La Joven Cuba
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2017

Contenidos con fecha 2017

La mano abierta

por René Fidel González García 12 julio 2017
escrito por René Fidel González García

Acabo de leer “El debate abierto y la mano cerrada“, de Iroel Sánchez, que me parece una temprana reacción a los enfrentamientos de ideas y argumentos, también de opiniones, ocurridos la semana pasada en el blog Segunda Cita del cantautor cubano Silvio Rodríguez.

Creo que también es posible que su artículo sea, por encima de esa percepción inmediata, esencialmente, una auténtica reflexión de quien se siente y participa a su manera, y como el que más, en las urgencias y utilidad que tiene el pensamiento crítico para la sociedad cubana, y que abiertamente asume un lugar en la complejidad y amplitud del debate que en Cuba se produce dentro de la sólida parte de la esfera pública que es ya nuestra blogosfera, y donde, como sabemos, se ventila también, por lo menos discursivamente, un fragmento de la pugna entre el Socialismo y las ideologías, alternativas y paradigmas que se le oponen.

Acoto la relativa importancia de la faceta discursiva y mediática de esa pugna porque más allá de su utilidad, formas, estridencia y probable incidencia en la sociedad cubana y sus actores sociales y políticos, en mi opinión los avances y retrocesos, los logros de las ideas que se disputan – a veces en un confuso y antitético amasijo teórico, simbólico y práctico – se verifican realmente en las consecuencias de las dinámicas de cambio social y económico que experimentan los cubanos y cubanas hoy, y en las diferentes maneras de percibir, entender y orientar sus proyectos de vida dentro de ellas. Nada resultará indiferente a dichas dinámicas, actuando como lo hacen en las subjetividades, los valores y las prácticas cotidianas.

Todo esto reivindica, una vez más, la importancia entre nosotros del ejercicio de la política desde la lucidez y la ética de principios hasta convertirla en un patrimonio cultural popular, porque en última instancia, son fundamentalmente tales dinámicas, sean o no resultados intencionales, indeseados, o perversos de las decisiones que se tomen racionalmente por los políticos cubanos, las que permitirán a largo plazo la expansión y reproducción o no, o el predominio político de unas ideas sobre otras. De ellas, junto a las influencias y determinaciones de una poderosa hegemonía cultural capitalista gestada globalmente como un instrumento para la amnesia y banalización del pensamiento, proviene un tremendo y verdadero desafío para que prevalezca en nuestra larga transición socialista el socialismo.

Creo que es precisamente en esa lucidez y ética de principios en la que descansa buena parte de la crítica que hemos dirigido – en algunos casos como llamados personales – muchos de nosotros a los compañeros que en los últimos meses en diversos artículos y medios han posicionado algunas de sus preocupaciones y posturas ideológicas.

La mayoría de esos pronunciamientos no alcanzan a convertirse siquiera en una polémica entre revolucionarios, como podrían efectivamente ser, pero tampoco se enzarzan real y eficazmente con aquellos que le adversan desde posiciones ideológicas distintas, en ese caso, por lo menos por dos razones de fondo: 1) la incapacidad para examinar, sistematizar y refutar las ideas y argumentos que son desplegados por sus adversarios 2) la endeblez argumentativa y teórica de las tesis que sustentan, útiles ciertamente para la invención de un ¨otro político¨ a través de la formulación de una hipótesis ambigua, tendenciosa y de uso – se quiera o no – excluyente, pero absolutamente deficientes para convencer, unir y vertebrar políticamente el ¨nosotros¨ que en nuestro caso aún reúne el Socialismo como proyecto de emancipación humana, pensado también para evitar, como exigiera Carlos Marx, la postración supersticiosa ante la autoridad.

Si la primera cuestión que señalo puede provenir de los límites que les imponen la capacidad y los recursos que les aporta sus propias experiencias vitales, la segunda tiene la extraña y nefasta virtud de disociar la unidad a partir de la sospecha y la desconfianza, y lo que es aún peor, de otorgar reconocimiento político a algo que no existe, ni es viable, en términos de organización, mucho menos de proyecto político. No se trata entonces de que algunos puedan ser acusados de dogmatismo e intolerancia injustificadamente, tampoco de simplificar y subestimar la importancia, alcances y propósitos de los proyectos subversivos que en nuestro país se ensayan, a costa también de nuestras propias contradicciones, deformaciones e insuficiencias.

