masa inconsciente. Creo que es triste revivir esos años, pero también creo que es necesario, valiente y provisor, para que no se repita la historia. Sobre este tema en el teatro estoy haciendo mi investigación de Doctorado en Ciencias del Arte y escribiendo un libro, cuyo proyecto resultó ganador de la Beca Cintio Vitier de la UNEAC en 2018, una muestra de que es importante que los jóvenes queramos saber.

“Sueños al pairo”, tiene encanto y más allá de su repercusión mediática actual, es un importante referente para mi estudio, por tratarse de un material audiovisual hecho con rigor por dos jóvenes que viven y crean en Cuba.

Siguen pendientes para la Historia otros temas espinosos, pero medulares para entender nuestro presente y nuestro devenir, como, por ejemplo: la llamada “parametración” de los 70 y la lucha contra bandidos en El Escambray y su repercusión en la familia cubana. El teatro y el arte los han tratado ya y seguirán, con suerte, hurgando en nuestro oscuro y perturbador pasado reciente, desafiando a la desmemoria, por el bien de nuestros hijos y nuestros nietos, para que los mueva el amor, las ansias de reconciliación y no el resentimiento.

Mientras los historiadores se debaten entre si les toca o no contar la compleja historia de los años de Revolución, con sus aciertos y sus errores, qué maravilla que los artistas de este tiempo, con censura o sin censura, sepan que, definitivamente, les toca a ellos. Ojalá sepan hacerlo desde el amor.

5 marzo 2020 15 comentarios 344 vistas
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Y la gente fue a la plaza

por Isabel Cristina Lopez Hamze 2 mayo 2019
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Y otro año más la gente fue a la Plaza a desfilar por el día internacional de los trabajadores. Y como no somos de ningún “bloque” fuimos solos y caminamos entre La Colmenita, los trabajadores del hotel Manzana, los de SEPSA, los jóvenes de secundaria de Cojímar, la conga del Cerro Pelado y los viejitos del Club de la Recta. Y la gente estaba contenta.

Aunque algún jefe haya dicho que el que no vaya al 1 de mayo está sancionáo, la gente estaba allí con alegría, esa alegría del cubano que no tranza con las vicisitudes cotidianas. Y ahí había gente de todo tipo: con camisas blancas, con dientes de oro, con banderitas cubanas, con mano de Orula, con medallas de combatiente, con paleticas de helado, con banderas de arcoíris, con los carteles de hace cuatro años, con gorras de Industriales, con palos de selfie.

Y el 1 de mayo se habla con los amigos, se le echa pila a la jevita de otra escuela, se desfila con los nietos, se arrolla con la conga, se hacen fotos de familia, se da timba desde la madrugada, se canta lo mismo reguetón, que Silvio, que Van Van, que “…adelante cubanos que Cuba premiará nuestro heroísmo…” y mientras los socios se tiran su buen plancháo y las muchachas lindas se menean con la conga, de paso se da el SÍ por Cuba, por la patria, por la Revolución y nadie sale sancionáo.

Al cubano le gusta la alegría, la gozadera, aunque no suban los salarios y la cosa siga poniéndose mala.

Al cubano le gusta Cuba con sus alegrías y sus tristezas y claro que si fueran menos las congojas pues el amor sería más bonito todavía. Aquella viejita que decía: “con una papa, con un boniato, yo estoy con Fidel” ya debe haberse muerto a estas alturas, pero yo con una papa y con un boniato estoy con mi hijo, con mis amigos, con lo que me gusta del teatro, con mis alumnos favoritos del ISA, con la lanchita de regla, con la gente y el aire que me gusta, con los paisajes hermosos de esta Isla, con el amor en los parques…

Y esa es la patria que defiendo y quiero. Por eso hay que decir también lo feo y lo triste, hay que ser críticos y fuertes, hay que oponerse a la burocracia y al doble rasero de alguna gente mala que se está haciendo pasar por buena. Hay que trabajar y ser útiles. Hay que decirlo todo y ojalá no haya que abrirse una cuenta en Twiter para ser escuchados porque a la gente no le gusta la política, la gente prefiere la concreta.

¡Viva la Internacional! 

El que me vuelva a decir puta comunista está bloqueáo!!!!  

¡Que suban los salarios! ¡Feliz 1 de mayo y que vivan los cubanos!¡Que abran más guaraperas por municipios y recuerden que el P2 está desviado!

2 mayo 2019 26 comentarios 396 vistas
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Nuevos y viejos “revolucionarios”

por Isabel Cristina Lopez Hamze 9 septiembre 2018
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

La polémica entre lo nuevo y lo viejo ya está para mí agotada desde los tiempos en que Edipo mató a Layo sin saber que era su padre. Y el término “revolucionario” está tan traído y llevado, tan maltratado, edulcorado, tan de moda, que mejor no lo empleo en esta reflexión política, digo, poética. Para ser honesta, prefiero ser básica que aparentar inteligencia. Prefiero la simplicidad que el cinismo. Por eso voy a hablar de malos y buenos.

