La Joven Cuba
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2017

Contenidos con fecha 2017

Fantasmas de tiempos pasados

por Harold Cardenas Lema 10 enero 2017
escrito por Harold Cardenas Lema

Desde hace meses vemos cómo el dogma recupera posiciones en Cuba y asesta golpes a quienes le son incómodos. Animado primero por la reacción a la visita de Obama, ahora seguro tratará de secuestrar el legado de Fidel. También hemos visto la práctica común de contaminarnos con sospechas sobre una u otra persona. Ahora es el turno de Julio Antonio Fernández Estrada en la Universidad de la Habana y René Fidel González García en la Universidad de Oriente pero el fenómeno es mucho mayor.

Ambas separaciones responden a una técnica sectaria que margina a los sectores menos dóciles en el país. Esos no son los principios en que se fundó la Revolución, así no se construye un país sano, mucho menos socialista. No voy a contar la historia de ambos, empezaré por una que me toca más de cerca porque este será un año de pelea entre sectores progresistas y arcaicos dentro de las filas revolucionarias. Mejor saber a qué nos enfrentamos antes de entrar en la lucha.

En septiembre de 2012 un muchacho llega temprano todos los días a la universidad. No se le ve apurado, saluda a sus amigos, conversa sobre temas intrascendentes, saca la merienda y deja pasar el tiempo. Al mediodía va al parque un par de horas más hasta que termine la jornada laboral. Su nombre es Roberto Peralo, uno de los administradores de La Joven Cuba.

Lo que ocurre en Internet no queda en Internet, Roberto había probado los límites y un grupo de funcionarios tomaron con entusiasmo la idea de hacerle pagar por ello. Roberto era hasta ese momento cuadro profesional de la Unión de Jóvenes Comunistas y dejó de serlo en cuestión de días. Con un pretexto se le despidió de la organización, a disposición del Ministerio de Trabajo. Desempleado, con su esposa embarazada y sin decir nada en casa a su familia o sus amigos. Ninguno de sus amigos sabíamos de su situación, él tenía más vergüenza que sus acusadores.

Cada jornada salía a “trabajar” en Matanzas. A la universidad, el parque y donde pudiera. A esperar que pasara el tiempo y regresar a casa. El día que descubrimos su situación fue el primero de nuestra lucha por reivindicar La Joven Cuba. La desfachatez de sus acusadores en hacer circular rumores y conspirar a las sombras, contrastaba con la vergüenza de que estas cosas ocurran en el país que defendemos. Historias así se repiten siempre que la inteligencia colectiva del país baja la guardia.

A Julio Antonio Fernández Estrada lo deben haber felicitado muchas personas el Día del Educador en Cuba sin importar cualquier medida. Durante un largo período lo fueron sacando de la Universidad de la Habana, como pasó con muchos otros anteriormente en la Facultad de Derecho, en realidad Julito era un sobreviviente. Y lo sacaron, le quitaron sus estudiantes en el curso para trabajadores, lo único que le quedaba en la docencia.

Como si la academia cubana estuviera en condiciones de marginar a sus mejores intelectuales. Hemos alimentado funcionarios que ya son expertos en generar antipatía hacia las instituciones cubanas. La CIA y la contrarrevolución deben estar descorchando el champagne, lo que no han logrado ellos en medio siglo, lo hacen eficazmente algunos de nuestros compañeros. Pero la falta de legitimidad en el hecho se evidencia en el silencio que lo acompaña. Sancionar en las sombras, evitar que la noticia llegue a los medios, reparar daños y utilizar voceros que generen dudas sobre la reputación de una persona sin necesidad de demostrarlo. Lamentablemente algunos terminan siendo cómplices de la injusticia: “por algo será”, un razonamiento triste. Pero Julio Antonio no es el único en esta situación.

En la Universidad de Oriente otro profesor de derecho acaba de ser expulsado bajo la acusación de “perder prestigio” a través de sus publicaciones en Internet. El motivo real es todo lo contrario. A René Fidel González García estaban empezando a leerlo más y más personas, quizás demasiados lectores e influencia sobre los estudiantes. O es simplemente un caso de la administración buscando pretextos para dirimir rencillas personales, no será el primero. La misma administración que desaprobó mi artículo La revolución de las portañuelas, donde contaba la revuelta ocurrida en la Universidad de Oriente hace unos años. Para mantener silencios que favorecen a la derecha y expulsar revolucionarios, somos más eficientes que para la inversión extranjera.