Lo que se advierte es, por el contrario, que cada vez que en un segmento de nuestra historia el dogmatismo y la intolerancia han encontrado acomodo y cobija suficiente en nuestras prácticas políticas, la arbitrariedad y el despotismo, el irrespeto al otro y el oportunismo, la soberbia y el abuso de autoridad han florecido con su zaga de atropellos y de defraudación del ideal y la concreción de justicia que alzaron y sostuvieron hasta hoy a la Revolución y la forma de gobierno republicana en Cuba como proyecto de las mayorías.

En los últimos meses he sido testigo, si no bastara con mi experiencia personal, de la forma bochornosa y ruin con que se ha apartado, difamado e intentado oscurecer a Julio Antonio Fernández Estrada, con esos mismos rótulos que ahora se aclara casi magnánimamente fueron adjudicados solo a algunos, y cuya integridad, civismo y dignidad es aun hoy, a pesar de todo ello, un referente de lo que debe ser un profesor universitario, su culpa es lo contrario de la simulación y el oportunismo y se puede resumir: la conducta revolucionaria; también del silencio y la paralización, a tenor del grotesco sambenito de la subversión, de instituciones y de funcionarios que debieron velar por la legalidad ante violaciones muy evidentes, y del increíble absurdo de leer a contrarrevolucionarios defendiendo la preeminencia de Constitución del socialismo cubano al mismo tiempo que otros le ignoraban y soslayaban en una pretendida defensa de la Revolución.

Uno de nuestros maestros, sensible y lúcido, del que mi abuela que le trató cuando él era muy joven, me dijo siendo yo un niño que era la persona de mejores sentimientos que había conocido en su larga vida, nos dejó diez rasgos que pueden ayudar a identificar y apreciar el dogmatismo y sus manifestaciones entre nosotros, también la responsabilidad que tenemos todos en su reproducción y el daño que ocasione:

1) La pretensión de poseer todas las preguntas permitidas y todas las respuestas infalibles, que tiene un fundamento extra intelectual y es funesta para la política revolucionaria.

2) Servir de fundamento a la legitimación de lo existente y la obediencia a su orden, con lo que se fomenta el inmovilismo y actitudes individuales perjudiciales.

3)Privar de capacidad para enfrentar los problemas, y mucho menos para buscar sus fundamentos y sus raíces y plantearlos bien.

4) Ser inútil, entonces, dentro del mundo del pensamiento, pero crear confusión o resignación con su soberbia y su capacidad de neutralizar o atacar lo que es útil

5) Ser ajeno y opuesto a la actitud y el contenido del pensamiento revolucionario, y, sin embargo, erigirse en su supuesto defensor y representante

6) Atribuir corrección o maldad a todo pensamiento. Fijar posiciones incuestionables respecto a lo que existe, lo que se debe comunicar, investigar, debatir o estudiar, y orientar las opiniones generales que deben sostenerse en la política, la economía, la educación, la divulgación, la historia y la apreciación de las artes.

7) Sustituir los exámenes, los debates y los juicios sobre las materias que considera sensibles por la atribución arbitraria y fija de denominaciones y valoraciones sobre ellas, o de lugares comunes que las dejan fuera del campo del conocimiento.

8) Satanizar y tratar de prohibir el conocimiento o la simple información de todo lo que considere perjudicial o maligno, que suele ser todo lo que no califique de bueno. Esto se complementa con la acusación a compañeros de estar influidos o «desviados» por aquellas posiciones perversas y erróneas, imputación que puede ser abierta o tortuosa, como cuando se les «reconoce» que quizás no se desvían intencionalmente, pero se desvían.

9) Conspirar, por consiguiente, contra la ampliación y profundización del socialismo, y favorecer la permanencia de las relaciones sociales y la moral de la sociedad que queremos abolir y superar.

10) Desarmarnos frente a las reformulaciones de la hegemonía cultural del capitalismo, a la cual ignora o desprecia, y fomentar situaciones y conductas esquizofrénicas, en las que se abomina el capitalismo y se consumen sus productos espirituales.

Es preciso cerrar la mano, es cierto, al dinero del enemigo, pero también a la soberbia, pero hay que abrirla a la coherencia y la audacia de la decencia, porque es la única forma de hacer este sueño con nuestras propias manos y sin permiso.