Los malos son aquellos que sólo pueden ver lo malo. Existen en este país otros malos que sólo pueden ver lo bueno. Y los buenos son aquellos que tienen la audacia, la inteligencia y la sensibilidad para poder ver lo bueno y lo malo de Cuba, del mundo, de la gente y de ellos mismos.

Pero la cosa se complica porque también están los “hamartones” como Edipo, que mató a Layo en un camino, sin saber que era su padre. La “hamartía” es un concepto griego que se refiere a un error inconsciente que comete el héroe en la tragedia clásica. En este caso el héroe perpetra un crimen, pero es medio inocente, porque no era totalmente consciente de su error. Edipo es un “hamartón” ya que su “hamartía” consiste en haber nacido. Si aplicamos este concepto a todos aquellos que no son ni malos ni buenos por conciencia, sino por ignorancia, tendríamos tres tipos de gente en Cuba: los buenos, los malos y los “hamartones” que representan la mayoría y su error inconsciente es haber nacido en esta Isla.

Los buenos, como ya vimos, son superiores, porque hablan, escriben y piensan sobre las cosas buenas y malas. Los malos que sólo hablan, escriben y piensan sobre las cosas malas no son ni mejores ni peores que los otros malos que sólo hablan, escriben y piensan sobre las cosas buenas. Cuando estos dos tipos de malos se enfrentan en una disputa, el ambiente se infesta terriblemente. La estupidez y el ego inundan el aire como la peste a Tebas. Lo peor del asunto es que los mayores perjudicados no son los buenos, sino los “hamartones”, o sea: millones de cubanos que no son conscientes. Esos son los héroes trágicos.

Los malos (los que sólo ven lo malo y los que sólo ven lo bueno) no deberían ser ni periodistas, ni intelectuales, ni filósofos, ni presidentes, ni ministros. A los malos hay que tumbarles el catao y cortarlos en el aire, hay que quitarles el micrófono y taparles la boca con las viejas trenzas con que se ahorcó Yocasta que se templó a Edipo sin saber que era su hijo.

Entonces… ¡Que vivan los buenos! Esos son los únicos que tienen el poder de cambiar las cosas, de salvar a los héroes trágicos, o sea: a los millones de cubanos que aún no saben distinguir. Seamos buenos… esa es, sin dudas, desde los tiempos del Ditirambo, la mejor opción.

9 septiembre 2018 12 comentarios 292 vistas
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olor

El olor de mi mamá

por Isabel Cristina Lopez Hamze 5 agosto 2018
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Cuando yo era chiquita estuve mucho tiempo ingresada porque era una niña enfermiza. Mi papá se quedaba cuidándome en el hospital para que mi mamá fuera a descansar y me ponía dentro de la cuna el pañuelo que ella se enredaba en el cuello. Solo con el olor de mi mamá podía sentirme tranquila, protegida, segura, amada.

Después ella me hizo los trabajos prácticos de la escuela, me contó sobre su infancia en la Sierra Maestra, me decoloró el pelo con peróxido, me compró zapatos, me hizo tortillas de platanitos maduros fritos, me dio un pescozón, me besó, me llevó contra la tabla, me felicitó, me reprimió, me abrazó cuando yo tenía dolores de parto, me dijo mala hija, me dijo la mejor hija, me lavó la ropa, me googleó, me puso en el Plan Amigo, se puso contra el tráfico conmigo, se puso contenta, se puso triste, se puso celosa, se puso tóxica, se puso fanática a mí.

Y sigo necesitando su olor, el mismo de aquel pañuelo que me dejaba en la cuna cuando yo era chiquita.

5 agosto 2018 4 comentarios 453 vistas
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criptomoneda

La Victoria: criptomoneda cubana

por Isabel Cristina Lopez Hamze 29 julio 2018
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Mientras algunos esperan ansiosos que comience el proceso de unificación de la moneda en el país, otros se sienten emocionados con la noticia de una tercera moneda. Luego de años de incansable trabajo de economistas y expertos, ya está lista la plataforma digital para lanzar la Victoria, una criptomoneda creada especialmente para su uso en Cuba. 1 Victoria será equivalente a 20 CUC o 480 CUP, fijando el valor del CUC a 24 pesos cubanos.

Entre las iniciativas estatales para promover el cambio en Victorias está la rebaja del 40 % a todos aquellos productos cuyos precios excedan los 20 CUC o los 480 CUP. En este plan de rebajas se incluyen los efectos electrodomésticos, prendas de vestir, artículos del hogar y el consumo en establecimientos de servicio y hoteles. Hasta el momento sólo está disponible la tecnología para los centros estatales, sin embargo se trabaja con ahínco para lograr extender el plan de rebajas y la posibilidad del pago directo en Victorias en los negocios y empresas particulares.

