La Joven Cuba
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2018

Contenidos con fecha 2018

Mejor del 2018: Camino a un error

por Consejo Editorial 28 diciembre 2018
escrito por Consejo Editorial

(A partir de hoy compartimos con nuestros lectores los textos más leídos del 2018. El siguiente texto fue publicado el 26 de Enero de 2018)

Solo dos de los Cinco Héroes han sido nominados diputados a la Asamblea Nacional, lo cual no sería extraño de ser un hecho fortuito pero todo indica que forma parte de cierto favoritismo en la política de cuadros del país. Un criterio de selección que tememos, sea basado en la obediencia y no en la capacidad política, que ha hecho mella en los espíritus y ayer tuvo su expresión. Escribimos porque este es un momento de definición, no respecto a un enemigo externo sino entre nosotros.

En La Joven Cuba se publicaron casi 380 artículos y 111 Cartas a Obama dedicadas a la campaña por el regreso de los Cinco. Tuvimos una relación de comunicación con varios de ellos, nuestro logo original fue dibujado a mano por Gerardo Hernández cuando estaba en prisión. No hubo alegría mayor que su regreso, pero siempre tuvimos cierta aprehensión por tenerlos de vuelta, el temor de que nuestras contradicciones internas y errores conocidos alcanzaran a nuestros héroes.

Esta situación ocurre por tener un mecanismo invisible de selección de cuadros, que ha permitido privilegiar líneas de pensamiento determinadas dentro de las fuerzas que componen la Revolución

Vimos el proceso ocurrir poco a poco. Quizás comenzó a gestarse durante la campaña de las cintas amarillas, idea de René González que cargada de simbolismo, movilizó a Cuba entera, quizás demasiado. Hubo recelos desde entonces, falta de respaldo institucional, celo quizás porque las instituciones creadas para cosas así, quedaban a la saga. Una sola oportunidad tuvo René de hacer algo por sí mismo y fue lo más exitoso en comunicación política de la última década, ¿se imaginan si alguien así estuviera al frente de la ideología en nuestra país? ¿En un país tan necesitado que le recuerden que sigue siendo una Revolución?

Pero a algún jefe no le gustaron las cintas amarillas, secreto a voces en ciertos círculos, vergonzoso para quien se siente revolucionario de verdad

En Noviembre de 2015 Osmany Sánchez publicó su artículo Cinco cargas para matar bribones donde expresaba: “Quiero que ver a los Cinco asumir responsabilidades en la dirección de nuestro proyecto social!!!” Así, con tres signos de exclamación, y no menciona a dos ni tres, cinco. Luego aclara sus razones: “No se trata de poner a dirigir a alguien solo porque es “confiable”, los Cinco han demostrado que además de ser magníficos revolucionarios, son también excelentes profesionales“.

Osmany va más allá en su análisis: “Sé que algunos no estarán cómodos con mi propuesta, se sentirán amenazados. La corrupción y los corruptos son un gran enemigo de este país. Lo dijo Esteban Morales y más tarde Raúl le dio la razón. No nos basta con una carga para matar bribones. Necesitamos Cinco“. Luego, a mediados de 2016 ya ocupaban responsabilidades laborales que a todos nos parecían honrosas como paso necesario antes de asumir empeños mayores.

Pero estábamos preocupados, conversábamos el tema pero nunca lo exteriorizamos por disciplina y fe en el sentido común.

Aún así, con sutileza alertamos del problema. En Junio de 2016, Harold Cárdenas publica su artículo El destino de los héroes, donde expresa: “La persona que decidió a dónde irían a trabajar los Cinco debe ser muy segura de si misma. ¿Cómo se asigna responsabilidades a los hombres más legitimados en la historia reciente de Cuba?“. Luego agrega: “con mucho menos esfuerzo otros han llegado muy lejos en la pirámide sociopolítica“. Quizás nuestras preocupaciones se resumen en una frase del texto: “Los países crean héroes y luego no saben qué hacer con ellos“.

Ayer Olga Salanueva compartió un mensaje en su muro de Facebook que enseguida fue reproducido masivamente en redes sociales y varios medios internacionales, con intenciones muy variadas. Como conocemos la humildad de Olga, el sacrificio que ha hecho su familia y lo justo de sus palabras, vaya a ella nuestro apoyo. Nuestra admiración por su familia no ha hecho más que crecer en las últimas horas. Resulta reconfortante también ver los cientos de personas que compartieron su mensaje. Triste ver otros criticar su mensaje apelando al recurso de no darle armas al enemigo o sugiriendo hacerlo en el “lugar y momento adecuado” (que nunca aparece). Su actitud es cómplice de este intento por hacer distinciones entre los Cinco.

A partir de hoy, se puede escuchar a los cubanos que desean verse representados por todos ellos como diputados o en responsabilidades mayores, se puede ignorar una petición que fácilmente lograría apoyo masivo de llegar a los medios, o incluso peor, tomar el camino de las represalias discretas contra los héroes de nuestra generación. En cuál sea la respuesta, va la ética de la Revolución. Tristemente, no nos sorprende haber llegado a este punto. Reproducimos sus palabras a continuación:

Mensaje de Olga Salanueva en Facebook:

Queridos amigos

Desde su regreso, en cuanto salgo de mi casa o de otro lugar con mi esposo, soy testigo de las múltiples y continuas muestras de cariño, afecto, admiración y también agradecimiento que pone de manifiesto todo el que se siente patriota y se cruza con Rene. Siempre me da la impresión, por la forma tan cercana en que se dirigen a él, de que es como cuando te encuentras a tu amigo de la infancia o a tu hermano de pronto en la calle, que sabes que no lo ves hace tiempo pero nunca lo dejaste de tener presente. Unos le dicen hermano, otras lindo, otros cuídate, te amamos, te queremos, tu eres nosotros, que Dios te bendiga, ustedes hacen falta a Cuba, pa’qué decirles, hasta uno quiso que la esposa lo besara y de las fotos ni hablar..

Digo todo esto porque estoy segurísima que el pueblo se ve representado en ellos y así se los manifiesta. Desde hace varios días muchas personas en la calle y otros en los medios nos vienen preguntando unos y dando por seguro otros, que los cinco saldrían candidatos a diputados en estas elecciones. Quiero aclarar que digo NOS porque a mí también me preguntan a diario, supongo que esto también le sucede al resto de los familiares de los cinco.

Al salir el listado de los candidatos, ha sido como una explosión de opiniones que nos llegan y les aseguro que no tengo respuesta para muchas de las interrogantes, He decidido entonces responder a las que puedo y decirles lo único que sé en cuanto a René González Sehwerert y las elecciones. Quisiera aclararles a algunos amigos que tratando de dar explicación a la no inclusión de tres de ellos realmente cometen errores.

René González regresó a Cuba en 1961 y desde entonces para los efectos de nuestras leyes es cubano porque así lo decidieron primero sus padres y luego él. Como tal pasó por tres años el servicio militar y luego voluntariamente estuvo 2 años en Angola como soldado de esta patria. Como cubano se le llamó a cumplir su misión en Estados Unidos aunque allí permaneció con sus derechos de nacimiento. Todos recordamos que renunció a la ciudadanía norteamericana para poder regresar a su pueblo y con su familia 23 años después. Aclarado esto no hay por qué pensar que René no es cubano.

Otros han tenido dudas respecto a que no tengan disposición de ser diputados y representar a su pueblo ante la Asamblea. Duele en el alma nada mas de pensar que alguien se le haya ocurrido tal idea. Jamás dudó René un segundo en dar su disposición ante la tarea de representar a su pueblo en las entrañas de la mafia de Miami, a riesgo de su vida y dejando en pleno año 1990 a su esposa y su hija de seis añitos, pasando ellas por la vergüenza de ser familia de un desertor. El resto de la historia la mayoría la saben.