12 julio 2017 24 comentarios 276 vistas
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Que los daños colaterales no seamos nosotros mismos

por Harold Cardenas Lema 11 julio 2017
escrito por Harold Cardenas Lema

Este es un escrito militante, dirigido a todos los que de alguna forma generan ideología en Cuba. Los compañeros que han escrito sobre el centrismo en Cuba tienen preocupaciones que compartimos, tienen razones válidas, pero no tienen toda la razón. No es que sus preguntas no ameriten respuestas, sino que en lugar de un diálogo transparente se ha pretendido aplicar una solución vieja a un problema nuevo. Cuando los ataques preventivos los hacemos nosotros en lugar del enemigo, los daños colaterales somos nosotros mismos.

La forma en que se está conduciendo el debate provoca fracturas entre revolucionarios, divorcio entre intelectuales y activistas con apoyo gubernamental, polarización de la esfera pública. Es difícil concebir un plan contra la Revolución que genere más daño. Nuestro instinto sugiere que lo esencial sigue siendo invisible a los ojos y las verdaderas respuestas siguen ausentes. Un día sabremos a ciencia cierta quién era el enemigo y quién no, pero quienes participan hoy en el debate público no pueden ser peones de un juego mayor, o nuestros esfuerzos son vanos.

Estamos en la misma trinchera, queremos una sola vía y esa se llama socialismo. Escribir un libro sobre el centrismo y mencionar a uno de los autores de este escrito 43 veces, es cuanto menos un exceso, cuando Trump se menciona 26 veces y Obama 31. El mencionado debe ser el diablo porque se menciona en el libro más que un presidente estadounidense. Sugerir ambigüedad en quienes plantan bandera cuando es necesario y abogan abiertamente por el socialismo, es un error. Raúl llamó a la crítica y dar batalla donde fuera necesaria, resulta curioso cómo lo que hace años era una convocatoria hoy puede confundirse con centrismo.

Existe una hegemonía mundial respecto a la cual somos rebeldes los cubanos. A ella se contrapone la resistencia de nuestro país, pero acá dentro también existe hegemonía. Quien genera pensamiento en el Buró Nacional de la UJC, quien imparte conferencias en universidades, quienes tienen respaldo de medios masivos de comunicación, quienes trabajan en la ideología del país con tiempo y conectividad suficiente para articularse, generan hegemonía. No se puede ser anti-hegemónico respecto al capitalismo de dominación, pero a lo interno tener un comportamiento similar. Nuestra hegemonía debe ser siempre de liberación. Como no se puede ser crítico del capitalismo y cerrar los ojos a nuestros problemas internos.

Los que engrasan la maquinaria política del país, deben tener cuidado que sus parámetros no sean excluyentes sino inclusivos, porque cuando terminan los conferencias y se van a sus casas, esas ideas se convierten en sentencias sin juicio y excesos de entusiasmo. Y el adjetivo de “centrista” sigue siendo vergonzoso para un revolucionario, sigue marginando de organizaciones políticas a las que se quisiera pertenecer y sigue saboteando las posibilidades laborales de quien lo lleva como una letra escarlata, merecida o no.

Es menos difícil ser revolucionario con altos niveles de información secreta, viajando con pasaporte oficial, dando conferencias, hospedados en casas de visita y a kilómetros de cualquier osadía legal que les permita hacer su labor. Quien tiene una plataforma que lo soporte, sea revolucionaria o contrarrevolucionaria, siempre lo tendrá más fácil que quien lo hace a mano y sin permiso. Participar en la construcción del socialismo es tanto una pasión para estos compañeros como para nosotros, con la excepción de que para ellos además de pasión es trabajo, para nosotros es una responsabilidad a veces ingrata.

La forma en que se ha abordado la ambigüedad política en momentos claves, en lugar de generar solidaridad ha creado antipatía. Al menos deberían preguntarse por qué. Han confundido el discurso anti-hegemónico con otro que limita la creatividad y autenticidad de la participación política. Entonces comienza el enfrentamiento donde se dedican más adjetivos y se prefieren acuñar más términos despectivos que discutir las ideas de otros. En esta Cuba alfabetizada después de medio siglo de revolución, el impulso no le puede ganar al pensamiento. El entusiasmo no le puede ganar a la convicción.

Los que discreparon en el debate con Silvio sobre este tema, son compañeros de ideas, pero en la práctica no estamos siendo compañeros de lucha. Entre compañeros siempre prima el beneficio de la duda y no el de la sospecha, incluso en los errores propios de la lucha política y la vida. ¿Se puede ser un bloguero revolucionario en escenarios de derecha y defender la revolución? Sí. ¿Se puede dar un concierto en el Teatro Manuel Artime de Miami y defender la Revolución? Sí, el primer concierto de Buena Fe en Estados Unidos fue precisamente en ese teatro.

