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Autor

Esteban Morales Domínguez

Esteban Morales Domínguez

Profesor Titular, Dr en Economía, Miembro de la Academia de Ciencias

Corrupción

La corrupción en Cuba: ¿la verdadera contrarrevolución?

por Esteban Morales Domínguez 19 mayo 2022
escrito por Esteban Morales Domínguez

Cuando observamos detenidamente la situación interna de Cuba hoy, no podemos tener duda de que la contrarrevolución, poco a poco, va tomando posiciones en ciertos niveles del Estado y del Gobierno

Sin duda, se va haciendo evidente, de que hay gentes en posiciones de gobierno y estatal, que se están apalancando financieramente, para cuando la Revolución se caiga, y otros, que pueden tener casi todo preparado para producir el traspaso de los bienes estatales a manos privadas, como tuvo lugar en la antigua URSS.

Fidel dijo, que nosotros mismos podíamos acabar con la Revolución, y yo me inclino a pensar, que entre otras preocupaciones, el Comandante en Jefe, se estaba refiriendo a las cuestiones relativas a la corrupción. Porque estando ya presente, este fenómeno, ha continuado apareciendo con fuerza.

Si no, veamos lo ocurrido con la distribución de tierras en usufructo en algunos municipios del país: fraudes, ilegalidades, favoritismos, lentitud burocrática, etc.

En realidad, la corrupción es mucho más peligrosa que la llamada disidencia interna. Esta última aún se encuentra aislada: carece de programa alternativo, no tiene líderes reales, no tiene masa. Pero la corrupción resulta ser la verdadera contrarrevolución, la que mas daño puede hacer, porque resulta estar dentro del gobierno y del aparato estatal, que son los que realmente manejan los recursos del país. Sino veamos algo muy simple:

¿Cuándo hay leche en polvo en el mercado negro, que ha ido subiendo de precios hasta llegar a 70 pesos el kilogramo? Cuando la leche en polvo llega a los almacenes estatales. No hay mejor ejemplo que ése. Y así es con todos los productos que se adquieren en el mercado negro por parte de la mayoría de la población.

Es decir, a cuenta de los recursos estatales, existe un mercado ilegal, del cual todos se benefician, menos el Estado. Y qué me dicen, de los vendedores en los alrededores de las grandes tiendas en divisas, proponiendo de todo. Se trata de una corrupción de las que casi todos participan, generada por la corrupción de funcionarios estatales. Porque, que sepamos, en Cuba hay un solo importador: el Estado. No creo que lo que viene en los paquetes de Miami sirva para generar un mercado tan grande, mucho menos, de productos duraderos.

Obsérvese también el tránsito de la carne de puerco de los estatales a los privados, los precios de la venta de refrescos y aguas según las diferentes cadenas del turismo. Las sospechosas diferencias de precios con que nos tropezamos frecuentemente.

Corrupción

Es decir, de manera evidente, existe un flujo ilegal de productos entre el comercio mayorista estatal y el comercio en la calle. Toda una economía sumergida que el Estado no logra controlar y que será imposible de ordenar mientras existan los grandes desequilibrios entre oferta y demanda que caracterizan aun hoy a nuestra economía.

Se trata entonces, esta última, de una forma de contrarrevolución que sí cuenta con líderes ocultos, ofrece alternativas a las del Estado y cuenta con una masa que la practica

Pero esa situación esbozada más arriba, no es la parte más peligrosa del asunto que ahora tratamos. Ése es sólo su entorno popular.

Lo que recientemente se descubrió, respecto a las debilidades de un grupo de funcionarios de muy alto nivel, que estaba relacionado con favoritismos, amiguismos, ciertos actos de corrupción y de descuido en el manejo de información sensible, así como también, algunas actitudes de lucha por el poder presentes en esos funcionarios, eran informaciones, que lamentablemente, ya estaban pasando a manos de los servicios de inteligencia españoles, aunque éstos se hayan cuidado mucho de no aceptar su participación. Ésos sí son asuntos extremadamente serios.

Es decir, asuntos tan sensibles como pretensiones y aspiraciones de poder, favoritismos, corrupción y expresiones indebidas sobre la más alta dirección del país, que ya eran de conocimiento de los servicios especiales extranjeros. Una verdadera “mercancía política”, de altísimo valor agregado en manos de los enemigos de la Revolución.

Cuando el Gobierno Cubano le entregó al FBI toda la información de que disponía sobre las actividades de la contrarrevolución en Estados Unidos, cuya actividad implicaba hasta la posibilidad de atentados contra la presidencia norteamericana, ¿qué hizo el FBI entonces?

 

En lugar de tomar medidas con la contrarrevolución, en lugar de actuar contra la mafia cubano-americana, lo que hicieron fue buscar, como verdaderos perros sabuesos, de donde salía la información que Cuba les había entregado, cuales eran sus fuentes y ahí están nuestros cinco héroes compatriotas abnegados, que ya llevan más de 11 años de injusta prisión en cárceles norteamericanas.

Después de las declaraciones hechas por Fidel, sobre que nosotros mismos podemos destruir a la Revolución, que existen motivos para pensar que nuestra revolución sea reversible, lo que deben estar haciendo los servicios especiales norteamericanos, es buscar la información que corrobore esas preocupaciones de Fidel.

Van buscando la confirmación de las palabras del Comandante en Jefe, siguiendo a pie juntillas lo que va ocurriendo cada día en Cuba, hurgando en todo aquello que les permita constatar donde está la verdadera fuerza contrarrevolucionaria en Cuba, que puede dar al traste con la Revolución; fuerza que parece no está abajo, sino arriba, en los propios niveles del gobierno y del aparato estatal.

Formada por los corruptos, ya no de poca monta, que se van descubriendo, en altísimos cargos y con fuertes conexiones personales, internas y externas, generadas por decenas de años ocupando las mismas posiciones de poder. Obsérvese, ninguno de los “defenestrados” hasta ahora (desde las Causas 1 y 2, al menos) era un simple empleado.

Más recientemente, el General Acevedo, director del IACC (Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba), fue destituído y lo que circula en los medios informativos no oficiales, acerca de cuáles fueron los motivos de esa destitución, son como para quitar el sueño.

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Algo de verdad debe haber en esas informaciones, porque este es un país muy pequeño y familiar; aún el asunto no ha tenido una explicación pública exhaustiva, como la gente espera; porque de ser como se está diciendo, es el dinero y los recursos del pueblo, los que se han dilapidado, en medio de una situación económica bastante crítica, para el país. Entonces, ya sea para reivindicar a Acevedo o condenarlo, hay que explicárselo al pueblo. Ese pueblo que la Revolución ha creado, formado técnica y científicamente y dentro del cual hay personas preparadas y con capacidad suficiente.

En realidad, debo decir, a nivel de hipótesis, que lo que ha ocurrido con el IACC, no es único, ya se ha descubierto en otros lugares y puede aún haber empresas en las que esté ocurriendo lo mismo. Es decir, donde los jefes pueden estar recibiendo comisiones y abriéndose cuentas bancarias en otros países. Lo cual es una hipótesis de trabajo válida para abrir otras investigaciones y que tales asuntos no puedan agarrarnos por sorpresa.

En economía existe la “Auditoria Sorpresiva “, que no es para ofender a nadie y con la que nadie puede molestarse. Auditar no es ofender, es un mecanismo de previsión que ayuda a la honradez.

Un elemento, que no podemos dejar de tomar en consideración, es que hace mucho tiempo (1986- 1994) el foco de la política de Estados Unidos hacia Cuba cambió. Ahora se presta una atención fundamental a la realidad interna cubana. No se trata de una orientación absoluta, pero sí fundamental y prioritaria. Todo lo que está ocurriendo internamente en Cuba, está siendo observado, monitoreado por los políticos norteamericanos y en particular por los servicios especiales de Estados Unidos.