A la oficina de René un día llegó un representante del sindicato de Cultura, al cual él pertenece por ser vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí. Le dejaron una planilla a llenar con sus datos personales alegando que había sido propuesto por este sindicato a candidato a diputado. El la llenó y la entregó. Al resto de los cinco les sucedió de igual manera propuestos por diferentes lugares. Hasta ahí lo que sabemos, nunca más fue consultado, ni llamado, ni nadie se le acercó para pedirle ni opinión ni otra disposición.

René siguió trabajando como siempre lo ha hecho y lo he visto hacer desde hace 35 años en cada tarea que se le ha asignado, entregado en cuerpo y alma, con tremenda alegría y optimismo que todo el que lo conoce bien sabe que siempre lo acompañan, con su tremenda transparencia y acometida contra lo mal hecho. Todo a pesar de que esta tarea no tiene nada que ver con su vocación, y de que ni siquiera puede ejercer la profesión que ama. Hasta ahí lo que sé, ayer de pronto el listado de los candidatos y la avalancha de preguntas.

Mi respuesta: Pregúntenle por favor a la comisión, yo no encuentro razón alguna para que los cinco no sean diputados. Se lo merecen en primer lugar, están más probados que el chocolate, Cuba los necesita también a ellos. Es muy de mal gusto tratar de establecer diferencias entre los cinco, cuando el imperio lo intentó con todo su poderío se cogió el c… con la puerta. Siempre serán hermanos y revolucionarios probados.

Una amiga en facebook manifiesta: “Dudo que alguna comisión de candidatura los haya excluido porque sí, esas comisiones están integradas por gente de bien. Dudo que alguien pueda obviar a los Cinco, porque son el corazón mismo de esta Isla. Alguna otra razón debe haber, supongo…”

Compañera, siento decirle que no hay error alguno. Tres de los cinco fueron obviados por la comisión, lo que representa, en mi opinión, una nueva y gran injusticia contra los cinco héroes de la República de Cuba.

Revolucionariamente siempre.

Olga Salanueva Arango.

28 diciembre 2018 1 comentario 297 vistas
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Algo pasa, pero falta

por Mario Valdés Navia 27 diciembre 2018
escrito por Mario Valdés Navia

Me satisface observar lo que ocurre en las actuales Mesas Redondas y sesiones de la Asamblea Nacional, junto a las medidas tomadas por el gobierno para enderezar algunas de las infelices travesuras jurídicas diseñadas por el pensamiento burocrático para supuestamente dirigir y controlar mejor a los TCP y al polémico campo cultural. Son señales que hacen pensar que algo está cambiando, para bien, en la gobernabilidad cubana.

En las últimas semanas aprecio también una liberalización del espectro de comentarios en el visitado portal Cubadebate que abre paso a la socialización de opiniones críticas, antes inusuales en los medios oficiales. En muchas ocasiones, estas contienen ideas que por su nivel de madurez parecen más el fruto de largas meditaciones de los autores sobre cuestiones cubanas que meros comentarios de ocasión.

La presencia sistemática de ministros/as y viceministros/as como protagonistas de las Mesas Redondas, orientada por el presidente Díaz-Canel para que rindan cuentas de los pormenores y resultados de su gestión, es una muestra de transparencia y respeto que los enaltece. Al mismo tiempo, permite al pueblo/soberano valorar directamente el nivel de profesionalidad y el carácter de cada uno en una comparecencia pública.

Con el tiempo, este modo de actuación hará que las explicaciones sean cada vez mejor diseñadas desde el punto de vista comunicativo. Seguramente, estarán también mejor fundamentadas y ganarán en credibilidad, de modo que no nos dejen, como ocurre en ocasiones, con las ganas de verlos concluir presentando sus cartas de renuncia.

La intervención del presidente en la comisión donde se debatía la cuestión de la informatización de la sociedad cubana abre expectativas de cambios que irían más allá del tema en cuestión. En particular, es grato escucharlo cuando retoma el texto de la Conceptualización del modelo socialista cubano, pues cuando se intentan sin cesar medidas de freno y demora a las transformaciones en curso, valdría la pena contraponerlas siempre a la letra y el espíritu reformista de ese documento.

El nuevo esquema de desarrollo hasta el 2030, esbozado por el ministro de economía y refrendado por el presidente, parece enfocado en acabar de diseñar un modelo de desarrollo socialista afincado más en las capacidades, fortalezas y oportunidades de la Cuba actual y menos en la esperanza de ayuda internacional y el añorado fin del bloqueo.

Pero para eso hallo que hay dos factores de los que se habla poco, o nada. El primero es la renegociación del contrato social al interior de la sociedad  cubana, lo cual pasa inexorablemente por resolver las tareas pendientes de la reunificación monetaria, la reforma general de salarios y precios y la apertura de nuevas formas de participación ciudadana en la transformación del país, que nos saque definitivamente de la modorra prevaleciente hoy y reviva el entusiasmo colectivo.

Lo segundo es la liberación de las fuerzas productivas del pueblo, atenazadas por una hegemonía burocrática que da por bueno el orden establecido. Esta cuestión es esencial pues las fuerzas productivas están formadas, en primerísimo lugar, por la fuerza de trabajo y es ahí donde radican, al unísono, las mayores fortalezas y debilidades de nuestra economía.

Las primeras por el alto nivel de preparación y creatividad del capital humano disponible, y las segundas por los desestímulos existentes para la realización económica de los trabajadores y sus familias a partir de ingresos bien habidos. Una sociedad de trabajadores donde el trabajo honesto no sea la fuente principal de vida no puede crecer ni desarrollarse, con, o sin bloqueo norteamericano.

A esto se añade la cuestión de los frenos a la iniciativa económica de los cubanos y cubanas. Nótese que no me refiero solo a la privada y cooperativa, sino también a la de los colectivos de las empresas estatales. Aunque de estos últimos se habla mucho menos, son ellos los que producen la masa fundamental del PIB y, por postulado constitucional, constituyen “el sujeto principal de la economía cubana”.

Es increíble que sea en ellos donde las oportunidades de prosperar, aportar iniciativas, ejercer la autogestión sobre los medios de producción y elegir democráticamente a los cuadros se tornen mucho más difíciles, cuando no imposibles.

La sociedad cubana pide a gritos una renovación del socialismo en pos de un modelo más democrático, próspero y participativo, pero eso pasa por lo que el Granma llamó, en 1967: “la revolución que aún no se ha hecho en otros lugares (…) ¡La revolución antiburocrática!”.[1]

Para contactar al autor: mariojuanvaldes@gmail.com

[1]“La lucha contra el burocratismo: tarea decisiva”, publicado en El Orientador Revolucionario No 5, del Granma, 12 de marzo de 1967. “Lecturas de filosofía”, tomo II. Instituto Cubano del Libro, La Habana, 1968, pp. 647.

27 diciembre 2018 9 comentarios 339 vistas
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Modificaciones al Proyecto de Constitución

por Yassel Padrón Kunakbaeva 26 diciembre 2018
escrito por Yassel Padrón Kunakbaeva

Tras varios meses de reuniones, debates y manos levantadas, en un proceso de consulta que contó con la amplia participación del pueblo, ya contamos con un Proyecto de Constitución. A través de los medios oficiales, hemos podido seguir la presentación del documento ante la Asamblea Nacional, incluyendo una intervención de Homero Acosta acerca de las principales modificaciones que este había sufrido. Gracias a ello, resulta posible hacerse una idea acerca de la naturaleza del futuro texto constitucional: cuáles serán sus virtudes y sus falencias.