Menos mal que existe Segunda Cita y nos queda Silvio para liberarnos de esquemas, pero ningún hombre es eterno. Estamos a tiempo de recapacitar, que los compañeros ideológicos sean compañeros de lucha y haya una sola hegemonía que derrotar. Ya no tenemos a Fidel, Alfredo Guevara, Haydeé Santamaría y los que en los 60 protegían los herejes del momento. Ya no hay quien nos salve de los errores e inseguridades institucionales, el ICAIC y Casa de las Américas no pueden ser los refugios de otras veces.

Este escrito no es definitivo, no es la verdad absoluta sino un gesto de buena voluntad. Una alerta para quienes señalan con el dedo y al hacerlo cuentan con el respaldo de la disciplina que caracteriza a los revolucionarios, del público que, por respeto a una institución o un compañero, no le contradice ni siquiera para alertarle su error. No es posible que después de una batalla por el cambio de mentalidad el espacio a la crítica sea aún menor, no es posible que apelar a la crítica revolucionaria sea un ejercicio riesgoso o se confunda con ambigüedad política.

Si para algo tiene que servir este debate es para que el tema no sea un diálogo de sordos. Los compañeros que nos ven fuera de sus parámetros sobre qué es un buen revolucionario, deberían pensar por qué el alcance de sus palabras es limitado, por qué darle un espacio dentro de la Revolución al que no piense como nosotros, pero sepa respetarla, no nos empobrece. Por qué teniendo razones de sobra, su batalla no enamora del todo, habiendo aun tanto amante de justicia y si su táctica de repartir adjetivos descalificando gente, no estará provocando daños colaterales.

A lo largo de la Revolución cuando se han cometido errores, el sentido común de la opinión pública ha hecho recapacitar a las autoridades, garantizando que sea más fuerte y vital la esperanza y salvando revolucionarios. Veremos cuánto hemos aprendido del pasado.

11 julio 2017 93 comentarios 561 vistas
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Con razón, o sin ella

por Osmany Sánchez Roque 7 julio 2017
escrito por Osmany Sánchez Roque

Si alguna vez me sintiera cansado; si notara que ya no son tantas las razones para defender a la Revolución, me sentaría a ver videos de la contrarrevolución. Son una escuela, despejan cualquiera duda y cargan las pilas para seguir adelante.

Ayer vi un debate en el que participaron Yadira Escobar y la portavoz de las “Damas” de blanco en Miami. Les hago el resumen con dos puntos.

Primero. Sin el menor escrúpulo, la señora portavoz dijo que estaba totalmente de acuerdo con la política de Trump porque Obama había traicionado a los cubanos por segunda vez. Ella misma se encarga de aclarar que la primera traición fue la de Kennedy cuando la invasión de Playa Girón.

A esta señora no le importan los cientos de miles de muertos que hubiese ocasionado la invasión norteamericana a Cuba con sus consecuentes “daños colaterales” por eso no tengo la menor duda de que apoyaría a Trump si mañana anuncia por Twitter que va a invadir nuestro país.

Segundo. En un momento del debate esta democrática señora se para y dice que se va, que ella no discute con Yadira porque esta es sumisa y apoya a la dictadura, o lo que es lo mismo porque piensa diferente a ella.

¿Qué sucedería en Cuba si esta gente llega al poder algún día? ¿Tendrían alguna oportunidad los que piensan diferentes a ellos?

No es ella un caso aislado y cada vez que los escucho estoy más convencido de que a esa gente ni tantito así.

Defender a Cuba por encima de todas las cosas y cuando se trata de estos personajes entonces pensar en las palabras de Stephen Decatur en 1816:

“Por nuestro país! Que en su intercambio con naciones extranjeras tenga siempre la razón; ¡pero por nuestro país, con razón o sin ella!”

7 julio 2017 51 comentarios 256 vistas
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Los caminos del antimperialismo

por Harold Cardenas Lema 6 julio 2017
escrito por Harold Cardenas Lema

Está enrolado en el ejército de Estados Unidos y se prepara para salir a la guerra. Sube a un barco de la marina pero antes de partir un amigo de su padre alcanza a bajarlo. No tiene edad suficiente para alistarse, pero quería luchar. El joven cubano está destinado a convertirse en el más antimperialista de su tiempo. Su nombre es Julio Antonio Mella.