La educación superior en Cuba tiene sobrados profesionales para una correcta gestión, es muestra de lo mejor que ha dado la Revolución y de la inteligencia colectiva del país. Siendo profesor en una universidad vi cómo las personas de más prestigio y conocimientos carecían de acceso estable a Internet y estaban ajenos al debate público. Dudo mucho que ellos permitieran excesos de este tipo, como no aprobaron los ataques a Esteban Morales en su momento.

Sin embargo existe un fenómeno de burocratización y verticalismo que provoca acciones de este tipo. Quizás a René Fidel le ocurra como a La Joven Cuba, que quienes aplicaban una medida en la mañana pedían disculpas en la tarde porque se veían obligados a ello por una disposición superior.

Haciendo un análisis marxista del fenómeno identificaremos la regularidad y sistematicidad con que errores así vienen ocurriendo. Quizás sea una acumulación de contradicciones en el país y la incapacidad que tienen algunos de lidiar con esta nueva realidad. Quizás el preámbulo a una sociedad distinta que pueda mantener los éxitos de la Revolución y genere mejores condiciones para alcanzar otros nuevos.

Lo que sí está claro es que el modelo social paternalista y controlador no es posible ya en un país instruido. El acoso exterior no puede convertirnos en una sociedad acomplejada y a la defensiva, ni justifica el silencio. Porque no existe un modelo de socialismo opresivo, ni la injusticia es justificable de forma alguna.

Lo ocurrido con Roberto no son fantasmas de épocas pasadas, los decisores que se ensañaron con él son los que hoy lo hacen con Julio Antonio y René Fidel. No han ido a ninguna parte, bajaron su perfil el tiempo necesario para su regreso y están aquí entre nosotros. El buen revolucionario no es el que se mantiene al margen de la construcción de su futuro, dentro de límites cómodos y el sistema de premios que brinda ser políticamente correcto al Estado o servil a intereses foráneos. El revolucionario útil es el que se enfrenta a nuestros propios fantasmas y vive para luchar otro día.

10 enero 2017 86 comentarios 239 vistas
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Juntos y revueltos

por Javier Gómez Sánchez 9 enero 2017
escrito por Javier Gómez Sánchez

La apertura legal a nuevas formas de propiedad ha ido introduciendo cambios en la composición social de algunas zonas geográficas en la capital cubana. La compraventa de viviendas está provocando un desplazamiento de grupos de personas que poseían por circunstancias históricas una casa grande con jardín y garaje en una zona residencial, pero que les era incosteable mantener adecuadamente, para dar lugar a un nuevotipo de propietarios con un mayor manejo económico.

En las zonas residenciales de los municipios capitalinos de Playa y Plaza (El Vedado), el fenómeno es notable. Especialmente en Playa donde en barrios como Miramar, Náutico, La Sierra, Monte Barreto, Buena Vista (en su zona baja) cuadras casi completas con casas compradas y reconstruidas exhiben ¨el discreto encanto de la burguesía¨.

Una icónica fotografía tomada en el Berlín de 1989 mostraba una escena callejera en la que un moderno automóvil Audi había chocado con un viejo auto Trabantfabricado en la RDA. La imagen se convirtió en un símbolo de la reunificación de Alemania.

Al cruzar un semáforo de La Habana es inevitable recordar aquella foto al ver la combinación de almendrones (ya convertidos casi en su totalidad en trasporte público), los Ladas de la era soviética, y los nuevos autos asiáticos.

Si bien la Revolución erradicó en Cuba la segmentación de la sociedad en clases sociales dando igual oportunidad de acceso al trabajo, el estudio o la salud, persistió la existencia de zonas o capas diferenciadas producto de una tradición de siglos. Este fenómeno fue recogido por la cinematografía y la televisión cubanas en obras como Algo más que soñar (1984) y Se permuta (1988). Un ejemplo más reciente es Habanastation (2011).

Pero en la actualidad se van perfilando ciertos conflictos indirectos de convivencia entre la ¨nueva clase media¨ (No ¨nuevos ricos¨, es ridículo llamar rico a quien posee una casa y un auto chino de tercera categoría para la industria automotriz) y las capas más proletarias al vivir juntas en municipios en que el segundo grupo seguirá siendo mayoría.