Por razones obvias, que no son necesarias de explicar, los norteamericanos deben saber mejor que nosotros quiénes y cuántos cubanos tienen cuentas en el exterior. Quiénes reciben comisiones, y qué negocios hacen.

Porque todas esas empresas, con las que Cuba hace negocios, tienen aparatos de inteligencia y casi todas están coordinadas con los servicios norteamericanos, y si no lo están, hay funcionarios, que en cuanto tienen en la mano una información sensible sobre Cuba, procuran el vínculo con los servicios norteamericanos, que dicho sea de paso, pagan muy bien esas informaciones.

Lo más lamentable, es que los servicios norteamericanos están mejor informados que nosotros sobre todos los posibles movimientos de nuestros empresarios. Y ésa es una información que dejada correr, es decir, acumularse, es una vía excelente para el soborno, el chantaje y el reclutamiento de cualquier funcionario cubano.

No quiere decir que ello siempre funcione, puede que haya quien se corrompa, pero no se deja reclutar, porque se trata de una cuestión muy sutil. Pero quien apela a la corrupción para enriquecerse, es muy difícil que después conserve aún otros valores.

Un funcionario cubano que en sus relaciones con cualquier empresa extranjera se corrompa, debe saber que esa información puede caer en manos de los servicios especiales de cualquier país y de ahí a las manos de los servicios norteamericanos no va nada. Inmediatamente se abre un expediente, que se continúa llenando, hasta que se considere necesario o pertinente, realizar contra ese funcionario una actividad de soborno, chantaje o reclutamiento.

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Ello no encierra nada de paranoico; es de tontos no saber, que cualquier información sensible sobre Cuba, sus actividades en el exterior o respecto a algún funcionario cubano, que se considere útil, es muy bien pagada por los servicios especiales de Estados Unidos. Y si a estas alturas no sabemos eso, estamos liquidados.

Tratándose entonces de un área oculta del trabajo de subversión contra Cuba, que a mediano y largo plazo, produce muy buenos dividendos políticos. Se trata de un área de la contrarrevolución, que no tiene nada que ver con la llamada disidencia, los grupúsculos o las mal llamadas “damas de blanco”.

Observen, como las debilidades de algunos funcionarios cubanos, ya estaban siendo trasladadas a los servicios de inteligencia españoles. Cubanos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, involucrados en el narcotráfico. Descubiertos por Cuba en 1989, pero que ya era información privilegiada en manos de la DEA, el FBI y del resto de los servicios especiales norteamericanos.

Acciones de ese tipo afectan seriamente la capacidad del país para seguir adelante y se cumple, como un algoritmo matemático, que la capacidad de cualquier nación para enfrentar la confrontación internacional, se mide, en primer lugar, por su fortaleza interna.

Si al menos Cuba pudiera descubrir a sus corruptos antes, el daño podría ser menor.

***

En abril de 2010, exactamente doce años atrás, el doctor Esteban Morales, economista e historiador, un catedrático de destacadísima trayectoria en la Universidad de La Habana y en el campo intelectual cubano, considerado con razón un verdadero experto en las relaciones Cuba-Estados Unidos, con presencia constante en medios televisivos y de prensa, fue defenestrado.

Se le condenó prácticamente al ostracismo en medios oficiales, y tuvo que luchar duro para recuperar su militancia partidista. ¿Cuál fue la magnitud del delito que generó tal reacción?

Esteban Morales se atrevió a disparar contra la podredumbre que se esconde en algunos espacios del sistema político cubano: la corrupción. Pero no señaló al burócrata intermedio, al pequeño negociante, al delincuente de cuello blanco o al buscavidas de barrio. En su polémico artículo «La corrupción en Cuba es la verdadera contrarrevolución», apuntó al centro de la diana con análisis como estos:

«Sin duda, se va haciendo evidente, de que hay gentes en posiciones de gobierno y estatal, que se están apalancando financieramente, para cuando la Revolución se caiga, y otros, que pueden tener casi todo preparado para producir el traspaso de los bienes estatales a manos privadas, como tuvo lugar en la antigua URSS».

El profesor Esteban Morales pudo equivocarse en otros análisis, pero en este punto fue atinadísimo. Precisamente el momento de su fallecimiento coincide con una expansión del fenómeno que él contribuyó a visibilizar dentro de Cuba, antes del boom insular de las redes sociales e Internet.

La Joven Cuba le rinde homenaje replicando aquel texto que fue profético en realidad.

***

Este texto fue tomado de SinPermiso.

19 mayo 2022 17 comentarios 1.548 vistas
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oferta

Un mercado en condiciones de oferta insuficiente

por Esteban Morales Domínguez 3 octubre 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

Vivimos un contexto de incertidumbre que marca cualquier solución que podamos tomar. Ese contexto de incertidumbre, está integrado por la necesidad de terminar de producir la unificación de las monedas y sus tasas de cambio. De los asuntos a resolver existen algunos que nos están afectando de manera inmediata y debemos darles solución, más allá de que las medidas respecto a la moneda nos puedan modificar un poco las soluciones.

Hay insuficiencia de oferta y ello trae aparejada inflación reprimida; colas, acaparamiento y corrupción. Esta última, aunque podemos erosionarla un poco, las medidas que requiere para su solución son más largas y complejas. Un sistema de ventas como el que estamos proponiendo aliviaría la situación, dado que parte de la corrupción proviene de la distribución ilegal. Comencemos por lo más inmediato.

Si hay insuficiencia de oferta, o lo que es lo mismo, la demanda se va por encima de la oferta, con un exceso que no es cubierto por esta, la única solución posible es racionar. Solo el racionamiento nos permite distribuir de manera más equitativa dentro de un régimen de escasez.

Esa insuficiencia de oferta, comenzó hace mucho tiempo y la hemos ido paliando sobre la base de la utilización de la conocida libreta de abastecimientos. Este ha sido el sistema seleccionado en Cuba por el que se garantiza a toda la población una cuota de alimentos y productos a precios subsidiados para cubrir sus necesidades mínimas.

Ahora, se nos presentan varias necesidades a solucionar en la insuficiencia de oferta, que provoca los problemas siguientes:

  1. Las colas para adquirir los productos vendidos en CUC tampoco tienen una oferta suficiente. De aquí las aglomeraciones en las tiendas de TRD.
  2. Un mercado en dólares para productos de uso domésticos, que tiende a cubrir su demanda pero cuya oferta frecuentemente se hace insuficiente. Aunque no es este el objeto fundamental de las preocupaciones de consumo de la población.
  3. En la bodega de la zona se recibe la cuota mensual a precios subsidiados de un conjunto de productos alimenticios y de aseo. Puesto de leche también conectado a la bodega y una carnicería donde se distribuye las proteínas.
  4. Para mayor efectividad, se hace necesario revisar el registro de consumidores. En la libreta, frecuentemente no se da de baja a los fallecidos y a los que ya no viven en Cuba. Vía por la cual habría más productos a distribuir entre los nacionales.
  5. El mercado en dólares, aparece como una necesidad de recaudación por parte del estado.

Proponemos cambiar este sistema de distribución, sin eliminar la libreta.

Cambios del Sistema de Distribución y Venta:

La libreta debe ser el método de distribución de todos los productos alimenticios y de primera necesidad. En la bodega, o en la propia TRD, o ayudados por estas que tienen mejores condiciones, deben ser vendidos los productos, que adicionales a la cuota de la libreta, deben ser vendidos en CUC.

Es decir, que adicional a la cuota que garantiza la libreta a precios subsidiados, sea posible adquirir productos adicionales en CUC. Para ello, la bodega, la carnicería o el punto de leche, deben recibir cantidades por encima de lo normado. Cada ciudadano con su libreta podría adquirir estas cuotas adicionales en CUC.