Los caminos del antimperialismo tienen comienzos inesperados. Las primeras palabras del pequeño Tony Guiteras fueron I want to go out, luego sería calificado por la revista Time como “el más antinorteamericano y antimperialista”. Años después otro niño enviaba una carta en inglés al presidente Roosevelt expresando admiración, su nombre era Fidel Castro y sería un líder antimperialista el resto de su vida. La lucha contra la dominación y la desigualdad es hija del pensamiento político, no el consignismo y el adoctrinamiento.

En su momento la Enmienda Platt convirtió la inmensa mayoría de los cubanos en anti injerencistas. Tanto fue así que cuando Estrada Palma apoyó la segunda intervención militar en Cuba, le costó su carrera. Desde entonces proliferaron antimperialistas de corte liberal positivista como Emilio Roig, Ramiro Guerra o Fernando Ortiz. La intelectualidad cubana llegó a ser profundamente antimperialista, incluso aquellos que no eran marxistas.

La generación más influenciada por el capitalismo y los códigos culturales estadounidenses hizo la Revolución, e incluso antes del triunfo veían venir una lucha mayor contra las fuerzas dominantes en el mundo. El antimperialismo era una actitud política natural en amplios sectores sociales, que primero asumieron esta posición y luego leyeron los manuales de marxismo-leninismo. El socialismo autóctono de Mella, Guiteras y Roa, demostró ser el camino correcto. Los mayores errores del movimiento revolucionario cubano, fueron al intentar aplicar en Cuba los métodos provenientes de Moscú, que priorizaba los intereses de la URSS por encima de la lucha antimperialista y la liberación nacional de los pueblos.

La pelea de medio siglo entre Cuba y los sectores dominantes de la política estadounidense, terminó convirtiendo la isla en un símbolo antimperialista, pero no hay combate sin costo. La isla vería nacer y desaparecer aliados políticos sin que ocurriera la anunciada revolución mundial, y los cubanos serían los más sistemáticos en resistir esos embates.

Con la Revolución en el poder, mucho de lo que antes era espontáneo ahora comenzó a ser planificado. Queda pendiente estudiar el efecto que ha tenido la inyección paternalista de antimperialismo en el pueblo, y cuánto esto puede dañar la espontaneidad e iniciativa social. Queda pendiente una mirada profunda sobre el imperialismo que no simplifique el fenómeno en Estados Unidos sino descifre las fuerzas dominantes y las liberadoras en todos los países con intenciones de dominación. No hay países malos, sí malos políticos.

Los caminos del antimperialismo deben conducirse sobre la base del pensamiento, no el entusiasmo ignorante o la disciplina. Cuando triunfó la Revolución se eliminó el nombre de Narciso López en muchas calles de La Habana, se derrumbaron estatuas de presidentes republicanos en la calle G del Vedado y sin embargo, mantuvimos una barriada con el nombre de Lawton, general estadounidense que participó en la intervención militar a la isla, símbolo del imperialismo puesto en práctica.

Mucho habría para decir sobre el tema, el punto es que la vida es más rica que nuestros esquemas, los caminos del antimperialismo también.

6 julio 2017 80 comentarios 377 vistas
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Los detractores correctos

por Harold Cardenas Lema 4 julio 2017
escrito por Harold Cardenas Lema

Tomar partido en Cuba tiene un precio. La moda es evitar la política, hacer relaciones públicas en ambas orillas y esquivar definiciones. Romper esa norma implica un castigo, ya sea improvisando una respuesta a Luis Alberto García o criticando a Buena Fe. Cualquier apoyo al socialismo debe pagarse y el escarmiento debe ser público. Existe una industria atenta a desmontar los símbolos que surjan en esta orilla, a replicar los argumentos del lado de acá, que funciona con sistematicidad sospechosa. Hoy leo una crítica a Buena Fe y veo que el asunto no es ellos ni sus canciones, detrás hay más política que arte.

Hay que tener buena memoria. Recordar grupos evitando cantar en la Tribuna Antimperialista para no buscarse problemas con los vecinos al otro lado de las banderas, y Buena Fe tocando ahí. Recordar los conciertos suspendidos por defender sus ideas fuera, que hasta Posada Carriles fue a una manifestación en su contra en Miami, y ese mismo día empezaron tocando “Cuba va”. Solo la memoria ayuda a entender la necesidad de castigar esos pecados, nunca la cultura marginal que se extiende en el país, eso es parte del plan.