Este Proyecto es el resultado de un proceso de consulta popular que ha sido en sí mismo cuestionado, por tener un carácter consultivo y no vinculante. Esa naturaleza consultiva es la que le da libertad a la Comisión Redactora para tomar en cuenta algunos planteamientos y otros no. Sin embargo, vale la pena recordar que este procedimiento es totalmente coherente con la constitución vigente, que le da facultades constituyentes a la Asamblea Nacional del Poder Popular. En rigor, en Cuba, cada vez que votamos, estamos votando por una Asamblea Constituyente.

Teniendo a la vista todo el proceso y sus resultados, puede sacarse una conclusión muy importante. El orden constitucional vigente le da espacio a la actual dirección del país para llevar a cabo una renovación controlada, una democratización atenuada paternalistamente. La burocracia civil y militar no renuncia a la lógica de la vanguardia, pero consiente una ampliación de los derechos políticos y sociales, al menos sobre el papel. Tienen la ley de su lado, y cualquiera que exija un mecanismo diferente de construcción directa de la Constitución, en realidad está pidiendo un cambio de régimen.

Algunos pueden estar inconformes con este proceso “tutelado”, pero el Proyecto de Constitución contiene muchos elementos que pueden ser motivo de alegría para los que defendemos la idea del socialismo en Cuba. Pueden ser el primer paso de un proceso de regeneración y redimensionamiento de la práctica política revolucionaria. Veamos algunos ejemplos:

Ha regresado la referencia al comunismo en la Constitución. La eliminación y posterior rehabilitación del término “comunismo”, propiciaron un fructífero debate en el que se puso de manifiesto que en Cuba todavía existe una preocupación por el carácter universal de nuestro proyecto revolucionario. Eso es una buena noticia, pues a veces corremos el riesgo de caer en una ideología banalmente nacionalista.

Cuba queda definida como un Estado Socialista de Derecho y Justicia Social. Se plantea así la voluntad de eliminar todo espacio a la arbitrariedad y la impunidad. El Derecho, y el principio de que todas las personas sean iguales ante la ley, son puestos en primer plano, recuperándose así una dimensión fundamental de la existencia republicana. No se olvida, sin embargo, lo que hemos ganado con nuestra revolución socialista, ratificándose el principio de la justicia social.

El artículo referente a la soberanía nacional pasó al número 3. Con ello queda claro que la soberanía popular es un principio más alto que el socialismo mismo. De manera formal, se elimina toda legitimidad para la aplicación de una lógica de la vanguardia pervertida burocráticamente, que esté por encima del principio del poder popular.

En el artículo 5 se cambió la expresión “marxista-leninista” por “marxista y leninista”. Con ello se eliminó un anacronismo estalinista que le daba muy mala imagen a nuestra Constitución.

El Partido quedó definido como “fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado”. En el artículo 7, además, se precisó que las organizaciones, entidades e individuos se ajustan a lo establecido en la Constitución. Con la agregación del adjetivo “política” se intenta dejar más claro el papel que se le pretende asignar al partido, como organización política e ideológica que no tiene funciones estatales ni gubernamentales. El artículo 7 le pondría fin además a los equívocos acerca de la relación entre el Partido y la ley. De este modo queda también golpeada la lógica de la vanguardia, aunque todo dependerá de cómo se entienda la palabra “dirigente”. La manera en que esa palabra se entiende en el sentido común cubano es nefasta. Sería necesario esclarecer que se trata de una función espiritual, cultural, hegemónica en sentido gramsciano, para avanzar por el camino correcto.

Se ratifica el reconocimiento de la propiedad privada, precisándose que los sujetos que la detentan son personas naturales y jurídicas, nacionales y extranjeras. Se le pone fin así a un dogma muy antiguo, según el cual la propiedad privada era algo que se debía eliminar en el período de transición. Al mismo tiempo se deja claro que los cubanos nacionales no serán apartados de la posibilidad de tener propiedad privada.

Se reconoce el papel de los trabajadores en la administración y gestión de las empresas estatales. Aunque se les siga llamando “entidades empresariales estatales”, lo cual es una muestra del estatismo soviético del que no logramos desprendernos, es una gran noticia que se haya redactado incluso un artículo nuevo para dejar claro el derecho de los trabajadores a participar en la dirección de la economía. Vale la pena transcribir el artículo completo:

 “Los trabajadores participan en los procesos de planificación, regulación, gestión y control de la economía. La Ley regula la participación de los colectivos laborales en la administración y gestión de las entidades empresariales estatales y unidades presupuestadas.”

Aunque sería mucho mejor que se les llamara empresas públicas, porque son propiedad socialista de todo el pueblo, resulta un avance que queden reforzados en la Constitución los derechos que como dueños tienen los trabajadores sobre las empresas y los centros de trabajo en general. Quedan muchas expectativas con respecto a la Ley de Empresa que debe surgir.

Los yacimientos minerales y las playas son considerados propiedad socialista de todo el pueblo. El cuestionamiento acerca del destino de las playas puso de manifiesto que los cubanos no quieren romper del todo con lo que se conquistó en la Constitución de 1976.

Se establece la gratuidad de la educación hasta los estudios de posgrado. Una rectificación necesaria, que además puso de manifiesto lo sensible que es el pueblo cubano con lo que considera son las conquistas fundamentales de la Revolución.

Se eliminó el artículo 68, pero en la nueva formulación tampoco se habla de la unión entre un hombre y una mujer, sino entre los “cónyuges”. Con respecto al matrimonio igualitario, se le dio una solución política bastante hábil al asunto: se decidió posponer la cuestión para cuando se apruebe el Código de Familia. Ciertamente, lo más digno hubiese sido aprobarlo, porque en cuestiones de derechos la democracia y el pueblo no tienen nada que decir, pero en la política las cosas no siempre son en blanco y negro. Mantener el artículo 68 podría haber puesto en peligro innecesariamente el resto de la Constitución.

Cambió la manera en que se elige al Gobernador: ahora será propuesto por el Presidente pero ratificado por los delegados municipales del Poder Popular. Se mantiene el término Gobernador, de resonancias colonialistas, pero al menos la última palabra sobre su elección es puesta en los delegados de base.

Existen otros puntos en el Proyecto de Constitución que no cambiaron mucho del Anteproyecto al Proyecto, pero que por su importancia vale la pena recordar:

Se reconoce el derecho a la libertad de expresión, sin especificar que sea en función de los intereses de la sociedad socialista. Se consideran propiedad socialista de todo el pueblo solo los medios fundamentales de comunicación social. Se abre el camino hacia una sociedad más libre y más abierta a escuchar ideas diferentes. Además, surge la posibilidad de reconocer la iniciativa personal o privada para medios no fundamentales de comunicación, como tal vez puedan ser considerados los blogs y las redes sociales.

Se reconocen los derechos de reunión, manifestación y asociación. Una pequeña puerta se abre hacia un futuro en el que los cubanos tengamos una relación más abierta con nuestro espacio público, en la que este pueda convertirse de nuevo en un lugar desde el que se disputa el poder.

Se establece el principio de la autonomía municipal. Poco se ha hablado en el debate nacional sobre la autonomía municipal, la cual sin embargo, de concretarse, podría ser uno de los pilares de la democracia socialista en Cuba.