Ventajas de esa forma de distribución:

  1. Se aligeran las colas. Por ejemplo el pollo que ahora se adquiere haciendo colas en las TRD, se puede adquirir en CUC presentando la libreta.
  2. El acaparamiento no es posible. Nadie puede acaparar si para comprar tiene que presentar la libreta cada vez. Eso solo se produce si la compra depende de la tasa de llegada, la compra y venta de turnos, etc.
  3. Personas ancianas, que incluso reciben remesas y no pueden hacer colas en la TRD, podrían adquirir cuota adicional, pues utilizarían su libreta.
  4. El acaparador no logra vender a sobreprecio, pues no tendría cliente. El objeto de su acaparamiento, que es la insuficiencia de oferta incontrolada, desaparece.
  5. De todos modos, los productos no alcanzan y puede alguien tratar de comprar con su libreta una cuota adicional de pollo, pero ya se acabó. Eso mismo le ocurriría en la tienda en CUC.

El problema central, es que hay insuficiencia de oferta y eso solo se soluciona produciendo más. Es cierto que a veces las bodegas o carnicerías no reúnen las condiciones de conservación de los productos. Eso se soluciona utilizando las capacidades de las TRD o las cafeterías que existen en todos los barrios.

Cuando se produzca la unificación de las monedas y las tasas de cambio, se podrá comprar todo en CUP. En medio de una unificación de las monedas y sobre todo, de las tasas de cambio, todo se facilita. Aunque la circunstancia ideal es que oferta y demanda funcionen de manera equilibrada.

3 octubre 2020 22 comentarios 377 vistas
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noviembre

Las encrucijadas del 3 de noviembre

por Esteban Morales Domínguez 1 octubre 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

Parece que estamos abocados a un proceso electoral presidencial estadounidense en noviembre que no tendrá precedente en la historia del País. Nunca los Estados Unidos se habían visto expuestos a unas elecciones presidenciales que hayan provocado tantas dudas y preocupaciones. La democracia norteamericana había funcionado durante muchos años. Ahora parece estar en serio peligro, a la hora de mostrarse en el momento político cíclico más importante de la nación.

Algunos acontecimientos conforman el contexto de estas elecciones.

  1. Se trata de pasar balance a cuatro años de administración, en los que existen muchas discrepancias respecto a la valoración de sus resultados.
  2. Las elecciones se celebrarán bajo el signo de una actitud del presidente Trump, de haberse negado en varias ocasiones a responder si será capaz de entregar la presidencia si la pierde.
  3. Se prepara por el Partido Republicano un complejo andamiaje para evitar el voto de aquellos grupos que se considere no beneficiarían a Trump. Ese andamiaje está compuesto de los siguientes elementos: 50,000 contratados para vigilar la “pureza” de las elecciones. Se desarrolla una campaña contra el voto por correo, considerándolo fraudulento. Se despliega de manera oculta la intención de no dejar llegar a las urnas a hispanos, negros, demócratas declarados, jóvenes, amas de casa y todo personal que se considere su voto perjudicaría a Trump. Se han organizado varios Task Force cuyo objetivo principal es controlar el voto, bajo el principio de que este solo debe beneficiar a Trump.
  4. Se preparan grupos contratados, procedentes de policías retirados, exmilitares, veteranos, que agrupados en varias organizaciones sirvan de tropa de choque para evitar la votación demócrata.
  5. Trump despliega su campaña sobre la base de decir, que solo perdería si las elecciones fuesen fraudulentas. Lo cual afecta al proceso electoral  con un grado de incertidumbre muy peligrosa.

El contexto electoral está marcado por los acontecimientos siguientes: crisis económica, consecuencias de la pandemia y las manifestaciones antirracistas. Todos fenómenos que afectan a la actual administración de Donald Trump. Para defenderse de las consecuencias de esos fenómenos Trump despliega los discursos políticos siguientes:

-Se está al remontar las consecuencias de la crisis, de las cuales la más importante resulta ser el desempleo. Considerando que este se ha venido solucionando y que no alcanzara los altos niveles que hace poco presentó.

-Según Trump la pandemia es culpa de China que la desató. Anque China la tiene prácticamente controlada, mientras Estados Unidos presenta 7 millones de contagiados y 200,000 fallecidos sin que se observe una política dirigida a solucionarla, sino más bien una actitud descuidada ante la situación, que se mantiene desde el principio.

En medio de tal situación, Trump juega a la ruleta de la suerte, con una vacuna que llegaría antes de las elecciones mientras todos los científicos le dicen que no es posible. Se observa claramente que Trump ha querido manejar la vacuna como un asunto de política mientras que los científicos le están diciendo que eso no es posible y hasta han firmado una declaración al respecto.

-Como sabemos, las manifestaciones antirracistas son consecuencia de la criminalidad de la policía contra los negros, que Trump no ha sido capaz de controlar. Así como debido a la propia actitud racista por parte del Presidente, que nunca ha beneficiado a los negros ni a los que se manifiestan en contra de la discriminación, situándolos en el plano de iguales a los que exacerban el racismo. Trump jamás ha criticado a los que atacan a los negros, siempre impidiéndoles defenderse.

¿Qué se ha puesto de manifestación en varias ocasiones?

Trump manipula el carácter de las manifestaciones, situándolas como resultado de la comunidad de Biden con las fuerzas de izquierda, socialistas, comunistas, que los demócratas no pueden controlar, mientras que él, con su intención de Ley y Orden, aparece como defensor de la tranquilidad ciudadana. Poniéndose de manifiesto la clara estratagema de Trump de echarle la culpa a los demás de todos los problemas y ponerse como defensor.

Estamos convencidos de que, si las elecciones pudieran desenvolverse dentro de un marco de legalidad y democracia, los demócratas ganarían. Pero Trump, al parecer convencido de que no puede ganar, prepara el caos para aprovecharse de una situación, en la que la desorganización, las dudas sembradas sobre la legalidad de las elecciones, la propaganda negra y la movilización contra el voto, le permitirían al Partido Republicano gritar fraude en el momento oportuno. Reclamando que a Trump lo han despojado del triunfo aunque no fuese cierto, para permitirle perpetuarse en la Casa Blanca, no importa con qué consecuencias.

Razones por las cuales, las elecciones apuntan a convertirse en un verdadero campo de batalla, con gente inconforme y armada, reclamando derechos con dinero suficiente para realizar acciones “legales”, que convertirían el momento de declarar los resultados electorales en una explosión de furia que se podría tornar incontrolable. Ello es totalmente posible, en un escenario donde el Partido Republicano, con Trump a la cabeza, se ha preparado para garantizar ganar, bajo cualquier circunstancia de comportamiento de los votantes.

Mientras la campaña de Trump ha ido dirigida a dar respuestas manipuladas a todos los asuntos que no le benefician, desplegando un discurso plagado de mentiras, acusaciones falsas y manipulaciones estrafalarias, que solo pueden creer sus más fervientes partidarios.

La campaña demócrata aún no se desarrolla con la fuerza suficiente para desbaratar la campaña republicana. Biden ha desplegado algunas acusaciones contra Trump, pero hace falta hacerlo con más fuerza, más agresividad y el pleno convencimiento de que estas elecciones presidenciales hay que ganarlas en la calle, frente a frente a las mentiras de Trump, su falta de ética y decencia y el estrafalario intento de salir adelante con mentiras repetidas.

Es que la administración exhibe un conjunto de problemas, que no parecen beneficiarla para repetir el mandato.

-La pandemia ha decursado carente de atención y no puede ser revertida ni justificada. Trump carga con ella encima y no ha podido quitarse la acusación de que Estados Unidos no exhibiría la situación actual de contagiados y muertes si Trump le hubiera prestado atención desde el principio. Esa es una verdad ineludible, que tendrá su fuerza a la hora en que mucha gente vote.

-La economía no está bien. El desempleó se mantiene alto y los segundos dineros que se darían para aliviar la situación de los parados, aún se espera.