Próximamente en circulación: la VICTORIA, una criptomoneda cubana.

Una de las principales preocupaciones es cómo el cubano medio asalariado podrá adquirir la Victoria. Se trata de una medida pensada para el beneficio de todos. Es por eso que, junto a la puesta en circulación de la Victoria, se implementará una nueva ley que aumente el salario básico del cubano a 480 CUP equivalentes a 20 CUC y a 1 Victoria. El trabajador de salario mínimo decidirá si se le paga en efectivo o a través de una tarjeta magnética que contenga 1 Victoria. A todos aquellos con salarios inferiores a los 600 CUP, los gobiernos municipales les ofrecerán una ayuda de 160 pesos cubanos, si deciden cambiar su salario en Victorias.

Los beneficios de la nueva criptomoneda son múltiples, pero se trata de una propuesta económica que verá sus frutos mayores a largo plazo. Se resolverá el problema del cambio en las cadenas de tiendas nacionales, ya que la Victoria no tiene vuelto. Se fomentará en el cubano de a pie una conciencia del ahorro y la visión prospectiva que implica recibir una Victoria al mes. Promover el cambio de moneda es la opción económica más efectiva, sin embargo los analistas recomiendan la circulación de las tres monedas: el CUC, el CUP y la Victoria, como muestra de la pluralidad económica y como una estrategia política que privilegia, desde la moneda, el movimiento, el cambio y la diversidad.

Con la VICTORIA usted tendrá:
Rebajas
Eficiencia
Ventajas
Excelencia y
Seguridad

(Nota de los Editores: El texto es broma pero la necesidad de unificar la moneda sí es muy real)

29 julio 2018 14 comentarios 253 vistas
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noticias

Noticias del Verano

por Isabel Cristina Lopez Hamze 1 julio 2018
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Comienza el verano y con él llegan las ofertas televisivas de la programación especial. Próximamente la televisión cubana estrenará un nuevo programa titulado “Con censura”. Se trata de un espacio fílmico que contará con la conducción alternada de nuestros más prestigiosos críticos y especialistas del cine.

En este nuevo programa se presentarán, cada semana, aquellas películas que han sido censuradas a lo largo de la historia del cine en la Isla. Así, en las noches de la familia cubana desfilarán por las pequeñas pantallas historias y personajes prohibidos en diversos contextos. La emoción colmará los corazones de los cinéfilos y se ensancharán sus pechos con las escenas antes vedadas.

El objetivo del programa es visibilizar un segmento del séptimo arte cubano que no ha sido entendido por innumerables razones en otros tiempos. Contará también con una sección de correspondencia en la que los televidentes podrán hacer las propuestas de futuros filmes para el programa. Otra de las secciones de “Con censura” abordará, desde el punto de vista histórico, los casos contradictorios de aquellas películas que fueron censuradas en un momento y luego se desclasificaron. Así mismo se comentará sobre algunos filmes que, en su época, debieron ser censurados y libraron las prohibiciones por algún extraño azar.

Una de las secciones más interesantes del nuevo programa titulada “En proceso” estará dedicada a aquellas producciones que aún no están terminados, pero que ya se avizoran como filmes censurados.

Además de las atractivas secciones, en el espacio se comentarán los valores artísticos de la película y luego se exhibirá libremente sin cortes ni parches. Démosle la bienvenida al nuevo programa que, sin dudas, elevará los niveles de audiencia en los meses de julio y agosto. Una propuesta única de su tipo en la parrilla televisiva, una verdadera apuesta por la cultura y la educación sentimental de nuestro pueblo.

Porque, estos son otros tiempos. ¡Estos… son tiempos de verano!

(Nota de los Editores: El texto Noticias de Verano es broma, el contexto es muy real)

(Para leer más sátira cubana le invitamos a visitar la columna de Jorge Fernández Era)

1 julio 2018 13 comentarios 307 vistas
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fenomeno

Fenómeno IMO

por Isabel Cristina Lopez Hamze 12 enero 2018
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Es cierto que los parques en Cuba son un fenómeno, una plaza ideal para combatir, digo, compartir el aburrimiento con amigos, novios, familiares y mascotas. Sin embargo, nunca antes había visto tanta vida en los parques como desde que se inauguraron las zonas wifi. Algunos de los parques menos visitados ahora se adornan con todo tipo de expresiones surrealistas que responden al fenómeno IMO. No importa el sol tremendo de nuestro perenne verano, ni la obscuridad de la noche, ni el ruido de los carros, allí estaremos, buscando el sitio de mejor conexión.