Hasta aquí pueden verse los elementos positivos en el Proyecto de Constitución. Sin embargo, también es posible hablar acerca de los elementos que no se modificaron:

No habrá elección directa del Presidente. De por sí, el sistema indirecto no está mal. Incluso se puede decir que refuerza la autoridad de los parlamentarios. Sin embargo, las propuestas de llevar a cabo la elección directa pueden ser un llamado de atención. Si en un país con tradición presidencialista como Cuba el pueblo plantea eso, es porque percibe que el “pollo del arroz con pollo” está en el presidente. Si se quiere legitimar un sistema indirecto, es necesario empoderar a los asambleístas, de tal forma que la gente pueda percibir que es en la Asamblea donde “se corta el bacalao”. Algo difícil, con nuestro parlamento que se reúne dos veces al año.

No habrá Tribunal Constitucional. Ciertamente, el Tribunal Constitucional no fue exactamente una demanda popular. Solo algunos intelectuales y juristas hablaron sobre él. Sin embargo, la ausencia de dicho Tribunal deja en cuestión como va a protegerse a sí misma la próxima Constitución, en caso de ser aprobada.

Muchas buenas noticias, ampliaciones de derechos. Sin embargo, queda una interrogante flotando en el aire. ¿Cómo haremos para que todo esto se materialice? En materia de derechos y de participación popular eso no se logra solo con un texto constitucional, es necesario que la gente común se apodere de esos derechos y los ejerza. Mucha gente en Cuba va a recibir los nuevos derechos con escepticismo e indiferencia. Se hace necesaria una ofensiva cultural, una voluntad para materializar en la vida cotidiana una existencia republicana, democrática y socialista. No basta con escribir un papel, es necesario convocar a la acción y actuar.

Por lo pronto, se impone cumplir con un deber patriótico: ir a votar.

26 diciembre 2018 29 comentarios 326 vistas
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Jesús no nació en Navidad

por Consejo Editorial 25 diciembre 2018
escrito por Consejo Editorial

No hay referencias bíblicas ni documentales que sugieran que Jesús nació en la madrugada del 25 de diciembre. La vida de Jesús no fue documentada por las autoridades romanas ni por los historiadores de la época: los recuerdos que quedaron en los testimonios orales del siglo I son alegóricos, simbólicos, ejemplificantes y no históricos. Así lo sostiene el profesor de Historia Antigua de la Universidad de los Andes, Jaime Borja. Para acercarse a la vida de Jesús, hay que diferenciar entre el Jesús simbólico y el histórico, según afirmó el profesor.

Jesús histórico pudo nacer el 25 de diciembre o en cualquier otra fecha, pero no es posible saberlo con precisión y no hay ninguna pista que lo sugiera dentro de la Biblia. Lo que existe, por el otro lado, son indicios que permiten pensar que no nació en diciembre. Por ejemplo, en el Evangelio de Lucas hay una referencia sobre su nacimiento. Antes de nacer el mesías, los pastores velaban mientras sus rebaños pastaban. El problema geográfico, evidente para quien conozca el clima en Palestina, es que los pastores no hacían vigilias en invierno por las bajas temperaturas. Las ovejas y los bueyes eran resguardados durante diciembre y enero.

Otro argumento para afirmar que Jesús no nació el 25 de diciembre es que los censos romanos, como el ordenado por Augusto que obligó a José y a María a viajar, no ocurrían en invierno. Un censo era una medida impopular: estaba relacionada con el pago de impuestos y el reclutamiento. Le recordaba a una región inestable como Palestina el poder de los romanos. Entonces, es muy poco probable que se tomara la medida en pleno invierno, cuando el mal clima dificulta desplazarse a las ciudades de nacimiento.

La conmemoración litúrgica del 25 de diciembre no está relacionada con el Jesús histórico, ni con el bíblico, sino con las religiones politeístas del Mediterráneo. Según el historiador de las religiones Mircea Eliade, el 25 de diciembre se conmemoraba el nacimiento de todas las divinidades solares orientales. De la misma forma, Jaime Borja afirma que ese día es el solsticio de invierno y se conmemoraban las fiestas saturnales en Roma, que representaban el triunfo del sol sobre las tinieblas. Lo que ocurrió fue que Jesús reemplazó al dios solar, que derrotaba cada año a las tinieblas.

En Roma convivían cientos de tradiciones religiosas del Mediterráneo. Isis, Set, Baal y Hera eran dioses populares: los veneraban desde las capas sociales más bajas hasta los emperadores. Por ejemplo, Cómodo (185-192) se había iniciado en los Misterios de Isis y de Mitra. Sin embargo, de todos los dioses el sol  había sido uno de los más venerados por griegos, romanos, persas y egipcios. Constantino (272-337), antes de convertirse al cristianismo, seguía al Sol Invictus y lo consideraba el fundamento del imperio. La arqueología es rica en pruebas: las inscripciones dedicadas al sol son recurrentes en las monedas y los monumentos.

La conversión del mayor seguidor del Sol Invictus al cristianismo determinó la mezcla de elementos solares en la iconografía y en la liturgia cristiana. Lactancio, un escritor cristiano del siglo IV, sostiene que Constantino fue advertido en sus sueños: debía grabar en los escudos el signo de la cruz antes de entrar en batalla de Milvio. Eusebio, obispo de Cesarea, lo describe de otra forma, en medio de la batalla, Constantino vio el signo de la cruz en el horizonte y oyó una voz que le decía, “Por ella vencerás”. Por la noche Cristo se apareció y lo invitó a convertirse.

Desde entonces, el cristianismo pasó a ser la religión imperial. Los cristianos ya no serían perseguidos, acusados de ateísmo, antropofagia, infanticio y de practicar orgías en las iglesias. Tampoco serían obligados a sacrificar animales en honor a los dioses romanos. Sin embargo, el mayor peligro al que se sometían los cristianos era más sutil y venía de adentro: el surgimiento de las herejías. Dentro de la iglesia no había canon, los apóstoles ya estaban muertos y circulaban una serie de textos diversos y contradictorios, como el Evangelio de Tomás, el Evangelio de la Verdad, el Evangelio del Pseudo Mateo, los Hechos de Pedro, los Hechos de Juan.

Dentro de las diferentes interpretaciones había unas más radicales que otras. 70 años después de Cristo, por ejemplo, Simón el Mago fue denunciado como el primer hereje por los cristianos. Simón consideraba a su pareja, Helena, una prostituta de un burdel en Tiro, la encarnación del pensamiento de Dios y una reencarnación de Helena de Troya. Simón rechazaba los contenidos del Antiguo Testamento y reducía el canon al Evangelio de Lucas y a las epístolas paulinas. Desde luego, había otras interpretaciones menos excéntricas. Arrio, sacerdote de Alejandría, discutió el concepto de la Trinidad con profundas reflexiones filosóficas e inició una herejía muy popular, el arrianismo.

Según el famoso teólogo alemán Walter Bauer, “el cristianismo primitivo era muy complejo y admitía expresiones múltiples y variadas, inclusive, las primeras formas que adoptó el cristianismo se aproximaban a las que pasado algún tiempo se considerarían heréticas”. Durante los primeros años, hubo muchas incorporaciones paganas, los cristianos influidos por las ideas gnósticas y platónicas dividieron al hombre en dos, uno psíquico inferior y otro espiritual que era superior. De ahí, la idea cristiana de despojarse del hombre carnal para hacerse puramente espiritual. Se tomaron muchos elementos prestados de otras religiones, por ejemplo, la ascensión del alma a un mundo celeste aparecen entre los mandeos, egipcios y persas.