-Los crímenes de la policía en las manifestaciones no tienen aún respuesta y las manifestaciones han superado su carácter solo racial, para contar con la participación de blancos, hispanos, negros, reclamando contra el racismo de la policía y contra otras arbitrariedades.

-La política exterior no es decisoria en las elecciones presidenciales, que son esencial y casi únicamente un asunto interno. No obstante, en algunos asuntos que podrían tener un impacto interno, las acciones externas tienen sus consecuencias para los resultados del proceso electoral.

Entre estos asuntos considero hay errores importantes:

  • -La desmedida guerra comercial con China. Qué está afectando a ciertos productores industriales y elevando los precios de mercancías de consumo masivo en el país.
  • -El retiro de Estados Unidos del Acuerdo Nuclear con Irán.
  • -Las presiones sobre sus aliados europeos con las exigencias de las contribuciones a la OTAN.
  • -La insistencia de los ataques hasta ahora fracasados contra Venezuela.
  • -La política de bloqueo, con presiones de todo tipo, hacia Cuba.
  • -Su retirada de varios convenios económicos internacionales.

Trump pretende con su política exterior imponer el principio, de “hacer más grande a Estados Unidos”, pero a costa de imponerse, incluso sobre sus aliados.

Son muchos a los cuales esa política no les agrada. En realidad Estados Unidos ha sido lo que es, debido a que sus aliados le han acompañado en política exterior, como si fuera la suya propia. Las contradicciones con sus aliados son vistas, por no pocos, como un error estratégico que afecta la posición imperial norteamericana.

En medio de las complejidades del mundo actual, se observan consecuencias negativas para Estados Unidos de la política exterior de Trump. Su retirada del Convenio Nuclear con Irán ha traído como consecuencia el Tratado China –Irán, que elimina la capacidad de Estados Unidos de imponerse. Generándose así una capacidad disuasiva, que conlleva la presencia de una capacidad militar de Irán, ayudado por China, que Estados Unidos no podrá superar.

Además de que ningún aliado ha seguido a Estados Unidos en su retirada del convenio. Ahora Trump se ve imposibilitado de llevar adelante sus intereses con Iran y trata de presionar sin ser miembro del Acuerdo.

La actitud de Estados Unidos frente al Convenio sobre el gas entre Alemania y Rusia, ha desmejorado las relaciones de Alemania con Estados Unidos. Pues la Merkel no está dispuesta a sacrificar las ventajas del convenio, a pesar de las criticas norteamericanas.

Luego, los que pueden ser considerados como errores de la política exterior de Trump, también pueden tener un impacto negativo en su reelección. Porque parte de la oligarquía norteamericana, incluido algunos republicanos no comparten los criterios de Trump en su política exterior. Por lo cual, es larga la lista de republicanos que han dicho que no votaran por Trump. Y de tal modo pueden expresarse en la votación asuntos de política exterior. que en otras circunstancias podrían no ser decisivos en contra de los republicanos.

Las elecciones van a resultar un proceso muy complicado y puede que hasta sangriento, a la hora en que se vaya acercando el día de la votación, en el proceso de espera de los resultados y, sobre todo, en el momento mismo en que los resultados sean conocidos. La violencia puede desatarse, sin que podamos conocer a priori hasta dónde podría llegar.

El ambiente en que se está desplegando el proceso electoral, generado por la actitud de Trump y los republicanos, no augura nada bueno. En la historia de Estados Unidos, nunca se había desarrollado un proceso electoral presidencial en circunstancias ni siquiera parecidas a las que hoy se desenvuelven. Trump, en su afán desmedido por mantenerse en la presidencia e intentar prolongarse más allá de dos mandatos, todo declarado de manera adelantada lo cual más bien parece una amenaza, ha creado un ambiente de peligro inaudito.

La pandemia como catalizador del ambiente social, está generando junto a la crisis económica y las manifestaciones antirracistas, una situación dentro de la cual nada tendrá una solución pacífica. Porque cada problema mencionado, interno y externo, está generando su propia forma de violencia. Esta situación se agudiza para Estados Unidos, tanto interna como externamente, a partir de la dinámica siguiente:

-El crecimiento continuo de los contagiados y fallecidos por la Covid-19, sin que haya aparecido una estrategia para tratar el problema, ha generado un ambiente de caos en la salud que afecta a millones de personas. Lo cual genera inconformidad y violencia.

-Con la crisis económica, el desempleo no mejora y se están produciendo incrementos de precios de los productos de primera necesidad, lo cual afecta sobremanera, especialmente a los desempleados. La ayuda anunciada no llega aun a manos de los necesitados, lo cual puede generar también su propia forma de violencia.

-La violencia de las manifestaciones se ha complejizado debido a las razones siguientes: la policía ataca a los manifestantes y ya se han producido varias muertes de personas negras; ninguna blanca. Se está produciendo una gran confusión. Marchan los partidarios del Black Lives Matter, pero junto a ellos también sé infiltran en las manifestaciones bandas de Trumpistas y algunos locos armados, que atacan a los pacíficos manifestantes.

Pareciendo ser esta la forma que Trump ha encontrado de acabar con las manifestaciones. La policía atacando a los negros, e incluso matándolos y Trumpistas armados que atacan a manifestantes. Junto a una propaganda desplegada contra los demócratas, a los cuales se les presenta como aliados de los manifestantes, integrados por una izquierda radical, socialistas, delincuentes, a los cuales hay que oponer Ley y Orden, según la consigna de Trump.

-Los problemas externos mencionados, como focos de la politica exterior de Trump, tienden a generar violencia, pues toca a la confrontación militar de lleno.

Trump mantiene varios focos de guerra. En nuestro hemisferio insiste en eliminar la presidencia de Maduro. Habiendo fracasado en su estrategia con Guaidó, Trump insiste en una variante militar acompañado principalmente por Colombia, con todo el peligro que ello implicaría para los aliados de Venezuela, entre ellos Cuba, así como las condiciones que ello generaría para el resto del continente.

-Trump mantiene un foco permanente de guerra en Siria, invadiéndola y robándole el petróleo.

-Irak y Afganistán no han cesado y aun las tropas norteamericanas no se retiran porque se mueven hacia Siria.

-Los conflictos en Yemen, Lybia y la frontera con Turquía, son focos permanentes de confrontación en los que estados Unidos sigue implicado.

-En Europa, Bielorrusia y Rusia deben estar alertas por la continua amenaza de la OTAN.

Esto hace que se mantenga continuos focos de confrontación, que hacen de la política exterior de Trump una continua amenaza de desatarse una confrontación militar que puede devenir en nuclear.

A pesar de todos los intentos republicanos por desprestigiar la campaña de Biden, este le lleva ventajas a Trump en las encuestas, asunto que dejaremos para otro artículo.

1 octubre 2020 6 comentarios 579 vistas
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intellectuals

The challenge for intellectuals

por Esteban Morales Domínguez 28 junio 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

In April 2010 I wrote that, by then, corruption was already the toughest and most dangerous challenge we had to face; a national security issue. Today we wish to alert to the significance of intellectuals in the midst of the country’s current circumstances. This is an ideological matter of prime importance.

We already explained in a recent article that science is a form of power. Therefore, we shouldn’t disregard its dynamics and much less treat it with anti-democratic mechanisms. The role of our scientists in the struggle against COVID-19 is a brilliant example of how science and government policy must work together.

Cuba is the only country in this hemisphere without illiteracy; it has the highest mean schooling level in the region, including the United States and Canada. If that weren’t enough, about 10% of its population has a university degree, and the level of penetration of its human resources in the field of scientific activity is enviable for practically any country. [1]

That is to say, Cuba has extraordinary potential, if we were able to use it to drive the actions we must deploy in order to apply the economic model, make our economy grow and, what’s even harder, in order to make that change correspond with the social dynamics and change of mentality which are unavoidable.

