El diálogo, basado en sólidas leyes morales,
facilita la solución de los conflictos
y favorece el respeto de la vida,
de toda vida humana.
Juan Pablo Segundo.
Por: Osvaldo M. Alvarez Torres
Los conflictos son fenómenos o situaciones consustanciales al ser humano, interacciones antagónicas con las que convivimos diariamente en cualquier sistema. Son indicadores de desacuerdo, señal de tensión, dinámicos en el tiempo, con distintos énfasis, orígenes, vías de solución y de los que las familias no escapan.
Al ser las familias un eslabón tan susceptible a los conflictos, la propia naturaleza de las relaciones familiares demanda soluciones rápidas, menos costosas y más efectivas. Es allí donde emergen los más disímiles sentimientos, valores, tanto en situaciones de normalidad como de antagonismo, que afectan no solo la identidad de los sujetos individualmente sino la del resto de sus miembros y que trascienden en alguna medida a la sociedad.
La Mediación Familiar es un método alternativo de resolución de conflictos; proporciona la búsqueda de soluciones, basadas en la autonomía de la voluntad, de manera amistosa, amigable, menos costosa y alejada de situaciones adversariales. Son las partes las que deciden la manera de solucionar el desacuerdo, de acomodar sus exigencias en la medida de sus propias posibilidades, y de tomar decisiones fuera del marco rígido del proceso judicial.
En medio de un período de carencias, escasez de viviendas y de recursos para su reparación y sostenimiento, las aspiraciones personales han cambiado, lo que influye en la formación de nuevos núcleos familiares: las llamadas familias extendidas que a su vez provocan conflictos intergeneracionales, las unipersonales (de una sola persona), monoparentales (de un solo padre), reconstituidas o de segundas nupcias, padres que trabajan con madres que son amas de casa, padres y madres ambos trabajando fuera, padres criando hijos de sus matrimonios anteriores, parejas en unión consensual con o sin hijos, parejas de homosexuales. Situaciones estas que escapan al alcance de la norma.
El litigio debe ser la “ultima ratio” en la solución de controversias. Los Tribunales, la última instancia a la que acudir. El proceso, el último de los instrumentos con los que combatir.
En consecuencia consideramos la mediación como uno de los mejores sistemas de solución a los conflictos, tanto por su naturaleza consensual como por su procedimiento informal que propicia el diálogo.
En Europa recientemente se ha recomendado el método de la mediación para solucionar las crisis familiares y conyugales teniendo en cuenta los resultados de la misma:
-mejorar la comunicación entre los miembros de la familia;
– reducir los conflictos entre las partes en litigio,
– dar lugar a arreglos amistosos;
– asegurar los costes económicos y sociales de la separación y del divorcio para las partes en sí, así como para los Estados;
– reducir el tiempo necesario para la solución de los conflictos.
La mediación en el futuro puede cobrar un protagonismo, hasta ahora asumido en exclusiva por el proceso, y que le era negado injustamente a la hora de solucionar los conflictos. La intención, en definitiva, es sustituir la “agonía” del conflicto por el sosiego del encuentro de la equidad. La mediación puede ofrecer una vía expedita para lograr la vieja aspiración de “dar a cada uno lo suyo”.
Algunos tipos de mediación:
1- Mediación empresarial;
2-Mediación penal, la llamada “tercera vía” para la Solución de
Conflictos.
DIEZ MÉTODOS PARA LA SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
“Los insolentes conmocionan a la ciudad, pero los sabios apaciguan los ánimos.”
Proverbios 29:8
1) Mantente fresco cuando otros estén furiosos y pierdan la cabeza. Tú
tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de
no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después
arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol.
2) Recuerda que cada discusión tiene al menos tres puntos de vista: el
tuyo, el del otro y los de terceros, los cuales probablemente están
más cerca de la objetividad. Siendo más versátil y viendo las cosas
desde la perspectiva de los demás, enriquecerás tu propio punto de
vista.
3) Espera a calmarte antes de hablar. Ten en cuenta que la relación es
más importante que la discusión. Dale más relevancia a las personas
que a las opiniones.
4) Trata a toda persona con la cual tengas contacto como si fuera un
pariente rico, de quien esperas ser incluido en su testamento. Nunca
te arrepientas de tratar muy bien a la gente. Es el mejor negocio en
todos los sentidos.
5) Busca el lado positivo y agradable, aún de las situaciones más
complicadas y dolorosas. Es una disciplina que te ayudará a pasar
más fácilmente los momentos difíciles, y a convertir los problemas
en oportunidades.
6) Establece el hábito de hacer preguntas y sobre todo, de escuchar las
respuestas. Pregunta antes de reaccionar. Algunas veces disparamos
y después preguntamos. También preguntamos, pero escuchamos para
contestar, y no para tratar de entender.
7) No hagas o digas nada que pueda herir o hacerle daño a otra persona.
Aférrate al proverbio que dice que todo lo que uno haga, se
devolverá. La gente no recuerda tanto lo que tú dices o haces, sino
la intención con la que lo haces.
8) Sé consciente de la diferencia entre análisis amigable y crítica
destructiva. Observa si el propósito de tus palabras es ayudar,
desahogarte o hacer daño.
9) Ten presente que si toleras a los demás, ellos también serán
pacientes contigo en los aspectos no muy gratos de tu personalidad.
10) El verdadero líder sabe reconocer sus errores y aceptar
responsabilidad. No olvides que un conflicto bien manejado fortalece
la relación, y te ayuda a aprender de las diferencias. de la negociación
La negociación se puede clasificar en dos categorías principales: la que se centra en la forma que adopta la negociación y la que se centra en el clima d
La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
PROVERBIO CHINO