El triunfo del cristianismo en Roma implicó que se fijaran cánones y las otras interpretaciones se volvieron heréticas, pero también implicó la incorporación de tradiciones religiosas del Mediterráneo, que se escogieron con mayor orden que durante los primeros años. Con el triunfo se le puso coherencia a corrientes religiosas contradictorias. Según Mercede Eliade, el Cristianismo de Roma surgió como una concepción religiosa organizada desde la razón, marcada por el pensamiento sistemático de la filosofía griega y mezclada con elementos jurídicos del orden romano, cargada de rasgos religiosos paganos con orígenes antiguos, como la Navidad.

Tomado de: Semana

25 diciembre 2018 7 comentarios 390 vistas
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Primera Dama en Cuba

por Consejo Editorial 24 diciembre 2018
escrito por Consejo Editorial

Por: Delia Echevarría

Su presencia ya no puede ser más obvia. Acompaña a su esposo en cada actividad cultural, recibimiento de jefes de estado y gobierno, así como viajes oficiales al extranjero.

Durante casi seis décadas, la figura de la Primera Dama en Cuba ha sido relegada del panorama político como si se tratase de una mala palabra o un suceso que nos acerca al modo de vida capitalista. Prejuicio que puede resultar innecesario o dañino a la transparencia que se demanda del máximo representante del gobierno nacional.

Desde abril de 2018 Cuba tiene un nuevo presidente que se ha visto junto a una dama en televisión, incluso antes del nuevo mandato. De hecho, recuerdo haberme percatado de su compañía durante las elecciones de los diputados en marzo. Díaz-Canel acudió a su colegio electoral en la provincia de Villa Clara de la mano de su esposa.

Hoy, Liz Cuesta Peraza asume el rol de acompañar al Presidente en cada una de sus visitas oficiales y participaciones en el extranjero. Estuvo a su lado en los días que el mandatario asistió a las Naciones Unidas y en su viaje por Rusia, Corea del Norte y otros países de Asia. Lo acompañó en la ceremonia de toma de posesión del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, donde, a pesar de estar a su lado, no fue nombrada como otras primeras damas.

Sin embargo, aunque su presencia es evidente en las imágenes que se transmiten, la prensa criolla evita mencionarla

No estamos hablando de un simple ornamento y la población se pregunta sobre la mujer que lo acompaña en todos los viajes o recibimientos oficiales, sin recibir una respuesta digna por parte de los medios estatales.

Acostumbrados a que ni Fidel ni Raúl habituaban a salir en público con sus parejas, y porque además Vilma murió muy poco después que su esposo asumiera la presidencia; el hecho es que esta “figura” parece ser cosa del pasado y al parecer la dirigencia del país sigue abogando porque así sea.

Solapadamente el puesto de “Primera Dama” fue ocupado por al menos 2 importantes figuras femeninas. Al comienzo lo ocupó Celia Sánchez y luego de su muerte la esposa de Raúl, Vilma Espín, también luchadora de la clandestinidad y la Sierra.

Fidel fue siempre celoso de su intimidad. Quizás con razón prefirió mantener en el anonimato la identidad de su familia como una forma de proteger sus vidas, pues no pocos intentos de asesinato sufrió durante los años al frente del país.

Escasamente se conoció a Dalia Soto del Valle durante la visita a Cuba del Papa Juan Pablo II en 1998, aunque habían contraído matrimonio 18 años antes. Su imagen y la de los hijos con Fidel, se hicieron más frecuentes en la prensa tras el retiro por enfermedad que lo apartó de la presidencia y los asuntos públicos.

No queda claro cuál es el rol de la primera dama porque la Constitución no lo establece. Renegamos del título creyéndolo propio del modelo capitalista cuando también lo son el de Gobernante y Alcalde; sin embargo estos últimos vienen incluidos en el actual Proyecto de Constitución y es probable que sean aprobados.

Las imágenes de la “pareja presidencial” personalmente me agradan. Entiendo correcto que el mandatario transparente su vida y transmita un mensaje consecuente a la actuación de cualquier hombre, sobre todo teniendo en cuenta que proviene de una vida civil, diferente a la educación militar. Tomar a su esposa de la mano y mostrar orgullo, confianza, amor; más si la mujer es su cónyuge de años, constituye un buen mensaje para el pueblo cubano que mantiene normas tradicionales con respecto a la familia.

Sobrados méritos debe tener esta mujer que se ha mantenido a su lado durante años. Como sobrados méritos tienen otras que en el futuro pueden asumir también el cargo presidencial en Cuba y hoy cuentan con el apoyo de sus cónyugues. No se concibe una revolución de izquierda que sea machista, no si se quiere ser revolución realmente.

Claramente Díaz-Canel está tratando de mostrar un lado más suave y empático del liderazgo; un mensaje más afín con el pueblo cubano.

Quizás todavía esté en proceso la decisión de cómo presentar a Liz Cuesta o cuál sería su papel y función, pero creo que ya es hora de que termine el análisis y llamemos a las cosas por su nombre sin utilizar eufemismos, aunque de estos últimos está repleta Cuba.

Transparentar esta figura y sus funciones es sinónimo del buen camino hacia una nueva forma de hacer política, de manera más transparente. Liz Cuesta es la Primera Dama de Cuba, gústele o no a algunos.

No dudemos nombrar las cosas como son, no necesitamos inventar términos o eufemismos cuando existe uno que se aplica perfectamente, no temamos a los calificativos y sí a los contenidos y sus significados. A mí particularmente, no me molesta una Primera Dama en Cuba. Eso sí, tiene que ser distinta a las que vimos antes de la Revolución, tiene que estar a la altura del pueblo cubano y sus sacrificios. Estaremos al tanto.

24 diciembre 2018 8 comentarios 649 vistas
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¿Mercado es igual a desigualdad?

por Miguel Alejandro Hayes 22 diciembre 2018
escrito por Miguel Alejandro Hayes

La revisión de los comentarios a mi último post me llamó a la reflexión. Da el pie forzado para tocar un tema del que ya he escrito: el mercado. Según pude apreciar, algunos consideran que entre mercado e igualdad social hay un antagonismo. Por tanto, debe escogerse si:

1- Tener mayor igualdad social -no hablo de igualitarismo-, con menos mercado,  más planificación central (más bien asignación central).

2- Más mercado, con mayor crecimiento económico, acompañado del aumento de la desigualdad. De forma tal, que no se pueden tener los dos a la vez -según el criterio en cuestión-.

¿Esas son las opciones? Lo primero que se aprende de la dialéctica, es a no aceptar opuestos ya establecidos formalmente: finito e infinito, ser y nada, concreto y abstracto – y en este caso mercado e igualdad social-, ya que nos obligan a seleccionar entre dos caminos que son ambos demostrables como verdaderos desde el punto de vista lógico. Fíjese que hay demostraciones y juicios muy racionales para defender un lado u otro (mercado acompañado de crecimiento o igualdad social). Por lo que me ahorraré ser parte de este ejercicio que termina en un debate de fe.

Siendo consecuente con esa dialéctica que menciono, se trata de rechazar la premisa de esos dos caminos, e iniciar la observación de la cuestión sin separar, para no caer en una falsa oposición, y escapar de ese partidismo. Sobre todo, porque el mercado y la igualdad social, no son fines de la sociedad en su mismos, sino expresiones de las dinámicas de esta.

Esa desviación del pensamiento de aislar formalmente y contraponer -aunque se ajuste a un modelo kantiano- no responde a la formación kantiana de quienes formulan tal antagonismo –aunque la reproduzcan  inconscientemente-, sino a lo que  identifican por mercado, o mejor dicho, “libre mercado”. Por eso, vayamos al grano.