Se ha creado un efecto inflacionario en la venta de productos y servicios que el propio sector privado ofrece en esas zonas. La política nacional de precios del sistema de comercio estatal no ejerce ninguna influencia en esto y el fenómeno crece de forma paralela.

Tal vez su expresión más sensible es en la venta de productos agrícolas, donde el mismo producto se vende a mayor precio en Playa que en otro lugar sin justificación alguna. Incluso dentro del mismo municipio Playa los precios pueden variar con caminar unas pocas cuadras o por estar la venta ubicada cerca de un centro comercial.

El surgimiento y persistencia aun de formas de venta como las carretillas, ahora bajo severas críticas, además de arrabalizar más la ciudad, permitieron maneras altamente informales en las ventas, donde el vendedor establece el precio según el comprador, lo que puede estar determinado además del factor geográfico, por si este va a pie o en auto, el tipo de auto, la forma de vestir, el celular que lleva y hasta el color de la piel o si tiene acento capitalino.

Estas formas de transacción y la mentalidad que exponen, han llegado a extender maneras que bajo lejanas influencias ancestrales son habituales en naciones del ámbito caribeño, pero ajenas a las tradiciones cubanas.

La existencia de una burguesía lumpen que está dispuesta a pagar el precio que se le exija sin importarle mucho el efecto que esto provoca, se convierte en estímulo y sostén para estos y otros modos de especulación.

Es lógico que la diferencia en el ingreso determine la posibilidad de gasto. En la mente de alguien que ingresa más de 500cuc mensuales 1 cuc no tiene el mismo ¨valor¨ que para alguien que ingresa apenas 40 o menos. Aunque vivan a metros de distancia.

A una persona del primer grupo no le importa mucho comprar a un especulador una jaba de papas o un cartón de huevos por 3 cuc porque en definitiva cuando pisa el acelerador de su GeelyEmgrand quema esa misma cantidad en menos de una hora.

En medio del desabastecimiento agrícola los mercados manejados por cooperativas retienen ocultos decenas de sacos de papas que no sacan a la venta, destinados a ser vendidos a clientes dispuestos a pagar el saco de 50 libras a 100 pesos o hasta 5 cuc (que por cierto te lo llevan hasta el maletero del auto, no faltaba más). Conociendo que el precio por libra establecido es de 1.00 peso, el comprador está pagando por el saco el doble o más.

En el surgimiento de comercios privados igualmente se manifiesta. Si bien es cierto que males como políticas artificiales de precio, la escasez de ofertas intermedias ya que casi todos quieren ser ¨boutiques¨, aumentos deliberados ante la dificultad de manejar un stock fluido de productos, son todas situaciones extendidas, tienen una presencia más notable en estas áreas mencionadas como ¨de convivencia¨.

La solicitud de servicios de mantenimiento, reparación o transporte pesado se ve encarecida meramente por mencionar que se trata de estas zonas.

Probablemente se vea en el futuro algo corriente en ciudades extranjeras donde la capa media profesional huye de zonas invadidas por la clase más alta ante el encarecimiento de la vida que esto provoca.

Personalmente no comparto la satanización del sector privado, todo lo contrario, soy su enérgico defensor. Pero este sector es producto del socialismo por lo tanto sus efectos no pueden propiciar la ausencia de este.

Por eso es necesario vigilar y estudiar los nuevos escenarios en su trasformación económica y demográfica. Buscar entonces políticas que eviten el impacto negativo de la existencia de una minoría dentro de la mayoría.

Ya se han dando pasos correctos con la regulación de precios de productos agrícolas, aunque debe fortalecerse.

No basta solo con mantener políticas nacionales de cobro de servicios, donde un kilowatt cueste lo mismo en Playa que en el Cerro o que los impuestos sean los mismos. Si no también buscar políticas de control de precios que impidan parcelas especulativas con toda la autoridad que requieran.

Porque como afirmaba Rousseau: ¨Entre el débil y el poderoso, la libertad esclaviza. Solo la ley libera.¨

Para que la feliz solvencia de unos no aumente la pobreza de los otros.

9 enero 2017 53 comentarios 282 vistas
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