Within those dynamics, Social Sciences and Humanities have the responsibility of playing a leading role, together with cultural work, for they are the ones closest to politics. However, several phenomena are greatly damaging the role of those sciences and of cultural work in the political dynamics of the country. Among them are:

  • Our Press, with an apparent attitude of distrust and exclusion, generally limits the presence of our intellectuals in the media, transferring their production to alternative spheres, like the intranet or the internet, or to the foreign Press, which only 10% of our population can access. We speak, above all, in terms of the daily news dynamic, which is the most complex, since it participates in the political scenarios in which the country’s daily life develops. We have been able to observe the following difficulties:
  • The relationship between politics and the sciences is still very weak, with a certain intolerance clearly visible whenever something is written or said critically, or which does not conform to the ‘established guidelines’. [2] Of these, consideration is only given to opinions regarding our economy, which are being insistently promoted by the Presidency of the Country.
  • Access to information on sensitive topics is made exceptionally difficult, causing our revolutionary intellectuals to be at a disadvantage in the debate taking place in foreign media and in the press, internet, and academia outside of Cuba.
  • Criticism is promoted (Raúl Castro has explicitly done so), but at the same time it’s restrained. It seems there are two policies: the one promoted by our First Secretary of the Communist Party of Cuba, and the one deployed by a bureaucracy firmly established in power, which even runs contrary to the more general political course. [3]
  • There are initiatives deployed by part of the civil society which have brought about the appearance of spaces for debate about our reality, such as Espacio Laical, Temas magazine, Observatorio Crítico, Dialogar Dialogar, UNEAC, etc. But there’s no indication that the ideological direction of the country may promote a relationship with these spaces for debate, or that it may take advantage of their results. The members of the national press barely participate in them, and it would rather seem that these debates exist in spite of not being to the Political Direction’s liking. Consequently, they seem to be carried out in an environment of certain ambiguity, of tolerance and clandestinity. At the same time, some publications, which are not quite the ones labeled as counterrevolutionary, are demonized, though in spite of that they circulate and are read intently by part of our population, and especially by intellectuals, with no intelligent response ever given to their arguments.
  • Our television is not sufficiently using either the potential it has with our country’s intellectuals, so as to debate and clarify the issues of greater interest for the population, especially the domestic ones. Many issues circulate by word of mouth, within the island, but in practice we are giving them away to the foreign press or other media, allowing them to speculate with them and to manipulate the information that goes around in the population. Issues such as the economy, the dynamics of corruption, racial issues, and others, cannot find enough space for debate. Therefore, in the midst of the extraordinary ideological struggle being fought today, we’re left at a disadvantage in having our intellectuals joined by the population. Only on Facebook and the internet, in general, can these issues be found as topics that are treated systematically and in-depth. But, as we know, a significant part of our population doesn’t have the necessary means to access these media.

That is to say, the systematic relationships between the Social Sciences and Humanities, culture, politics, and information, do not work in order to turn that mechanism into what it can actually be: a formidable tool to advance the actions the country must carry out, in the midst of what’s turning out to be its most difficult scenario for survival. Therefore, today, although the main task is to build the New Economic Model and make the economy grow, our challenges are also ideological. Of course, for the mechanism of relationships between politics, science, and information to properly work, certain conditions are necessary which we are yet to meet in the required degree. These include:

  • The need that open and responsible criticism, as our First Secretary has proclaimed, ceases to be little more than a political orientation or a slogan. It should become a permanent manner of political activity.
  • The need that each political and mass organization, beginning with the Party itself, make that orientation of comrade Raúl Castro Ruz a permanent work instrument. Some have said that there can be criticism, only not of the Party. How can that be, if the Party is the main leading force of society and the State, and its action is continually exposed to the opinion of the population?
  • The non-delimitation between the Party, the State and the Government, which puts the exercise of criticism at a sort of impasse, locking politics within a mechanism that makes its critical evaluation and its chances for rectification impossible.
  • The need that the population acquire confidence in the idea that criticism, made from revolutionary positions and in an opportune and transparent manner, can be effective, and that it won’t be demonized or repressed.
  • The need to reject the idea of taking refuge in our individuality and promote all things which enable the full exercise of social responsibility in the face of wrongdoing. This means working with transparency in information, democracy within organizations, absence of impunity and respect for individual opinions, though they may be mistaken, for these are less harmful than those which are kept hidden out of fear.
  • The change of mentality which must also strongly comprise cultural work and that of intellectuals. The latter must feel that they enjoy trust in and high regard of its creating spirit, as well as respect for their freedom of opinion. Otherwise, a struggle is initiated, which ends by separating the vast majority of intellectuals from the path of socialism; and those who aren’t separated, end up losing their capacity to draw the masses. [4]

In all formerly socialist countries of Eastern Europe, the political work with culture and the intellectuals posed a challenge which proved impossible to overcome. The burden of Stalinism, and a policy by the communist parties which turned out to be insufficient for its elimination, ruined socialism’s possibilities of survival. Therefore, economic inefficiency, unproductiveness and corruption weren’t the only culprits of the crumbling. There was also an inability by the communist parties to lead their respective intellectuals, which ended up causing the spiritual collapse of these societies.

[1] In other articles we have said that these advantages imply for Cuba the challenge of how to maintain them, a phenomenon in which the efficiency and flexibility of migration policy play a key role. See: Moncada-Lectores del Mundo, by the author, ‘El suicidio de la Migración’.

[2] See by the author, ‘Ciencia y Política: un dúo complejo’, personal blog.

[3] I have a personal experience in this matter which is very well described in my blog.

[4] Intellectuals are either true revolutionaries who oppose intolerance, lack of democracy and abuse of authority, or end up being opportunists despised by those in their own field.

Translated from the original

28 junio 2020 0 comentario 388 vistas
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intelectualidad

El reto de la intelectualidad

por Esteban Morales Domínguez 27 junio 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

En abril del 2010 escribí que la corrupción, ya era entonces, el reto más difícil y peligroso que debíamos enfrentar. Un problema de seguridad nacional. Hoy deseamos alertar sobre la importancia que juega la intelectualidad, en medio de las circunstancias que vive el país, al tratarse de un asunto ideológico de primer orden.

Ya explicábamos en un reciente artículo, que la ciencia es una forma de poder. Por lo que no debemos descuidar su dinámica y mucho menos tratarla con mecanismos antidemocráticos. El papel de nuestros científicos en el trabajo contra la pandemia de la COVID19, resulta un ejemplo brillante de cómo deben trabajar unidos ciencia y política gubernamental.

Cuba es el único país de este hemisferio que no tiene analfabetos, cuenta con un nivel medio de escolaridad que es el más alto de la región, incluyendo Estados Unidos y Canadá. Como si fuera poco, casi más de un 10% de su población cuenta con título universitario y posee un “capital humano”  con un grado de penetración en el campo de la actividad científica, envidiable para cualquier país.[1]

Es decir, Cuba, cuenta con un potencial extraordinario, si somos capaces de utilizarlo para impulsar las tareas que debemos desplegar para la aplicación del modelo económico, hacer crecer nuestra economía y lo que es más complejo aún, para hacer corresponder ese cambio con la dinámica social y el cambio de mentalidad que resulta ineludible.

Dentro de esa dinámica, las Ciencias Sociales y Humanísticas son las llamadas a desempeñar el papel fundamental, junto al trabajo cultural, por ser las más próximas a la política. Sin embargo, se están produciendo fenómenos que perjudican sobremanera el papel de esas ciencias y del trabajo cultural dentro de la dinámica política del país.