Hay que señalar antes, que estas líneas van del mercado en el sector privado diferente del estatal, ya la forma mercantil también existe en la propiedad estatal.

Se piensa que el mercado es libre y esa libertad crea riqueza, pero lo hace generando desigualdad (ricos por un lado y pobres del otro). Pero, ¿cómo se hace rico el que lo logra? ¿En qué contexto, en abstracto? Sin incluir las respuestas a estas preguntas se estará hablando de mercado sin más, de un  mercado en cuanto tal, del “libre mercado”, del “puro mercado”.

Lo cierto es que nada es puro -no porque lo explique Hegel-, sino porque si miramos al mercado, este se da en un contexto social, político, moral, cultural, etc. Tal pureza solo tiene existencia en la abstracción, ya que existen en la sociedad todas esas dimensiones a la vez, y son inseparables. Por eso, ese puro mercado es -sin ofender- una auto-complacencia mental de algunos teóricos, que otros se han tragado como verdadera.

¿Está en algún lugar entonces aquel “libre mercado”? La noción del libre mercado, es la de un mercado que no es influenciado por nada, que está “puro”, y es un pensamiento que olvida el conjunto de reglas en las que el mercado cobra vida. Por ejemplo, un productor necesita normalmente que su producción esté autorizada legalmente a circular, y a través de la publicidad, que la gente conozca y se sienta atraída a su consumo.

Ilustrémoslo un poco. Miremos a la bandera del capitalismo: EUA. ¿A qué se dedican las grandes empresas, solo a ese “puro y libre mercado”? En realidad gastan mucho dinero en publicidad, porque necesitan llevar el producto a la sociedad. También hacen lobby para comprar políticos y otros  mecanismos ya conocidos, porque necesitan un sistema legal y la superestructura que los respalde. Entonces ese “puro mercado”, tiene que ir a lo social, lo político y demás, para poder garantizar su reproducción, es decir, la realización de los productos.

A quien le convienen las reglas del mercado (que ya vemos se crean desde afuera) como precios, subsidios, permiso de publicitar, control sobre las leyes, hacen abstracción de estas y hablan de libre mercado; y el que no se beneficia en ese marco, le suele dar por querer desaparecer al mercado, sin darse cuenta que lo que hay que hacer es cambiar las reglas de este. Lo que hace que el debate sobre el libre mercado, sea solo la lucha por conservar el ambiente del intercambio contra los que quieren cambiarlo.

En el caso de Cuba, entonces, ocurre que hemos venido construyendo un mercado en el sector privado desde hace varios, en el cual se crearon las reglas que favorecieron la desigualdad, que como todos, ni puro, ni libre.

Si hay personas en ese sector con altísimos ingresos (que no es necesariamente malo, sino solo un ejemplo), es porque nuestro sistema legal y su aplicación, las políticas económicas, y la cultura de consumo que se tienen en el país, lo han permitido. Es decir, han sido partícipe de ello.

Lo que no quiere decir, que de un día a otro se cambie el marco legal, y se ‘mueva” al mercado. Como ya mencioné, las separaciones solo tienen lugar en la mente, por tanto, ese mercado que puede ser cómplice de la desigualdad en Cuba, va acompañado de una moral, de una cultura, de lógicas de desenvolvimiento socioeconómicos y encadenamientos, de intereses ya creados, que no se desplazan mecánicamente al mover la cosificación de las leyes sociales: su forma legal.

Ese mercado fomentador de desigualdad hoy (que no es el único que lo hace), es el “monstruo” que nosotros mismos hemos creado, y cumple una función social a veces compatible con los intereses nacionales. Es el niño malcriado que comienza a dar problemas a los padres, pero que pudo ser evitado con la educación requerida: si en un país subdesarrollado donde los tipos socioeconómicos se dan anómalamente, se hubiese abierto curso a un mercado con un análisis de las reglas en las que se iba a insertar, y como construir estas en beneficio de la nación.

Tal vez cuando aprendamos que el mercado no es un mal necesario, sino simplemente necesario, resultado de la evolución social y como resultado de esta no puede escapar de su entorno, se comience o se mejore una política, en la que se le de un uso más racional. Después de todo, las transformaciones económicas en la Revolución, se hicieron para que el mercado (laboral, estatal, privado, monetario, etc) no continuara generando las desigualdades de aquel mercado que favorecía principalmente al capital extranjero y la burguesía nacional.

Las sociedades construyen las condiciones para generar el mercado que les sea orgánico a sus intereses (normalmente a las élites dominantes). Donde ha generado desigualdad, es porque así era necesario para quien lo impuso. En otros casos, donde el interés es por el bienestar social -aunque los menos-, han construido el mercado a lo interno en función de ello.

Evidentemente en Cuba se busca el bienestar social, pero si el mercado ha generado lo contrario, ha sido por su manejo torpe. Los que han avanzado en sus objetivos con su uso interno, no es que sean mejores sino que no se tragaron el cuento de que es libre y puro, sino que en realidad puede generar o no desigualdad. Solo hay que escoger para qué usarlo, y saberlo hacer.

22 diciembre 2018 9 comentarios 297 vistas
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Los múltiples rostros del estalinismo

por Alina Bárbara López Hernández 12 diciembre 2018
escrito por Alina Bárbara López Hernández

Polémica con Carlos Luque Zayas Bazán

Para romper armas en defensa de la verdad, cual caballero andante de los medios digitales, no basta poseer apellidos de ilustre resonancia. Si se procura incursionar con seriedad en los terrenos de la polémica, hay que acompañarse también de miradas certeras y muchas lecturas. Vista así la cuestión, solitario marcha al combate Carlos Luque Zayas Bazán. Al menos es lo que se deduce de un breve artículo que publicó en Rebelión donde me acusa de mentir por dos criterios que esgrimí en el post Los otros.

La primera cuestión de la controversia es su aseveración acerca de que “en La Pupila Insomne no se ha declarado «enemigo de la revolución» a cualquiera que explicite inconformidades con la marcha del proceso, la burocracia dirigente y la dirección y velocidad de las transformaciones en la Isla (…) No creo que los colaboradores de La Pupila Insomne hayan demostrado ser tan obtusos como para pretender como válida semejante gratuita generalización (…)”.

Esclarecer este aspecto es muy sencillo. Al parecer, Luque no ha leído todo lo publicado en LPI, de ser así habría topado con un extenso artículo del doctor en Ciencias Históricas Orlando Cruz Capote, colaborador asiduo del blog. Su título es: “El tránsito socialista: rumbo estratégico al comunismo. Unas primeras notas reflexivas inconclusas. (1ra parte)”.

En la nota 24 de ese escrito, el autor se refiere al modo en que se manifiesta “la lucha de ideas alrededor de la Constitución”, y afirma:

Algunos escriben en distintos espacios de internet —Facebook, blogs, páginas web, etc.,— y han ido derivando en opositores, adversarios y enemigos de la Revolución Cubana, como pueden ser: La Joven Cuba, Espacio Laical, Casa Cuba, Cuba Posible, OnCuba, Bloggers Cuba, El Toque, El Toque Cuba, Voces Cubanas, CiberCuba, Diario de Cuba, BBC Mundo, Havana Times, Voces desde Cuba, 14 y medio, La Chiringa de Cuba, Periodismo de Barrio, Salir a la Manigua, Cuba Decide, El Nuevo Herald, Progreso Semanal, Cubanet, Otro 18, etc. (…)

El subrayado es mío, para que Luque constate que sí se ha hecho esa generalización gratuita, o para ser más exactos, esa aseveración tan desacertada. Sin embargo, prefiero pensar que lo desconocía, pues de lo contrario sería él quien estaría faltando a la verdad que defiende con brioso ímpetu.