Durante mis visitas a varios parques, en diferentes lugares de Cuba, he sido testigo del amor de otros, de la añoranza de otros, de los disgustos de otros. En el parque de Línea y L he visto a la mamá, el papá y las dos niñas que comen pasteles sobre un mantel a cuadros y hablan con el tío, la tía y los primos también de picnic, pero en Central Park. Vi también a un bello mulato que hacía striptease detrás de un framboyán para su novia francesa y, de paso, entretenía a todo el parque.

Cerca de mí, en una de mis visitas sociológicas, había una viejita en silla de ruedas que hablaba con su hijo al que no veía desde hacía 10 años y se le llenaban los ojos de lágrimas gracias a la magia del IMO. Vi a una muchacha con su traje de quince para que su papá, que está del otro lado del mundo, viera cómo le quedó.

Ella le daba las gracias llena de entusiasmo y calor y le repetía una y otra vez que le quedó perfecto, aunque tuvo que cogerle una pincitas en la cintura. Cerca de la quinceañera agradecida, está el esposo que sufre una ruptura matrimonial, con llantos e insultos, en pleno parque, a la vista de todos los vecinos.

Siempre habrá quien, con su celular en la mano, no tenga ni puta idea de cómo se anda en esa cosa rara que le dicen IMO. También es muy usual encontrar a la mujer que grita y repite sin parar: “Te veo, te veo, te veo, pero no te oigo!!!!!!!!!” y a otra que grita y repite sin parar desde la otra esquina del parque: “te oigo, te oigo, te oigo pero no te veo!!!!!!!!”

Y no puede faltar un personaje negativo pero necesario: El revendedor de tarjetas de internet. Ese hombre misterioso, que lleva gorra, riñonera y gafas oscuras, te acecha, te vigila y aparece siempre en el momento climático de tu conversación para venderte una hora más con tus seres queridos.

Siempre puedes encontrar a la muchacha que abre su kit de maquillaje y se arregla bajo el sol para lucir hermosa ante su enamorado virtual, y los amigos que viven a 90 millas de distancia y se encuentran por primera vez en mucho tiempo y lo hacen en medio de un parque, como cuando eran chamaquitos y jugaban al quiquimbol. Allí está también la familia que le canta felicidades al hermano que vive “afuera” y le pican un kake y le encienden velas desde esta orilla.

No nos asombremos si en ese mismo parque vemos al romántico que ha acampado allí con tienda y lámpara recargable para esperar junto a la amada, su aniversario virtual.

Ahora le pregunto a los amantes de la vida en los parques, a los amantes del absurdo cotidiano, a los enamorados de nuestras expresiones surrealistas, a los revendedores de tarjetas y a los exhibicionistas: ¿qué nos haremos cuando tengamos, “muy pronto”, internet en nuestras casas?

12 enero 2018 55 comentarios 278 vistas
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ironico

Mensaje irónico de fin de año

por Isabel Cristina Lopez Hamze 26 diciembre 2017
escrito por Isabel Cristina Lopez Hamze

Cuando se está acabando el año, la gente reflexiona sobre los acontecimientos más importantes y casi siempre lo condena a una simple frase: “un año bueno” o “un año malo”. Agunos más existencialistas dicen: “un año más”… Y los optimistas decimos: “El año que viene va a ser la tiza!!!!” Pero a veces puede ser un año irónico.

Este año se murió mi papá, este año me han engañado, me han traicionado. Este año he corrido más que nunca detrás de las guaguas. Este año, como ya saben, Trump su puso “contra el tráfico” y nos jodió a todos. Este año la gente preguntó en su muro de Facebook: “¿Dónde está Santiago?” y ya nadie se pregunta nada más. Este año ha proliferado la música mala. Este año pasó un ciclón. Este año ha habido corrupción, crímenes, accidentes, muertes, terremotos, conflictos bélicos, atentados terroristas, mentiras, epidemias y salarios bajos.

Sin embargo, muchos seguimos sonriendo y amando y creando y confiando y preguntando y jugando a vivir en un mundo mejor. Muchos seguimos intentando cambiar las cosas y nos alegramos con la noticia de una nueva ruta de guaguas: la A-44 que irá de Barbosa hasta la Calle G, atravesando Alturas de La Lisa, Pogolotti y Puentes Grandes.

Tal vez saquen un nuevo sabor de helados en Coppelia o nos expliquen el misterio de la doble moneda. Tal vez las gallinas se relajen y vuelvan los huevos a nuestros refrigeradores y con ellos las tortillas, los revoltillos, los fritos, los duros y los pasados por agua, variedades imprescindibles en nuestra culinaria proletaria.

Hay optimismo, compañeros!!

Optimismo para comer y para llevar aunque sea envuelto en papel de periódico.

26 diciembre 2017 20 comentarios 469 vistas
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