Nuestra Prensa, al parecer, con una actitud de desconfianza y excluyente, por lo general, limita a nuestra intelectualidad de estar en los medios, desplazando sus producciones hacia planos alternativos. Digamos  a la intranet e internet, o hacia la Prensa extranjera, a la que solo tienen acceso apenas un 10% de nuestra población. Hablando, sobre todo, en términos de la dinámica informativa diaria, que es la más compleja, pues participa en las coyunturas políticas en que el país, día a día, se debe desenvolver. Hemos podido observar las dificultades siguientes:

  • La relación entre la política y las ciencias es muy débil aún. Observándose claramente cierta intolerancia ante todo aquello que se escribe, o se dice, con matices críticos, o que se sale de las “normas trazadas”. [2] Solo están entrando en proceso de consideración las opiniones que se vierten sobre nuestra economía, promovidas estas insistentemente por la Presidencia del País.
  • Se dificulta fuertemente el acceso a la información sobre temas sensibles, provocando que nuestra intelectualidad revolucionaria, quede en desventaja dentro del debate que tiene lugar en los medios extranjeros, la prensa, internet y la academia fuera de Cuba.
  • Se promueve la crítica (Raúl Castro la ha promovido explícitamente) pero al mismo tiempo, se frena. Pareciendo como si hubiesen dos políticas; la que promueve nuestro Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y la que una burocracia, asentada en el poder, despliega aún a contrapelo de la orientación política general.[3]
  • Se despliegan iniciativas, por parte de la sociedad civil, que han hecho surgir centros de debate sobre nuestra realidad, dígase: Espacio Laical, Revista Temas, Observatorio Crítico, Dialogar Dialogar, UNEAC, etc. Pero no se observa que la dirección ideológica del país promueva una relación con estos centros de debate, ni que aproveche sus resultados. Los miembros de la prensa nacional, apenas participan en ellos. Pareciera más bien que estos debates existen a pesar de no ser del agrado de la Dirección Política. Por lo que parecen realizarse en medio de un cierto ambiente ambiguo, de tolerancia y clandestinaje. Al mismo tiempo, algunas publicaciones, que no podrían ser tildadas de contrarrevolucionarias, son “demonizadas”, aunque muy a pesar de ello, circulan y son leídas con interés por sectores de nuestra población, principalmente por la intelectualidad, sin que sean nunca inteligentemente respondidas.
  • Nuestra televisión tampoco utiliza de manera insuficiente el potencial del que dispone, dentro de la intelectualidad nacional, para debatir y esclarecer los temas de mayor interés para la población. Sobre todo, si son internos. Muchos temas circulan boca a boca, dentro de la Isla, pero en la práctica se los regalamos a la prensa extranjera u otros medios, permitiéndole especular con ellos y manipular la información que revota sobre la población. Asuntos tales como: la economía, la dinámica de la corrupción, el tema racial y otros, no encuentran espacio suficiente para el debate. Por lo que en medio de la extraordinaria lucha ideológica que se libra hoy, quedamos en desventaja para que nuestra intelectualidad sea acompañada por la población. Solo en Facebook, e internet en general, se les puede encontrar, como temas que son tratados sistemáticamente y con amplitud. Pero, como sabemos, gran parte de nuestra población no cuenta con los medios necesarios para acceder a los mismos.

Es decir, las relaciones sistemáticas entre las Ciencias Sociales y Humanísticas, cultura, política e información, no funcionan para hacer de ese mecanismo lo que de hecho puede ser, un formidable instrumento de trabajo para hacer avanzar las tareas que debe desarrollar el país, en medio de la que está resultando su más difícil encrucijada de supervivencia. Por lo que hoy, aunque la tarea principal es construir el Nuevo Modelo Económico y hacer crecer la economía, nuestros retos son también ideológicos. Por supuesto, para que el mecanismo de la relación entre política, ciencia e información, funcione adecuadamente, son necesarias ciertas condiciones que nosotros aún no alcanzamos en el grado requerido. Entre otras:

  • Es necesario que la crítica abierta y responsable, como la ha proclamado nuestro Primer Secretario, deje de ser algo más que una orientación política o una consigna. Para pasar a convertirse en el modo de accionar político permanente.
  • Es necesario que cada organización política y de masas, comenzando por el propio Partido, haga de esa orientación del Cro. Raúl Castro Ruz, un instrumento permanente de trabajo. Hay quien ha dicho que se pueden hacer críticas, pero no al partido. ¿Cómo entender esto? Si el partido es el máximo dirigente de la sociedad y el estado. Y su actuación se encuentra continuamente expuesta a la opinión de la población.
  • La no delimitación, entre Partido, Estado y Gobierno, ubica en un cierto callejón sin salida al ejercicio de la crítica. Encerrando a la política dentro de un mecanismo, que hace imposible su valoración crítica y las posibilidades de su rectificación.
  • Es necesario que la población adquiera la confianza, de que la crítica, desde una posición revolucionaria, oportuna y trasparente, puede ser efectiva. Y que no será demonizada ni reprimida.
  • Hay que rechazar el refugiarse en la mera individualidad y promover todo aquello que permita el ejercicio pleno de la responsabilidad social ante lo mal hecho. Lo que significa obrar con transparencia informativa, democracia dentro de las organizaciones, contrarrestar la impunidad y promover el respeto de la opinión individual, aunque esta pueda ser equivocada. Pues estas últimas son menos dañinas que el temor a expresarlas ocultas.
  • El cambio de mentalidad debe abarcar fuertemente, también el trabajo cultural y a la intelectualidad. Esta última debe sentir que cuenta con la confianza, la más alta valoración de su espíritu creador y el respeto a su libertad de opinión. De lo contrario, se establece una lucha, que concluye, apartando a la inmensa mayoría de los intelectuales del camino del socialismo; y los que no se apartan, acaban  perdiendo su capacidad para arrastrar a las masas.[4]

En todos los ex países socialistas de Europa del Este, el trabajo político con la cultura y la intelectualidad representaron un reto imposible de superar. Los lastres del estalinismo y una política de los partidos comunistas que resultó insuficiente para eliminarlo, dieron al traste con la posibilidad de que el socialismo sobreviviera. Por lo que, no fueron solo culpables del derrumbe, la ineficiencia económica, la improductividad y la corrupción. Sino también, la incapacidad de los partidos comunistas, para liderar a sus respectivos intelectualidades, lo que terminó por producir el derrumbe espiritual de esas sociedades.

[1] En otros artículos nos hemos referido a que estas ventajas, encierran para Cuba el reto de cómo mantenerlas. Fenómeno dentro del cual, la eficiencia y flexibilidad de la política migratoria, desempeñan un papel fundamental. Ver: Moncada-Lectores del Mundo, del Autor, El suicidio de la Migración.

[2] Ver del Autor Ciencia y Política: un dúo complejo, Blog personal.

[3] Cuento con una experiencia personal al respecto, que se encuentra muy bien reflejada en mi blog.

[4] El intelectual, o es realmente revolucionario, oponiéndose a la intolerancia, la falta de democracia y al ordeno y mando, o termina siendo un oportunista despreciado por su propio gremio.

27 junio 2020 15 comentarios 489 vistas
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hostility

The culture of hostility against Cuba

por Esteban Morales Domínguez 21 junio 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

On April 30 of this year 2020, with premeditation and under cover of darkness, an individual of Cuban origin fired with an AK-47 rifle at our embassy in Washington, bringing up a history of acts in which Cuban diplomats have lost their lives on the very soil of the United States. There is a culture of hostility against Cuba.

The line of reasoning followed by our Foreign Minister Bruno Rodríguez Parrilla in the subsequent press conference to criticize the US Government has a strict, flawless, and relentless logic. And this logic has its basis in the history and nature of US governments’ attitudes and policy in conducting their relations with Cuba.

Already in 1958, President Eisenhower was devising plans to frustrate the triumph of the Cuban revolution. He had infiltrated the revolutionary ranks with several CIA agents, working from the inside, to avoid at all costs that the revolution should seize power. Faced with failure, in 1959, plans to assassinate the leaders of the revolution –Fidel, Raúl and Che Guevara– were being hatched at the White House.