El segundo tema en controversia ofrece la oportunidad de esclarecer un error común cuando se trata de juzgar al estalinismo. Es costumbre que se conceptualicen bajo ese término los crímenes ordenados por Stalin, que incluyeron eliminación física, torturas y reclusión de personas en gulags o campos de  trabajo. Ellos fueron denunciados en el Informe Secreto al XX Congreso del PCUS, leído por Nikita Khrushchev el  25 de febrero de 1956.

Los efectos de esa criminal política de Estado no se extrapolaron a Cuba, y en eso coincidimos Luque Zayas Bazán y yo. Aun cuando sostengo la opinión de que debimos desmarcarnos absolutamente de los crímenes de Stalin no recibiendo en nuestro país a un hombre como Ramón Mercader, que asesinó a Trotsky por sus órdenes expresas; y más si tenemos en cuenta la imprudente recurrencia que tal decisión evidenciaba, ya que el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros, que estuvo vinculado a un anterior intento de asesinato de Trotsky y era buscado por la policía de su país, también recibió una calurosa acogida en Cuba en 1943, en el período en que el Partido Comunista —para la fecha Unión Revolucionaria Comunista (URC)— formaba parte de la coalición gobernante, con Batista como presidente.[1]

Sin embargo, esa política físicamente represiva, que se exhibe como la cara más terrible y notoria del estalinismo, no fue su única característica y, de hecho, se abandonó como práctica sistemática tras la muerte de Stalin en 1953.

El estalinismo dejó asimismo otras huellas, menos sanguinarias pero más duraderas, que se manifestaron en la desviación teórica e ideológica que significó respecto al marxismo y que sí afectaron a Cuba desde mucho antes de su entrada al sistema socialista mundial.

En el propio Informe Secreto se admitía: “(…) nos veremos obligados a examinar críticamente, desde un punto de vista marxista-leninista, muchos de los errores derivados del culto a la personalidad que se hallan presentes en nuestros estudios históricos y filosóficos, en nuestra posición económica y en otras ciencias como también en la literatura y en las bellas artes”.

La ley del reflejo condicional, fundamentada por el fisiólogo ruso Iván Pavlov a partir de sus experimentos en animales de laboratorio, sostenía que los actos de la vida no son más que reflejos. En principio se creó en el orden orgánico, pero más tarde se aplicó también en el orden psicológico. Esta ley fue extrapolada mecánicamente a la teoría del conocimiento, y, como resultado, se le confirió un rol exclusivo, más que decisivo, a la influencia del medio exterior sobre el aprendizaje y la conducta de los seres humanos. Esto despojaría al individuo de aportes debidos a la subjetividad, como la meditación, la reflexión y la abstracción; limitaría la actitud consciente e individual de las personas a respuestas preconcebidas ante una influencia que, con carácter instrumental, actuaba cual un Dios todopoderoso, y restringiría el papel revolucionario del sujeto a responder ante convocatorias de un liderazgo u organización superior.

Cuando Emma Pérez, crítica literaria del diario Noticias de Hoy, recomendaba  a los lectores cubanos el texto Conferencias y discursos de Stalin sobre Lenin—editado en Moscú en 1939 y a la venta en la editorial Páginas, propiedad de Unión Revolucionaria Comunista—decía que contenía “(…) enseñanzas vivas que le roturan a uno la comprensión como un arado surca la tierra”.[2]Esta manera de concebir las influencias, reforzada por el criterio de Stalin de que los artistas eran “ingenieros de almas”, visibiliza el carácter instrumental que se le otorgó al arte, a la educación e incluso a la política. Por cuestiones de espacio, solo me referiré a la influencia del estalinismo en el campo de la política.

La práctica política socialista fue permeada de esta seudofilosofía. Los mensajes seguirían la siguiente dirección: emisor-receptor-respuesta, generando relaciones verticales, de “ordeno y mando”, propias del sistema estalinista en la URSS y luego asimiladas a la experiencia de los partidos comunistas en esa época. La obediencia y aceptación de decisiones superiores caracterizó las relaciones entre militantes comunistas. Y ello se unió a la idea de que mientras más enérgico fuera el mensaje y más explícita la voluntad de los líderes, mejores serían los resultados. Los efectos fueron lógicos: del lado de los dirigentes voluntarismo y prepotencia; del de los dirigidos obediencia y disciplina.

En el Informe Secreto se reconoce el daño que esa errada perspectiva de dirección les ocasionó: “Esto llegó a tal punto que los trabajadores del Partido, aún en las sesiones de mínima importancia, leían sus discursos. Todo esto facilitaba la burocratización y el aniquilamiento del Partido”. Del mismo modo, fue altamente perjudicial para el país. De eso también se habló en el referido documento:

¿La posición adoptada por Stalin descansaba en datos de alguna clase? Claro que no. En tales casos, los números no le interesaban. Si Stalin decía una cosa, tenía que ser así… Al fin y al cabo era un genio y el genio no necesita contar, le basta con mirar e inmediatamente sabe cómo deben hacerse las cosas. Cuando él expresa su opinión, es un deber repetirla y admirar su sabiduría. ¿Pero, cuánta sabiduría encerraba su proposición de aumentar en 40.000 millones de rublos los impuestos de los agricultores? Ninguna, absolutamente ninguna, porque esa proposición no se basaba en un estudio cuidadoso de la situación, sino en las fantasías de una persona que vivía alejada de toda realidad.

Los comunistas cubanos asumieron tempranamente estos hábitos. Para que no crea infundado mi comentario, recomiendo a Luque la lectura del artículo “Malas costumbres que deben ser desterradas de nuestro Partido”, publicado en Noticias de Hoy en 1941 y del que reproduzco algunos fragmentos:

Durante los últimos tiempos ha surgido la idea (…) de que es mejor dirigente (…) aquel que es más exigente y enérgico.

Pero (…) no la exigencia y energía al modo que la interpretan muchos compañeros que creen que exigir quiere decir “gritar”, ponerse “serios” y ser “duros” y cuando alguien da un puñetazo en la mesa se piensa que es muy enérgico.

Esta opinión (…) procede de que en algunos casos, usando una exigencia extrema, se han conseguido algunos éxitos en la realización de tal o cualquier compañero responsable, sin pararse a analizar sus resultados ulteriores.

Este modo de entender la exigencia ha conducido y conduce a que algunos organismos y compañeros para no buscarse la “bronca” prometen cumplir tareas, que a sabiendas están convencidos que no las van a cumplir (…)

Y esto ha engendrado una mala costumbre. Me estoy refiriendo a la costumbre de prometer para no cumplir (…)

Esta costumbre lleva al compañero que la tiene, a, primero, aplicarla en tal o cual tarea y después a todas las demás, convirtiéndose en un charlatán indisciplinado.

Y ahora no es raro que prometan dos para cumplir uno, y lo más peligroso es que ello se hace consciente, aceptando de antemano que si se cumple la mitad es un triunfo y que hay que exigir dos si se quiere que se cumpla uno. ¿Desde cuándo es esta la norma de conducta del Partido? ¿Desde cuándo nos engañamos a nosotros mismos?

No quiero analizar las consecuencias que esta costumbre pueda traer al Partido, pues pienso que todos los compañeros lo comprenden.[3]

Siete años después de la exhortación del articulista, el poeta y militante comunista Manuel Navarro Luna se quejaba de esta forma a Juan Marinello: “Quizás andando el tiempo, puedan muchos de nuestros dirigentes quitarse de encima el engreimiento y el envalentonamiento que tanto daño le han hecho al Partido y a ellos mismos”.[4]

El tiempo pasó. En 1959 triunfó una revolución que derivó hacia el socialismo. En 1965 se refundó el Partido Comunista, pero las secuelas del estalinismo, vivas en las raíces del viejo Partido, serían incorporadas a las prácticas políticas de la nueva organización.