Leyendo a sus últimos detractores reconozco emisarios de una tendencia pasivo-agresiva que teme definirse, se siente más cómoda entre el sarcasmo y la ironía, prefiere regodearse en la escritura que meditar en el resultado de ella. Más que crítica de arte u opinión modesta, parecen líneas de fanáticos de sí mismos. Escribiendo desde lejos, aunque estén cerca, son los paladines del desarraigo. Cada día vemos un episodio nuevo de esta vieja guerra cultural, tan vieja que a veces se olvida que es guerra. Entonces dan ganas de abrazar a Israel o Luis Alberto, por tener los detractores correctos.

4 julio 2017 117 comentarios 305 vistas
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¿Es Donald Trump un agente ruso?

por Consejo Editorial 27 junio 2017
escrito por Consejo Editorial

Por: Eva Golinger

Estamos viviendo un suspenso político en Estados Unidos, como una película de Hollywood. Ha sido excitante, asombroso y a la vez, decepcionante. No sé si ustedes conocen la serie de televisión, ‘The Americans’ (Los Americanos). A mí me encanta. He visto todos los episodios hasta ahora. Es sobre una red de espías rusos que está infiltrada en la sociedad estadounidense para ejecutar operaciones secretas a favor de la Unión Soviética. La pareja protagonista (ambos muy atractivos, por supuesto) se hace pasar por esposos estadounidenses, sin acento ruso, con nombres comunes y corrientes, totalmente gringos normales. En realidad, son espías rusos encargados de sacar información secreta del Gobierno estadounidense, entrenados desde jóvenes para enmascararse en la cultura estadounidense, expertos en el arte de engañar y en las tácticas de matar. Son asesinos y a la vez madre y padre de familia con dos hijos nacidos en Estados Unidos. Llevan una vida relativamente normal, al parecer. Son trabajadores aburridos de una empresa que vende viajes turísticos de día y de noche asumen otras identidades con pelucas y todo, para reclutar a sus agentes e informantes y en algunos casos, matar al enemigo. Tan malos que son. ¡Me fascinan!

‘Los Americanos’ comenzó en 2013, mucho antes del ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Por cierto, la serie fue fundamentada en el descubrimiento de una red de presuntos espías rusos que fue descubierta en 2010 en los suburbios de Nueva York y Boston. La noticia fue escandalosa porque las 11 personas implicadas no tenían ningún rasgo ruso ni habían levantado sospechas entre sus vecinos, amigos o colegas. Habían vivido décadas en vecindarios estadounidenses como si nada. Normal. Yo recuerdo que conocí una de ellos, una periodista peruana afincada desde hace mucho años en Nueva York, Vicky Peláez. Ella escribía para ‘El Diario de Nueva York’ y siempre llevaba posturas izquierdistas en espacios donde la línea editorial era bastante derechista. Lo increíble, según el cuento, es que ni ella sabía que era espía rusa. Realmente el acusado era su esposo, Juan José Lázaro, cuyo nombre real era supuestamente Mijaíl Vasenkov, aunque Vicky nunca había escuchado ese nombre. Ella pensaba que era un neoyorquino de origen latino, nada que ver con Rusia. Estuvieron juntos 30 años, y tenían un hijo, hasta que el FBI los detuvo, acusados de espionaje. Fueron todos deportados a Rusia en un intercambio de espías entre Washington y Moscú. A lo mejor nunca sabremos la verdadera historia sobre estos ‘americanos’, pero ha dado bastante tela que cortar para la serie de televisión.

Lo menciono porque desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, el país está viviendo su propia telenovela de espionaje rojo. Día tras día estamos absorbidos por las noticias sobre los vínculos entre el equipo de Trump y los rusos. En las noches cuando ya tengo un tiempito libre para ver la televisión, ni me interesan las otras series o los programas de entretenimiento. Tenemos a nuestro ‘americanos’ en carne viva, solo hay que ver los noticieros y los programas de opinión política en cable. Es Rusia y Putin, día y noche. La actual temporada de ‘Los Americanos’ ya terminó, pero ni me he dado cuenta, porque tenemos a Trump. El amor que Trump ha profesado por Vladímir Putin es sola una evidencia más que comprueba que este ‘americano’ ha sido puesto en la Oficina Oval en la operación más siniestra de la historia estadounidense. Y para colmo, ¡la esposa de Trump es de Europa Oriental! ¿No lo ven? De Eslovenia, ¡del antiguo bloque comunista! Todo está muy claro.