It’s a very long history until this very day when after more than sixty years they haven’t stopped acting with the same intentions. Terrorist acts since the very year 1959 are in the thousands: assassinations, terrorist groups in the Escambray mountains, attacks on coastal villages, the Bay of Pigs invasion, the Mongoose Plan, attacks on our diplomatic quarters, attempts to invade Cuba, biological attacks, and others.

All this has been complemented with radio, television, and ideological aggressions in general. Open and undercover actions against Cuba make up a long list which is impossible to fathom. The loss of human lives is in the thousands, and material loss reaches hundreds of billions of dollars. So, how could we not take into account all these actions carried out in compliance with US policy for over 60 years?

It’s not just the aggressions, which are certainly not isolated. It’s that US administrations, by allowing and planning all these actions against Cuba themselves, have contributed to generating a culture, in which attacking Cuba always has the support of the US government. What is the blockade if not an attempt to shut out Cuba from the world, so as to keep our country from taking up its rightful place in international relations?

In the same way that Cuba has always been regarded, in American political culture, as part of the continental territory of the United States, so too everything that’s been done against Cuba is justified by that culture which all US administrations have tried to maintain and fuel with regards to it.

That is, attacking Cuba has become a part of the political culture in some sectors of American society and of practically all US administrations. Of course, there are many people both outside and within the US who do not accept or share that logic of hostility. But for many years, US administrations have taken charge of creating the groups that uphold it, both within the Cuban community in the US and among its international allies, along with some sectors of American society, in particular within the Republican Party and other sectors which identify with the interests of a hostile policy against Cuba.

When Trump won the presidency, he found that the hostile logic for dealing with Cuba was quite deteriorated. The Obama administration had contributed to a certain disassembling and managed to move forward with positive relations. Therefore, he has tried to reconstruct it, starting with his inauguration speech in Miami, with the support of the most aggressive and reactionary sectors within the Cuban community in the US.

Since then, Trump has been committed to reversing all the progress made under the Obama administration, bringing back aggressive models that existed before Obama, and even earlier. Therefore, this April’s assault against the Cuban embassy in Washington may be considered a part of that revival of the culture of hostility against Cuba, one that, incidentally, is clearly fuelled by Trump’s aggressive policy against our country

Neither Trump nor Pompeo can answer the questions posed by our Foreign Minister, because then they would have to dare to deny a number of irrefutable historical arguments, which would only make them look ridiculous. And this is so, especially because what the Minister points out has been a part of the most stupidly aggressive speeches given by both.

And the thing is that Donald Trump’s administration is mired in a trap, fuelled by its own aggressive attitude against Cuba, that a number of counterrevolutionary personalities and small groups –such as Marco Rubio, Díaz-Balart and other financed, third-rate politicians– have set, feeling themselves part of a policy which supports them and grants them sotto voce the right to carry out actions against Cuba with the known backing of Trump and his administration.

For that reason, our Foreign Minister deploys that logic, in which it is known that the very environment created by the Trump administration generates and supports actions against Cuba, such as the attack on the embassy.

Therefore, it’s possible to maintain that, while Trump occupies the Presidency, actions of this kind are to be expected, both within and outside the US. And one must also keep in mind the incentive they represent for people who, seeing themselves without employment, might want to use counterrevolutionary activity again as what it’s always been: a way to get rich by hurting Cuba.

Trump is constantly accusing the island. He’s now put it back in the list of countries that do not cooperate in the fight against terrorism. Pompeo, for his part, can hardly do more to try to discredit Cuba’s solidarity and internationalist medical work.

Consequently, our embassies abroad and other international missions, such as our medical brigades, in particular, must exercise great caution, so as to not be the object of these terrorist acts, for which the Trump administration is trying to create the most favorable context it can.

Translated from the original

21 junio 2020 2 comentarios 462 vistas
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agresividad

La cultura de agresividad contra Cuba

por Esteban Morales Domínguez 17 junio 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

El 30 de abril de este año 2020, con alevosía y nocturnidad, un individuo de origen cubano hizo fuego con un fusil AK-47 sobre nuestra embajada en Washington. Existiendo antecedentes de actos en que diplomáticos cubanos han perdido la vida en los propios Estados Unidos.

La línea de argumentación, con que nuestro Canciller Bruno Rodríguez Parrilla, en la posterior conferencia de Prensa, critica al Gobierno de los Estados Unidos, es de un lógica férrea, impecable e implacable. Es que la lógica de nuestro canciller tiene su base, en la historia de cómo ha sido la actitud y política del gobierno de los Estados Unidos en sus relaciones con Cuba.

En el año de 1958, ya el presidente Eisenhower, hacia planes para frustrar el triunfo de la revolución cubana. Había infiltrado las filas revolucionarias, con varios agentes de la CIA, trabajando desde dentro, para evitar a toda costa que la revolución llegara al poder. Ante el fracaso, ya en 1959, se estaban fraguando en la oficina de la Casa Blanca, los planes para asesinar a los líderes de la revolución: Fidel, Raúl y El Che.

Se trata de una historia muy larga hasta hoy, que después de más de sesenta años, no ha dejado de contener las mismas intenciones. Miles de actos de terrorismo desde el propio año de 1959. Asesinatos, bandas terroristas en el Escambray, asaltos a poblados costeros, la invasión por Giron, Plan Mangosta, ataques a nuestras sedes diplomáticas, intentos de invasión a Cuba, ataques biológicos, y otros.

Todo lo cual se ha complementado con las agresiones radiales, televisivas e ideológicas en general. Las acciones abiertas y encubiertas contra Cuba, tienen un largo expediente imposible de abarcar. Las pérdidas de vidas humanas se cuentan por miles y las materiales por cientos de miles de millones de dólares. Entonces, ¿Cómo no tomar en cuenta todas estas acciones de la política norteamericana, durante más de 60 años?

No se trata solo de agresiones y mucho menos aisladas. Trátase de que las administraciones norteamericanas, al permitirlas e incluso planificar muchas de estas acciones contra Cuba, han contribuido a generar una cultura, en la que agredir a Cuba cuenta siempre con el apoyo del gobierno estadounidense. O qué es el bloqueo, sino tratar de generar alrededor de Cuba un cerco internacional para impedir que nuestro país, logre ocupar el lugar, que, por derecho propio, le corresponde en las relaciones internacionales.

Del mismo modo en que Cuba ha sido siempre vista, en la cultura política norteamericana, como parte del territorio continental de los Estados Unidos; así también, todo lo que se ha hecho contra Cuba se justifica, siendo esa la cultura que todas las administraciones norteamericanas han pretendido mantener y alimentar con relación a Cuba.

Es decir, que agredir a Cuba, ha llegado a formar parte de la cultura política de ciertos sectores dentro de la sociedad norteamericana y prácticamente todas las administraciones de Estados Unidos. Por supuesto, que hay mucha gente, tanto fuera como dentro de los Estados Unidos que no aceptan o comparten esa lógica agresiva. Pero por muchos años, las administraciones norteamericanas, se han encargado de crear los grupos que la sustentan. Tanto dentro de la comunidad cubana en los Estados Unidos, como entre sus aliados a nivel internacional y en algunos sectores de la sociedad norteamericana, en particular dentro del partido republicano y otros sectores que se identifican con los intereses de una política agresiva contra Cuba.

Cuando Trump llega a la presidencia, se encuentra con que la lógica agresiva para tratar a Cuba está muy deteriorada. La administración Obama había contribuido a cierto desmontaje y logró avanzar en relaciones positivas. Por lo que trata entonces, de reconstruirla a partir de su discurso de toma de posesión en Miami, recibiendo el aliento de los sectores más agresivos y reaccionarios dentro de la comunidad cubana en los Estados Unidos.