Mantengo esta opinión aunque contraríe a Luque Zayas Bazán. No soy enemiga de la verdad. Tampoco su dueña. Apenas soy alguien que cada día se informa, lee, indaga y, sobre todo, aprecia la sociedad en que vive, pues la verdad histórica está en permanente construcción pero hay que acercarse a ella sin absolutismos, con honestidad y sentido crítico. A ello lo invito.

[1]Debido al intento de asesinar a Trotsky —en la madrugada del 23 al 24 de mayo de 1940—, que se consumó finalmente tres meses después por mano de Ramón Mercader, Siqueiros tuvo que exiliarse a Chile en 1941. Arribó a Cuba a fines de 1943 de paso para Nueva York, pero quedó estancado en la isla por problemas consulares, ya que la orden de captura que había librado contra él su gobierno motivó que se le negara la visa de entrada a EE.UU. Durante su estancia realizó una significativa labor, apoyado en sus relaciones con los comunistas cubanos, e incluso creó tres pinturas murales. (Para profundizar recomiendo mi artículo “Un muralista mexicano visita La Habana”, en la columna Páginas olvidadas de la historia republicana, que sostengo en el boletín del Centro Cultural Pablo de la Torriente. Todos los datos que manejo ahí fueron tomados del diario Noticias de Hoy, órgano oficial del Partido Comunista donde se le dio gran publicidad a la estancia del artista mexicano).

[2]Emma Pérez: “Un precioso libro valioso. Conferencias y discursos de Stalin”, Noticias de Hoy, 1939.

[3]Resultado de la Segunda Asamblea Nacional de URC y publicado bajo la firma de Rubén Calderío el sábado 23 de agosto de 1941.

[4]Carta a Juan Marinello, 7 de noviembre de 1948. Fondo Manuscrito Juan Marinello, no. 623, Sala Cubana, Biblioteca Nacional José Martí.

12 diciembre 2018 38 comentarios 1.075 vistas
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¿Socialismo sin acumulación?

por Mario Valdés Navia 10 diciembre 2018
escrito por Mario Valdés Navia

Si bien escribí sobre la imposibilidad de concebir un sector capitalista cubano sin reproducción ampliada o acumulación capitalista, tampoco puede existir economía socialista a partir de una reproducción simple o parcial. Quizás alguien piense que en medio del bloqueo norteamericano, el de la burocracia y El Niño, Cuba no puede crecer; y hasta pudiéramos darnos por satisfechos con lograr una reproducción parcial que nos permita subsistir; pero lo cierto es que sin crecimiento económico no hay socialismo posible.

Ambos modos de producción requieren ampliarse constantemente, aunque los argumentos ecologistas han puesto en entredicho la vieja definición de la ley económica fundamental del socialismo como: la satisfacción de las necesidades siempre crecientes de la sociedad mediante el crecimiento ininterrumpido de la producción. El agotamiento de los recursos naturales y el calentamiento global demuestran que el consumo tiene que racionalizarse en todo el mundo, pues la Pacha Mama no es un barril sin fondo.

En el caso cubano, el problema del subdesarrollo agudiza la necesidad del crecimiento, por lo que es hora de encontrar soluciones endógenas a la cuestión del ahorro productivo, un problema que no puede esperar a que llegue un gobierno a la Casa Blanca que elimine el bloqueo, o a que a los chinos les dé por invertir masivamente en Cuba.

Realmente me preocupa la reproducción en general del sector socialista, no solo la ampliada. Nunca oigo hablar del empleo por las empresas de los fondos de reposición del capital fijo, o activos fijos tangibles. Tal parece que la reproducción simple tampoco se prioriza. ¿Será por eso que los mantenimientos casi nunca se efectúan en tiempo, y que la renovación de los equipos, los combustibles y las materias primas se vuelven un problema aunque la empresa sea costeable financieramente?

Esto me recuerda la pregunta que me hizo un alumno de inquietas neuronas: “¿el trabajo de los obreros en las empresas socialistas también crea valor, o eso solo ocurre en el capitalismo?”. Rememoré aquel instante cuando supe lo que ya se informa oficialmente: la economía cubana solo crecerá un 1% en el 2018.

Busqué mi bitácora personal -el planificador de mi cell convertido en diario- y constaté que este año no nos afectó ningún ciclón, terremoto, sequía aguda ni cataclismo de ningún tipo. Las torrenciales lluvias de mayo llenaron las presas de todo el país para el resto del año. Recordé que numerosos colectivos obreros desfilaron por la TV haciendo gala de sus resultados, miles de caballerías fueron sembradas –y espero que cosechadas, aunque esa parte no recuerdo haberla visto–. Las formas no estatales pagaron sus impuestos; los médicos, informáticos y científicos crearon producciones y servicios de alta tecnología y se sucedieron los reportes de las nuevas inversiones efectuadas en el turismo, ETECSA y otras ramas.

A punto estuve de llegar a la misma conclusión que mi alumno, porque: ¿adónde fue a parar todo el nuevo valor creado por los millones de trabajadores cubanos: obreros, campesinos, científicos, trabajadores de la educación y la salud, deportistas, TCP, artesanos y artistas durante este año?

Este magro resultado macroeconómico solo puede interpretarse como que, o bien hubo grandes pérdidas en la gestión económica por causas no explicadas, o las nuevas inversiones de casi 500 millones anunciadas para el año, más todo lo que entró por la inversión extranjera vía remesas, solo ampliaron en un 1% nuestro PIB, algo inconcebible para un proceso inversionista de esta magnitud en una economía de mediana escala como la cubana.

Constantemente se repite que la falta de fondos de inversión lastra el posible crecimiento económico, pero si ya la mayoría de las empresas estatales son rentables y los gastos del estado se han contraído con el adelgazamiento de los subsidios a las empresas y a la población, el paso de miles de trabajadores al sector no estatal y el ahorro de fondos de la reserva ante el benigno estado del tiempo: ¿qué más hace falta para que pueda crecer el PIB aunque sea un 2%?

Lo que debe estar claro para todos es que, tal y como ocurre en los negocios capitalistas, una parte de las ganancias de las empresas socialistas han de pasar a engrosar el ahorro productivo. Ellas son la fuente principal para la acumulación socialista y la renta nacional no se puede seguir gastando por el Estado sin apenas dar cuenta pública de sus gastos en el pago de compromisos internacionales que no sabemos cómo se originaron ni fueron gastados.

Es ilógico el desprecio por el mercado interno cubano. No puede ser que los médicos produzcan miles de millones de dólares en el exterior y ninguno en Cuba, como si no hubiera un presupuesto de salud; o que el sabroso daiquirí de un cantinero cubano tenga valor si se lo toma un turista foráneo y ninguno si lo hace un cubano que lo paga en CUP, en el bar de la esquina, al cambio de la CADECA.

Con estas contradicciones en el registro y ponderación del manejo económico nunca habrá acumulación socialista, ni fondos de reposición, ni mantenimientos, ni crecimiento. Si los valores creados por los trabajadores cubanos se esfuman estadísticamente, o no se explica al pueblo su utilización de manera pública y transparente por las autoridades competentes digo como Hamlet: “algo no anda bien en Dinamarca.”

10 diciembre 2018 20 comentarios 297 vistas
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