El yerno de Trump con su empresa inmobiliaria multimillonaria y de inversiones hace negocios con los rusos y hasta tuvo reuniones con el embajador de Moscú en Washington, Serguéi Kisliak durante la campaña electoral, y también durante la transición entre el final del Gobierno de Obama y el comienzo de Trump. Obviamente estaban conspirando para entregar todos los secretos de Washington a Putin. El breve jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, fue asesor de Víctor Yanukóvich, el presidente ucranio derrocado en el golpe de Estado en 2014 y amigo de Putin. Otro hilo más. Y Trump despidió al jefe del FBI, quien estaba encargado de la investigación sobre la supuesta colaboración entre su campaña y los rusos. Sin duda, lo hizo de manera tan torpe para impedir que la verdad saliera a la luz pública.

Lo que más ha llamado la atención sobre el comportamiento raro de Trump, y hay mucho, porque el tipo es bien extraño, desde su peinado conocido como ‘la cebolla’, hasta su piel anaranjada, ha sido su incapacidad de hablar mal de Vladímir Putin. Obviamente hay algo sospechoso cuando un presidente estadounidense no tiene ni una sola palabra despectiva sobre Putin. Porque, es Putin, el diablo, el genio malévolo que nos quiere destruir. ¿Comprenden? A lo mejor los rusos le lavaron el cerebro de Trump (no sería tan difícil, porque debe ser pequeño), o como alegan algunos expertos del mundo de la inteligencia y el espionaje, Putin tiene un expediente escandaloso sobre Trump en sus manos, que incluye hasta “duchas doradas” en hoteles lujosos de Moscú. ¡Ay papá!

Hay un traidor en la Casa Blanca, de eso no hay duda. Pero no por ser un agente secreto de Rusia que está siguiendo las órdenes de Vladímir Putin para destruir a los Estados Unidos de América tal cual como lo conocemos. Trump no tiene ni la más mínima capacidad para mantener un secreto, menos para ejecutar una operación clandestina de tal magnitud. El tipo tuitea en la mañanita cuando está solo en su (¿baño?) cuarto, de manera impulsiva y fuera de control. Dice de todo, sin escrúpulos. Hasta revela secretos de Estado a extranjeros en reuniones bilaterales. Claro, lo hizo con el canciller ruso, algo sospechoso, por supuesto. Pero no, no es por eso que es un traidor. Es por algo mucho menos sexy y excitante. Lo siento.

Es porque a Donald Trump solo le interesa sí mismo, sus ganancias, su ego, su poder. El traiciona todo el sentido de ser un jefe de Estado, quien debería gobernar a favor de su patria, por el bienestar de su pueblo. Pero no. Donald Trump cedió los poderes militares como comandante en jefe al Pentágono, ni siquiera se entera de las nuevas guerras y operaciones militares que está planeando su secretario de Defensa. No le interesa. A Donald Trump no le importa si los ciudadanos estadounidenses tienen atención médica o acceso a la educación. La prensa libre es su enemigo, el solo quiere una cobertura que lo halague y promocione. La Casa Blanca se ha convertido en su centro de negocios. Los hoteles que llevan su nombre están de moda, sus campos de golf están en ocupación máxima y todos los inversionistas internacionales le quieren dar plata a cambio de favores políticos y económicos. Donald Trump es el presidente prepago, el capitalista salvaje que hasta vendería la misma Casa Blanca (a los rusos) por un monto lucrativo si fuera legal. Así que, el frenesí en los medios estadounidenses sobre el eje Trump-Putin es muy divertido, pero probablemente no tiene mucha sustancia. Lejos de ser un espía maquiavélico, Donald Trump es nada más y nada menos que un patético gato gordo, esclavo de la rancia codicia del club de millonarios. (Aunque aún creo que Melania, su renuente esposa, es la verdadera espía. Esa sí sería una buena película o serie de televisión).

Tomado de https://actualidad.rt.com/opinion/eva_golinger/242573-donald-trump-agente-ruso

 

27 junio 2017 9 comentarios 253 vistas
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Revista LJC 2

por Consejo Editorial 24 junio 2017
escrito por Consejo Editorial

Compartimos con nuestros lectores el segundo número de nuestra revista. Si desea recibirla por correo en una versión más ligera puede escribirnos a jovencuba@gmail.com o puede descargarla en el siguiente link: http://bit.ly/2tGzsrM

También puede descargar el primer número en el siguiente link:  http://bit.ly/2t6Z5Vp

Buen fin de semana a todos nuestros lectores.