Desde entonces, Trump se compromete a dar marcha atrás a todo lo que con la administración Obama se había logrado avanzar. Volviendo a canones de agresividad, existentes antes de Obama, e incluso más atrás. Por lo que el asalto de abril de este año contra la embajada cubana en Washington, D.C. se puede considerar como parte de esa revitalización de la cultura de la agresión contra Cuba, por demás, claramente alimentada por la política agresiva de Trump contra nuestro país.

Trump o Pompeo, no pueden dar respuesta a las preguntas formuladas por nuestro Canciller, porque tendrían que atreverse a negar un conjunto de argumentos históricos, irrefutables, lo que solo les haría caer en el ridículo. Sobre todo, porque lo que señala el Canciller, ha formado parte de los discursos más estúpidamente agresivos, por parte de ambos.

Es que la administración de Donald Trump, está agarrada en una trampa, alimentada por su propia actitud de agresividad contra Cuba, que un conjunto de grupúsculos y personalidades contrarrevolucionarias, como Marco Rubio, Díaz Balart y otros de poca monta, financiados, utilizan, sintiéndose parte de una política, que los apoya y les concede “sotto voce”, el derecho de realizar acciones contra Cuba que saben tienen el apoyo de Trump y su administración.

Por eso, nuestro Canciller despliega esa lógica, en que se sabe que el propio ambiente creado por la administración Trump, genera y apoya, acciones contra Cuba, como lo ha sido el atentado a la embajada.

Por lo que es posible asegurar, que mientras Trump esté en la Presidencia, son esperables acciones de ese tipo, tanto dentro, como fuera de Estados Unidos. Debiéndose contar también, con el estímulo que ello representa para gente, que habiéndose sentido sin empleo, quieran volver a utilizar la actividad contrarrevolucionaria, como lo que ha sido siempre, un modo de enriquecerse haciéndole daño a Cuba.

Trump no se cansa de acusar a la isla, ahora la vuelve a llevar a la lista de países que no colaboran con la lucha contra el terrorismo. Pompeo, por su parte, no puede hacer más para tratar de desprestigiar la labor médica internacionalista y solidaria de Cuba.

Por lo que nuestras embajadas en el exterior y otras misiones internacionales, como nuestras brigadas médicas en particular, deben cuidarse mucho, para no ser objeto de esos actos terroristas, a los que la administración de Trump, tratan de crearles el contexto más favorable posible.

17 junio 2020 20 comentarios 517 vistas
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Neoliberalismo y racismo en USA

por Esteban Morales Domínguez 12 junio 2020
escrito por Esteban Morales Domínguez

Recientemente leí en Facebook un texto plagado de errores de Liu Santiesteban y otros autores sobre el problema racial en los Estados Unidos. Hay errores, aunque también intencionalidades. Su error principal consiste en no considerar al racismo como un fenómeno estructural dentro de la sociedad norteamericana.

Su tesis principal es que los negros debemos ser aconsejados a depender de sus propios esfuerzos y ello es más que suficiente para lograr el triunfo. El consejo no es malo, pero sí bastante perverso e ingenuo.

Mencionaban entonces un largo listado de artistas negros de la música y el cine, que habían ascendido por sus esfuerzos, con independencia de su color de la piel. Cosa que es cierta, pero que nada tiene que ver con la existencia y el funcionamiento del racismo en los Estados Unidos.

El error esencial de sus formulaciones, más bien neoliberales para endulzar a la sociedad norteamericana, consiste en olvidarse de que el racismo en los Estados Unidos es un fenómeno estructural. Es decir, forma parte y funciona como elemento integrante dentro del sistema de relaciones capitalistas de la sociedad norteamericana.

El ejemplo de los que logran cruzar las dificultades para alcanzar el éxito, dentro de esa sociedad, no niega la existencia del racismo ni de la discriminación racial; todo lo contrario, lo reafirma. Por ley de los contrarios.

Por lo que situar y tomar como ejemplo a los que han llegado a triunfar, no es más que una forma de endulzamiento de la realidad, que es mucho más compleja y contradictoria de lo que los autores asumen.

El racismo no nació del capitalismo, vino de la mano de la sociedad colonial esclavista, aunque al capitalismo le brinda un servicio inestimable. Adueñándose de él para sostener su régimen de explotación. Al convertir el color de la piel, en una variable de diferenciación social. Acción más sofisticada y difícil de superar que la esclavitud.

En la sociedad colonial el esclavo podía obtener su libertad, en el capitalismo no. Pues se encuentra sometido a una estructura social en la que su lugar esta predeterminado, liberándose de ella solo por excepción.

Los argumentos esgrimidos, resultan además la tergiversación de una larga historia, en la que el negro norteamericano comenzó siendo esclavo y pago un alto precio por participar en la vida económica y más tarde en la política, para lograr ejercer el voto. Sobre todo, la mujer negra. Ello no hizo más que darle formas de participación social, pero sin liberarlo de las ataduras sociales que su condición de negro implica. Es decir, sin liberarlo de los prejuicios al color de la piel, la discriminación y el racismo.

El racismo es un fenómeno estructural de la sociedad norteamericana.

Es parte integra de la institucionalidad de esa sociedad y solo con la terminación del capitalismo podrán crearse las condiciones para comenzar a eliminarlo de la vida social del país. Pero tampoco desaparece automáticamente, al desaparecer el capitalismo, dado que permanece en la cultura heredada.

Cuba con una revolución radical y más de 50 años de lucha por su eliminación, no ha logrado terminar con el racismo, ni la discriminación racial. Funcionando como un paradigma para la comprensión de que, con el fin del capitalismo, solo comienza el periodo histórico para crear las condiciones que posibiliten eliminar el racismo.

Cierto que el negro norteamericano nos aventaja en que posee por lo general una gran conciencia racial, pero no nos aventaja en como Cuba ha ido paulatinamente creando las condiciones para eliminar el racismo. Ahora, con una conciencia social más avanzada en cuanto a la necesidad de su eliminación y una conciencia, en parte importante de su dirección política, de que la tarea de eliminar el racismo y la discriminación racial se debe llevar adelante. Contándose ya con una Resolución Gubernamental como instrumento para formular una estrategia de lucha contra el racismo y la discriminación racial.

Luego se equivocan los Autores del artículo cuando nos aconsejan. Púes no se trata de un asunto individual sino de toda la sociedad. No se trata de que la sociedad les permita o facilite a unos individuos llegar. No se trata de que algunos por su esfuerzo lleguen. Tampoco de que algunos pasen las barreras para ser tratados como iguales, sino de que todos puedan alcanzar la igualdad y la justicia.

Ni siquiera estadísticamente es válido el análisis de los autores.

En la sociedad norteamericana, los negros ocupan el penúltimo escalon en la pirámide demográfico-social. Por encima solo de los pueblos originarios y de los esquimales, que ocupan los últimos escalones. Por lo que, ni habiendo alcanzado el éxito, un negro en los Estados Unidos llega al nivel de consideración que esa sociedad solo reserva al blanco.

Los datos estadísticos muestran claramente las diferencias para los negros, en términos de desempleo, acceso a la salud, acceso a la justicia, etc.

No se trata de que un negro pueda o no económicamente y hasta socialmente llegar a vivir como un blanco. No, es que la estructura social ha quedado diseñada para darle un lugar como negro.

Lo demás es una circunstancia o una casualidad de la vida. El negro no llega a conseguir nunca la posición del blanco dentro de la sociedad capitalista norteamericana y cuando lo logra, se trata de una circunstancia excepcional, que no hace más que confirmar la regla. La regla es que el negro este por debajo y los años más recientes la han confirmado.

Por eso el artículo de marras, no es más que un intento neoliberal, de quitarle, de limpiar al capitalismo de las lacras del racismo.

12 junio 2020 31 comentarios 431 vistas
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