24 junio 2017 0 comentario 196 vistas
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Declaración de blogueros cubanos (Actualizado)

por Consejo Editorial 20 junio 2017
escrito por Consejo Editorial

Cuba existe también en la blogosfera. Es el testimonio cotidiano y el pensamiento libre de una nación y de un pueblo en toda su variopinta cultura de resistencia y de vida. Justamente por ese patriotismo que nos identifica como comunidad, es que denunciamos las recientes declaraciones del presidente de los Estados Unidos por ofensivas e insultantes con nuestro pueblo. Trump frena, retrocede, se descoloca en la historia, asume la peor de las posiciones y lo hace rodeado de sujetos con un amplio prontuario criminal.
Los blogueros cubanos que suscribimos esta declaración, así como en su momento, seguimos y animamos el acercamiento entre las dos naciones, a pesar de sus diferencias, rechazamos la vuelta al discurso ofensivo y la política de las cavernas, tantas veces derrotada; reprobamos toda intención de fuerza contra la Isla, al tiempo que descalificamos a terroristas y políticos tramposos como interlocutores válidos para los cubanos.
El presidente Trump ha de saber que su mandato no se extiende a Cuba y sus ofensas en el show de la “era del hielo” solo sirven para reforzar el sentimiento antiimperialista, como una razón más de unidad.
El trazo del camino seguido, y las cualidades de la rueda que le transita, son legítimos por la génesis popular que le dio vida, sin presión de ningún tipo, forjada desde el pueblo al que pertenecemos, y al cual se debe nuestro relato- sorprendente e impetuoso- de la vida tenaz en esta tierra, que lucha día a día por una sociedad y un mundo mejor.
Quienes deseen sumarse a esta declaración lo pueden hacer a través de las diversas plataformas de Redes Sociales donde ha sido publicado o, reblogueándola en sus páginas personales.

Silvio Rodriguez: Segunda Cita 

Enrique Ubieta:  La Isla Desconocida

Iroel Sánchez: La Pupila Insomne

Rafael Cruz: Turquinauta 

Karina Marron: Espacio Libre de Cuba

Manuel Lagarde: Cambios en Cuba

Jorge Á Hernández Pérez: Ogun cubano  

Daniel Guerra: Sin Oropel ni Garufa

Jorge Jeréz: Jorgito por Cuba

Luís E Ruíz Martínez: Visión desde Cuba

Tamara Vazquez López: Recetas naturales de la abuela cubana

Julio César Moreno:  Kokacub@ 

Carlos García: CubaEconomía

Susana Acea: Una Profe en Centrohabana

Norelis Morales: Islamia 

Daniel Guerra: Sin Oropel ni Garufa 

Elier Ramirez Cañedo: Dialogar Dialogar

Raiza Martín Lobo: La Guantanamera 

Daynet Rodriguez Sotomayor: Mundo en Crisis

Roberto Suarez: Cuba en Fotos

Daylin sordo Peláez: Cuando nadie me ve 

Istvan Ojeda Bello: CubaIzquierda

Mary Romero Aragón: Fomento en Vivo

Aday del Sol: Latidos de Cuba

Bertha Mojena. Mis Apuntes desde Cuba

Dailin Sánchez Lemus: Patria y Amor

Yusley Izquierdo Sierra: La vuelta abajo 

MirumalhoBlog 

El Canario Amarillo

Andrés Marí:  Viviendo sin espantarse

Eugenio Cruz Ventana Cubana

Carmen Luisa Hernández: La Mariposa Cubana

Yasel Toledo Garanche Mira joven (Cuba) https://mirajovencuba.wordpress.com/

La Joven Cuba . https://jovencuba.com/2017/06/20/declaracion-de-blogueros-cubanos/

Santiago Arde https://santiagoarde.wordpress.com/2017/06/20/blogueros-cubanos-vs-trump/

Bárbara Vasallo, http://barbarisimacuba.blogspot.com/

PostCuba. https://postcuba.org

Ana Hernández. Guajirita Soy http://guajiritasoy.blogspot.com/

Carlos Serpa Maceira http://guayacandecuba.blogspot.com/

Storm Captain http://fanalcubano.blogspot.com/

Yamyle Fernández. https://enelfondodelhombre.wordpress.com

http://enclavedehaiku.cubava.cu

http://verdeazulados.blogspot.com/

https://cubaesnuestra.wordpress.com/

Declaración de blogueras y blogueros cubanos

Declaración de los blogueros cubanos

20 junio 2017 12 comentarios 235 vistas
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